El Gobierno se enfrenta en el Senado a tres vetos a los Presupuestos para 2005
Las cuentas del Estado, abocadas a una probable derrota en la C¨¢mara alta
A las seis de esta tarde concluye el plazo para presentar enmiendas y propuestas de veto en el Senado a los Presupuestos para 2005. Salvo imprevistos, el Gobierno se encontrar¨¢ con tres vetos: uno del PP, que es fijo; otro del PNV, seguro, y un tercero, del BNG, muy probable. CiU decidir¨¢ hoy si presenta su propio veto, aunque tambi¨¦n podr¨ªa apoyar el de alguno de los otros grupos. A partir de ah¨ª, los socialistas tendr¨¢n que negociar con todos, excepto el PP, si no quieren ver c¨®mo el Senado, por primera vez, rechaza los Presupuestos Generales del Estado.
El PSOE a¨²n conf¨ªa en convencer a todos los grupos menos al Popular
La clave para que el veto prospere o no la tiene el PNV. Aunque cada uno se votar¨¢ por separado, el PP ha anunciado que, con tal de lograr el rechazo de los Presupuestos, est¨¢ dispuesto a apoyar cualquier veto, incluso el de los nacionalistas vascos, de los que, te¨®ricamente, se encuentra en las ant¨ªpodas pol¨ªticas. P¨ªo Garc¨ªa Escudero, portavoz del PP en la C¨¢mara alta, explica que la intenci¨®n de su grupo es rechazar unas cuentas p¨²blicas "que no son realistas y no ayudan al crecimiento econ¨®mico".
El Senado, seg¨²n el art¨ªculo 90 de la Constituci¨®n, tiene que aprobar el veto por mayor¨ªa absoluta (130 esca?os). El PP tiene 126, as¨ª que con los siete del PNV le sobrar¨ªan. El Bloque tiene s¨®lo uno, precisamente su l¨ªder, Anxo Quintana, de forma que su veto ser¨ªa testimonial. Quintana explica que est¨¢ dispuesto a negociar pero no ve en el PSOE "voluntad de aumentar los Presupuestos para Galicia". El veto del Senado podr¨ªa ser levantado luego en el Congreso por mayor¨ªa absoluta, de modo que no tendr¨ªa ning¨²n efecto pr¨¢ctico, sino simb¨®lico. El PSOE a¨²n conf¨ªa en convencer a todos menos al PP, aunque ya ha recibido avisos de lo que puede pasar en el Senado, no s¨®lo con los Presupuestos, sino con otras leyes.
Esta semana se han visto claramente los dos modelos que puede sufrir el PSOE casi con cualquier ley, debido a su minor¨ªa en la C¨¢mara alta. El mi¨¦rcoles se votaban en comisi¨®n dos normas llegadas del Congreso: la ley de horarios comerciales y la ley contra la violencia de g¨¦nero. En la primera, BNG, CiU y PP vetaron la norma, con lo que la ley no se ha discutido en comisi¨®n. Pasar¨¢ al pleno del mi¨¦rcoles, donde ese veto podr¨¢ ser retirado o refrendado. Si se apoya de nuevo, la ley volver¨¢ al Congreso tal como sali¨® de all¨ª, y as¨ª se aprobar¨¢. Se pierde, por tanto, la posibilidad de plantear enmiendas.
La otra f¨®rmula se vio en la ley contra la violencia machista. En vez de vetarla, algunos grupos que no apoyaron la investidura del presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, como CiU y PP, unieron sus fuerzas para colar enmiendas que no gustan al Ejecutivo: se aprob¨® la creaci¨®n de un fondo para hacer frente al impago de pensiones en caso de divorcio, entre otras. Esas enmiendas podr¨¢n ser tumbadas en el Congreso, pero el coste pol¨ªtico siempre es mayor, sobre todo si se trata de mejoras econ¨®micas.
Esta reforma se aprob¨® mediante una enmienda de CiU que apoy¨® el PP. Los populares no pueden esperar que nadie apoye sus enmiendas o su veto, por las implicaciones pol¨ªticas que tiene votar una propuesta de este partido para formaciones como CiU o el PNV. Pero s¨ª puede negociar con ellos una transaccional o apoyar sus enmiendas, porque entonces los nacionalistas argumentan que es el PP el que ha venido a sus posiciones.
CiU duda todav¨ªa entre varias f¨®rmulas. En principio, ten¨ªa previsto presentar enmiendas en las que sabe que tiene el apoyo del PP -especialmente de infraestructuras, como la inversi¨®n en el cuarto cintur¨®n de Barcelona- para obligar luego al tripartito (PSOE, ERC e IV) a votar en contra en el Congreso y asumir el coste pol¨ªtico en Catalu?a. ?sa era la idea inicial, aunque en la tramitaci¨®n en el Congreso, su portavoz, Josep Antoni Duran Lleida, no descart¨® apoyar el veto de otros grupos y ahora CiU se plantea si presentar su propio veto, que ya tiene redactado.
El PSOE da por hecho el veto del PNV. De hecho, casi se ha convertido en un paso previo para negociar. Porque a partir de la presentaci¨®n, hoy, a¨²n quedan dos semanas para lograr que cambien de opini¨®n. Primero, los vetos pasar¨¢n a la comisi¨®n de Presupuestos. Nada m¨¢s comenzar, se votar¨¢n, uno a uno, de mayor a menor. Si se aprueba alguno, no se discutir¨¢n las enmiendas y se llevar¨¢ directamente al Pleno. All¨ª se seguir¨¢ el mismo procedimiento, y si tambi¨¦n pasa, por primera vez, unos Presupuestos recibir¨¢n el veto del Senado.
El PNV cree que los socialistas comienzan a asumir el coste del veto. Pedro Azpiazu, responsable de Presupuestos en el Congreso, sostiene que, aunque los socialistas intenten resolverlo en el ¨²ltimo minuto, ya es tarde. "Hemos tenido seis meses, desde que hablaron Zapatero y el lehendakari [Juan Jos¨¦ Ibarretxe] sobre la negociaci¨®n del Cupo [la cantidad con que Euskadi contribuye a las cargas generales del Estado], y no han hecho nada. Ni siquiera nos hemos reunido", se?ala. Recuerda adem¨¢s que el PSOE no ha aceptado en el Congreso ni una enmienda del PNV, algo que s¨ª hizo con CiU. El bloqueo de esta negociaci¨®n no tiene un origen s¨®lo econ¨®mico. En realidad, el PNV exige unos 50 millones de euros m¨¢s para el Cupo como compensaci¨®n por el traspaso de la Sanidad.
El PSOE tiene un ¨²ltimo as en la manga. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, portavoz en el Congreso, y Joan Lerma, su hom¨®logo en el Senado, conf¨ªan en atraerse a CiU. As¨ª lograr¨ªan otro objetivo: cercar al PNV, dejarlo solo junto al PP, y presionar m¨¢s para que los nacionalistas presenten enmiendas parciales y no un veto. Rubalcaba y Lerma asumen que "vetos va a haber, y votaciones perdidas", porque los n¨²meros del Senado no se pueden cambiar. "Pero no deber¨ªamos comenzar con la ley principal", explica Rubalcaba. "No es f¨¢cil de entender que el PNV, ahora que no gobierna el PP, recurra al veto en los primeros Presupuestos de Zapatero. No creo que nadie lo vea razonable".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.