Marruecos licita 56.000 hect¨¢reas agr¨ªcolas para crear empleo y compartir tecnolog¨ªa

El Estado marroqu¨ª ha convocado un concurso internacional para arrendar 56.000 hect¨¢reas de suelo agr¨ªcola durante periodos de 17 a 40 a?os. La pretensi¨®n expl¨ªcita de las autoridades marroqu¨ªes es crear 30.000 puestos de trabajo. Un empresario valenciano sugiere que el contacto con productores europeos permitir¨¢ a los marroqu¨ªes incorporar tecnolog¨ªas que no usan. Los responsables de la Asociaci¨®n Valenciana de Agricultores y Uni¨®-Coag tacharon la oferta de inaccesible a peque?os y medianos empresarios agr¨ªcolas y defendieron la competencia en pie de igualdad.

La legislaci¨®n marroqu¨ª impide a d¨ªa de hoy la venta de suelo de titularidad p¨²blica. El concurso internacional prev¨¦ el arrendamiento de suelo durante 17 a?os para explotaciones agr¨ªcolas o ganaderas y durante 40 a?os para los empresarios interesados en instalar industrias agroalimentarias o plantar ¨¢rboles.

Las autoridades marroqu¨ªes presentar¨¢n el concurso en Espa?a, Italia y Francia. Ahmed Hajjaji viaj¨® ayer a Murcia poco despu¨¦s de atender en Valencia a decenas de empresarios agr¨ªcolas valencianos en una jornada organizada por la patronal auton¨®mica para difundir la oferta marroqu¨ª. Tambi¨¦n tiene previsto atender a los interesados en Sevilla.

Las explotaciones de c¨ªtricos, vid y olivar son, en principio, las m¨¢s interesantes para los agricultores europeos, pero las condiciones del concurso admiten cualquier transformaci¨®n y uso de los terrenos. En principio, ocupan explotaciones citr¨ªcolas 8.000 hect¨¢reas.

Marruecos exhibe el tratado de libre comercio alcanzado con Estados Unidos y que entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo 1 de enero como reclamo para los inversores. Un empresario citr¨ªcola de Castell¨®n alude a las posibilidades de cultivar variedades tempranas de naranja, como la denominada Furer, que ha sido introducida por el rey de Marruecos y que tiene gran acogida comercial en las ¨²ltimas temporadas.

Costes laborales

Hajjaji admiti¨® en el curso del encuentro con empresarios valencianos que la electricidad es m¨¢s cara en Marruecos que en Espa?a, pero no hizo mayor esfuerzo por defender los baj¨ªsimos costes de la mano de obra que ofrece el mercado laboral marroqu¨ª. Los costes laborales derivados de la recogida, limpieza, selecci¨®n y embalaje de la naranja, por ejemplo, suponen entre un 30% y un 50% de los precios de mercado.

El concurso estima la experiencia de la empresa licitante, y premia la inversi¨®n, la calidad del plan de negocio previsto y la contrataci¨®n de personal marroqu¨ª. Los adjudicatarios constituir¨¢n sociedades jur¨ªdicas de acuerdo con la legislaci¨®n marroqu¨ª.

Una finca de cien hect¨¢reas es considerada una gran explotaci¨®n citr¨ªcola en territorio valenciano, seg¨²n una fuente del sector. En Andaluc¨ªa, una gran explotaci¨®n ronda la mil hect¨¢reas.

Ahmed Hajjaji record¨® que Marruecos produce medio mill¨®n de toneladas de c¨ªtricos mientras que Espa?a produce cinco millones e insisti¨® en plantear el concurso como una oferta para fomentar la "complementariedad y la cooperaci¨®n", nunca la "competencia".

Joan Brusca, secretario general de la Uni¨®-Coag, defendi¨® el "leg¨ªtimo" derecho de Marruecos para convocar el concurso, pero se?al¨® que "los agricultores medianos y peque?os dif¨ªcilmente vamos a invertir en un concurso que s¨®lo es accesible a grandes empresas". Brusca lament¨® que el traslado de explotaciones industriales se extienda a la agricultura y record¨® que los costes laborales "no tienen nada que ver en Espa?a y Marruecos" de modo que la oferta puede derivar en "competencia desleal". "No nos importa competir", sentenci¨® Brusca, "pero en igualdad de condiciones".

Garant¨ªas jur¨ªdicas

Crist¨®bal Aguado, presidente de la Asociaci¨®n Valenciana de Agricultores, record¨® que hace 40 a?os varios agricultores espa?oles fueron forzados a abandonar las explotaciones que manten¨ªan en Marruecos y perdieron sus tierras para poner en tela de juicio las garant¨ªas jur¨ªdicas que ofrece el reino alahu¨ª, que "no es una democracia asentada". Aguado denunci¨® que los trabajadores marroqu¨ªes cobran salarios de miseria y redujo a "muy grandes industriales" las posibilidades de optar al concurso.