Muertos y sencillos
En 1987, un grupo de artistas norteamericanos fund¨® el Critical Art Ensemble, una reuni¨®n te¨®rico-subversiva que dej¨® escritas algunas joyas. Uno de esos textos, proselitista de la resistencia electr¨®nica, defin¨ªa la televisi¨®n como el b¨²nker electr¨®nico, representante de una econom¨ªa del deseo que se expresa a trav¨¦s de esta ventana virtual en una arquitectura sometida a un r¨¢pido proceso de bunkerizaci¨®n. "A imagen y semejanza del b¨²nker electr¨®nico, el b¨²nker arquitect¨®nico es el otro punto de intersecci¨®n entre la hipervelocidad y la hiperinercia", escrib¨ªan.
B¨²nker
El texto sigue vigente. Viviendo en b¨²nkeres y atentos a la pantalla del electrob¨²nker, hoy se nos habla de uno de nuestros b¨²nkeres m¨¢s familiares: Franco. En Aqu¨ª hay tomate prosigue la campa?a para demostrar que el Caudillo pudo haber sido gay. En Cr¨®nicas marcianas Carlos Latre se disfraza de Pocholo, descendiente de Franco, y pide que el Valle de los Ca¨ªdos se convierta en una discoteca. Cualquier psic¨®logo entender¨ªa que esta pirotecnia transgresora s¨®lo es la reacci¨®n a un largo periodo de represi¨®n, todav¨ªa latente.
Ni?as
De aquel patriotismo quedan secuelas transversales que detectamos en la ret¨®rica de Rodr¨ªguez Ibarra o en el desprecio con el que Fernando Argenta, que lo sabe todo de m¨²sica, critic¨® a los concursantes no espa?oles del Festival Eurojunior. La cantante espa?ola de Eurojunior, una ni?a de nueve a?os que es la versi¨®n real de una de las protagonistas de Mis adorables vecinos, gan¨® el festival con la canci¨®n Antes muerta que sencilla. En medio de su interpretaci¨®n, aprovech¨® para gritar ?Espa?a! Y recibi¨® la felicitaci¨®n de Rosa de Espa?a, que, en un espont¨¢neo castellano, y ante el subid¨®n org¨¢smico de Carlos Lozano, le dijo a la ni?a: "Como dir¨ªa mi madre: ol¨¦ tu chochete".
Horario infantil
Antes muerta que sencilla es un lema que define bien el car¨¢cter de este pa¨ªs, obsesionado por complicarse la vida en 59 o m¨¢s segundos. Probablemente sea el territorio con m¨¢s televisiones p¨²blicas del mundo, propenso a la explotaci¨®n de ni?os prodigio (de Joselito a Mar¨ªa Isabel), viviendo por encima de sus posibilidades, y, sin embargo, encantado de haberse conocido. ?Y el horario infantil? Una maravilla. En la sobremesa p¨²blica tenemos un culebr¨®n colombiano con mucho sexo light (Te voy a ense?ar a querer) y otro violento (Prisionera, una mezcla de R¨®mulo Gallegos y Quentin Tarantino). A media tarde, edificantes testimonios sobre la prostituci¨®n de lujo (A la carta), debates sobre Isabel Pantoja (A tu lado) y, tras la merienda, una feria de anomal¨ªas terr¨ªcolas (El diario de Patricia). Como en una mu?eca rusa, cada b¨²nker contiene otro b¨²nker, y en el ¨²ltimo hay un aud¨ªmetro que recoge los excesos de un mundo virtual que, incapaz de apostar por la sencillez, prefiere estar muerto.
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