Un tif¨®n causa m¨¢s de 600 muertos en el norte de Filipinas

Cuando a¨²n se intenta verificar el n¨²mero de muertes causadas por el tif¨®n Winnie a su paso por el norte de Filipinas, que puede haber superado las 600 v¨ªctimas mortales, una nueva depresi¨®n tropical llamada Nanmadol se dirige hacia las costas del archipi¨¦lago, con vientos de hasta 150 kil¨®metros por hora, y amenaza con causar nuevas inundaciones y corrimientos de tierras. La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, ha prometido que va a acabar con las talas ilegales, que han agravado los efectos de las riadas.

La polic¨ªa reconoce en su ¨²ltimo informe oficial m¨¢s de 400 muertos, 63 heridos y 177 desaparecidos, mientras que el Ej¨¦rcito habla de 400 muertos y 300 desaparecidos. Las dificultades para concretar los datos se deben al mal tiempo, las inundaciones y los cortes de carreteras, que dejaron incomunicadas a las principales provincias afectadas, y a la falta de coordinaci¨®n informativa entre los distintos cuerpos gubernamentales. La Administraci¨®n afronta otros problemas m¨¢s urgentes, ya que cada hora que pasa se agrava el problema de enterrar los cad¨¢veres y la carencia de ayuda para atender a los afectados.

Espa?a ha enviado a la Cruz Roja de Filipinas ayuda humanitaria -lonas, colchones, recipientes para almacenar agua potable, arroz y medicinas-, por valor de 66.000 euros para los damnificados, que suman ya cerca de 170.000 personas. "Nos preocupa que pueda declararse una epidemia", asegur¨® ayer el ministro del Interior, Angelo Reyes.

En la ciudad de Real los equipos de rescate utilizaban ayer largos palos para intentar localizar los cad¨¢veres de decenas de personas atrapadas al hundirse un edificio de viviendas. Neri Amparo, portavoz de la Oficina Nacional de Coordinaci¨®n de Desastres, asegur¨® que m¨¢s de 70 vecinos hab¨ªan quedado sepultados bajo los escombros del inmueble.

Tras varias d¨¦cadas de talas ilegales, Filipinas ha perdido casi la mitad de su superficie forestal, que ha pasado del 34% del territorio en 1970 a un 18% en la actualidad, seg¨²n grupos ecologistas locales. El Gobierno de Manila ha impuesto una prohibici¨®n parcial para las talas despu¨¦s de que aumentaran los efectos de las inundaciones a lo largo de la d¨¦cada de los noventa. Las prohibiciones, sin embargo, han sido eludidas por la acci¨®n de las explotaciones madereras ilegales que han proliferado en un clima de corrupci¨®n generalizada. La presidenta Arroyo afirm¨® ayer que las talas ilegales deben pasar a ser consideradas como "cr¨ªmenes contra el pueblo".