Pobre Europa: Mister Marshall era un chino

ANALISTAS E HISTORIADORES coinciden en se?alar que una de las caracter¨ªsticas de nuestro tiempo es el desplazamiento del centro de gravedad de la econom¨ªa mundial, despu¨¦s de cinco siglos, del Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico. Y dentro del perfil del nuevo mundo que emerge, Fred Holliday, profesor de la London School of Economics, lo resume del modo siguiente: "El proceso mundial m¨¢s importante actualmente en curso consiste en el auge del Sureste asi¨¢tico y, adem¨¢s, bajo el liderazgo de un partido comunista". Se refiere al chino, porque China, dentro de esa regi¨®n asi¨¢tica, ocupa posiciones cada vez m¨¢s hegem¨®nicas.

Hace unos d¨ªas se celebr¨® en Santiago de Chile una cumbre del Foro para la Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico (APEC), que opac¨® la Cumbre Iberoamericana, que se estaba celebrando de forma paralela. La importancia de los 21 pa¨ªses de una y otra orilla del Pac¨ªfico que forman la APEC es objetiva: sus econom¨ªas han generado casi el 70% del crecimiento mundial en la ¨²ltima d¨¦cada (a pesar de que Jap¨®n, uno de los pa¨ªses m¨¢s representativos, apenas creci¨®); aglutinan al 40% de la poblaci¨®n, y representan el 60% de la riqueza y el 50% de los intercambios de bienes y servicios de todo el planeta.

China emerge como una potencia inversora avasalladora. En los ¨²ltimos d¨ªas ha comprometido inversiones en Am¨¦rica Latina por valor de 100.000 millones de d¨®lares, lo mismo que Espa?a en las ¨²ltimas d¨¦cadas

La APEC, nacida en 1989, tiene como objetivo crear un ¨¢rea de libre comercio transpac¨ªfica para 2020. Pero los atentados del 11-S han cambiado las prioridades de EE UU, y la seguridad y la lucha contra el terrorismo ocupan ahora el lugar del comercio libre de aranceles. Esta filosof¨ªa geopol¨ªtica -y las llamadas a Corea del Norte para que se desnuclearice- fue el primer protagonista de la reuni¨®n de la APEC en Chile.

El segundo fue China, que emergi¨® como una potencia inversora avasalladora. Es parad¨®jico que, siendo la APEC una organizaci¨®n multilateral en s¨ª misma, China haya aprovechado esta reuni¨®n para hacer negocios bilaterales. El presidente chino, Hu Jintao, estuvo en Argentina, Brasil, Chile y Cuba -devolviendo la visita que hace unos meses le hicieron, entre otros, Kirchner y Lula- y apareci¨® como una analog¨ªa del Mister Marshall de Berlanga. Comprometi¨® inversiones por m¨¢s de 100.000 millones de d¨®lares en Latinoam¨¦rica, igualando, por ejemplo, las que Espa?a lleva haciendo durante las ¨²ltimas d¨¦cadas.

El inter¨¦s de China y Am¨¦rica Latina tiene doble direcci¨®n: el pa¨ªs asi¨¢tico ha obtenido el reconocimiento por parte de sus interlocutores de ser una "econom¨ªa de mercado" (la Organizaci¨®n Mundial de Comercio la denomina "una econom¨ªa en transici¨®n") y podr¨¢ importar a su inmenso mercado interior muchas de las materias primas que necesita para seguir creciendo a tasas superiores al 9%, como en los ¨²ltimos a?os. A cambio, los pa¨ªses latinoamericanos ven en China el mercado para sus productos que EE UU y la UE le niegan, y un socio que invertir¨¢ capitales en infraestructuras y otras industrias, de modo muy abundante. Especial es el caso de Cuba, que tiene en China (con mayor sinton¨ªa ideol¨®gica que con otros pa¨ªses) un socio para levantar la econom¨ªa de la isla: Cuba realiza ya el 10% de su comercio con China, y, en lo que va de a?o, los intercambios han crecido un 40% (por encima ya del comercio con Espa?a, y s¨®lo despu¨¦s de Venezuela).

Pero China no es s¨®lo importante por eso. El d¨¦ficit corriente de EE UU est¨¢ siendo financiado en buena medida por los pa¨ªses asi¨¢ticos (en especial, China y Jap¨®n), que absorben d¨®lares para mantener sus divisas infravaloradas y promover las exportaciones. Los chinos, que tienen comprados casi la mitad de los bonos de EE UU, tienen capacidad para provocar un terremoto financiero mundial. Utilizan su exceso de ahorro para comprar t¨ªtulos del Tesoro de EE UU, lo que sirve para financiar el d¨¦ficit americano y sostener el d¨®lar.

Europa permanece de espaldas a este proceso. Urge activar mecanismos como el Acuerdo Asia-Europa de 1996. Esta semana se celebra en Barcelona el Foro Hispano-Chino...