Familia de alquiler

Tiene este filme, banal hasta la n¨¢usea y previsible como s¨®lo un filme americano comercial puede serlo, un arranque curiosamente similar al de Familia, la deslumbrante ¨®pera prima de Fernando Le¨®n de Aranoa. Al igual que en el filme del madrile?o, tambi¨¦n aqu¨ª un tipo solitario y con no ya buenos, sino inagotables recursos econ¨®micos decide que, para poder soportar los excesos navide?os, nada mejor que alquilar al completo a una familia as¨ª, con todo: padres, hijos, hermanos, hasta la casa. Pero toda similitud comienza y acaba aqu¨ª. Porque lo que Mike Mitchell hace con un gui¨®n firmado, eso s¨ª, nada menos que por cuatro (se supone que) profesionales del ramo es incomparablemente m¨¢s zafio y carente de mordiente que lo que imagin¨® Le¨®n para su modesto, ejemplar deb¨² en la profesi¨®n.

De hecho, con sus moh¨ªnes de comedia para estas fechas, una comicidad ramplona y estridente (el hecho de que el protagonista sea millonario posibilita todos los excesos imaginables) y una historia de amor que se ve venir ya desde la primera vez que vemos a los dos aspirantes a la felicidad juntos en el encuadre, Sobreviviendo a la Navidad se plantea s¨®lo como un m¨¢s o menos efectivo veh¨ªculo para el lucimiento de Ben Affleck, un actor de moda capaz por s¨ª solo de garantizar el (m¨¢s o menos plausible) ¨¦xito de la empresa. Es una pel¨ªcula que no enga?a a nadie, que se muestra con sus carencias y sus (escasos) atractivos tal como lo que es: la ocasi¨®n para pasar un rato, re¨ªr un par de gags (no m¨¢s, que tampoco hay que exagerar), y hasta la siguiente.