Espa?a y las drogas

El diagn¨®stico del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicoman¨ªas sobre las pautas de consumo de estupefacientes -el primero que se realiza en el ¨¢mbito de la UE- pone de manifiesto que no basta el prohibicionismo a ultranza, de naturaleza legal y penal sobre todo, para afrontar el problema, sino que se necesitan pol¨ªticas complementarias, de car¨¢cter preventivo y educativo especialmente.

El problema es europeo, pero en algunos aspectos los j¨®venes y adolescentes espa?oles marcan tendencia. Espa?a se sit¨²a a la cabeza de los pa¨ªses de la UE en consumo de hach¨ªs y coca¨ªna. El 41% de los j¨®venes admite haber consumido alg¨²n tipo de droga. Los patrones del consumo han dejado de estar vinculados, como ocurr¨ªa en el pasado, a factores de marginaci¨®n y delincuencia, y se relacionan cada vez m¨¢s con las demandas de diversi¨®n en los fines de semana. Esa forma de comportamiento est¨¢ directamente vinculada con los valores -l¨²dicos, hedonistas y competitivos- m¨¢s en boga en las sociedades del bienestar. Por eso es tan dif¨ªcil combatirla seriamente sin caer en actitudes hip¨®critas o moralistas. Ello explica tambi¨¦n el cambio en el tipo de sustancias consumidas: fundamentalmente coca¨ªna, ¨¦xtasis, hach¨ªs y las llamadas drogas de dise?o.

La delegada del Gobierno ha se?alado la necesidad de revisar las actuales estrategias contra la droga para adaptarlas a los nuevos patrones de consumo. Esta revisi¨®n es obligada, pero deber¨ªa hacerse, para que sea m¨¢s efectiva, en el marco de acciones o planes conjuntos de los Gobiernos europeos. La gran mayor¨ªa de los j¨®venes se divierten sin recurrir a las drogas. Y la mayor parte de quienes tienen ese h¨¢bito suelen abandonarlo sin graves consecuencias. Pero la facilidad para entrar en contacto con las drogas en los lugares de diversi¨®n es una llamada de atenci¨®n sobre la ineficacia o insuficiencia del actual modelo represivo, convertido ¨¦l mismo, como lo muestra la sobreabundancia en las c¨¢rceles de condenados por este delito, en un factor de criminalidad.