Memoria hist¨®rica

En los ¨²ltimos a?os el concepto de "memoria hist¨®rica" se ha hecho tan corriente que, a veces, se hace ya un uso de ¨¦l claramente rid¨ªculo. Pronto, cuando alguien olvide su paraguas, dir¨¢ que ha sido por falta de "memoria hist¨®rica".

En realidad, aplicado a las investigaciones hist¨®ricas, por ejemplo de la Guerra Civil espa?ola, el concepto de "memoria hist¨®rica" es una contradicci¨®n en los t¨¦rminos. La memoria, por definici¨®n, es algo subjetivo, mientras que la Historia, como ciencia, consiste en un conocimiento objetivo. Las memorias hist¨®ricas (en plural, no existe la memoria hist¨®rica) son un material para la investigaci¨®n hist¨®rica, como lo son otro tipo de fuentes. Pero, para empezar, el historiador deber¨¢ contrastar las diversas memorias hist¨®ricas, de forma cr¨ªtica, es decir, analizando lo que de verdad o falsedad hay en ellas. Por otra parte, desde el materialismo hist¨®rico, tendremos que recordar que, como afirmaba Marx, no es la conciencia de los hombres de una ¨¦poca la que nos permite mejor entender esa ¨¦poca. Y, sin embargo, ese idealismo es el que subyace tras el concepto de "memoria hist¨®rica".

Nos preguntamos si todo esto de la "memoria hist¨®rica" , aplicado a la Guerra Civil y la represi¨®n franquista, no ser¨¢ sino la forma de suplir, con condenas retrospectivas y simbolismos varios, la ausencia en Espa?a de aut¨¦nticos programas y proyectos de izquierdas. De forma adem¨¢s poco eficaz, desde el momento que el "centro reformista" tampoco tiene demasiado empacho en, por ejemplo, sumarse a la condena del "golpe de Estado" de 1936, como hizo el PP en el Congreso de los Diputados el a?o 2002.