El b¨²nker americano
Los estadounidenses tienen un hotel en exclusiva y apenas pisan la ciudad
La seguridad se ha convertido en la gran obsesi¨®n de los estadounidenses cuando salen de su pa¨ªs. Y en Sevilla el equipo americano no es la excepci¨®n. Al contrario. Eligieron el Hotel Vinci porque tiene la entrada en una calle estrecha que permite a los norteamericanos colapsar los accesos cuando llegan con su furgoneta desde las instalaciones de La Cartuja, tras sus entrenamientos. Ocupan 80 habitaciones, entre jugadores, t¨¦cnicos, directivos y periodistas, y han cerrado el hotel s¨®lo para ellos. Est¨¢n rodeados de polic¨ªas por todas partes y apenas salen del hotel para visitar la ciudad.
En una de sus espor¨¢dicas salidas acudieron a cenar a un restaurante japon¨¦s, y en otra, los hermanos Bryan se fueron a unos grandes almacenes para comprar algunos videojuegos. La principal diversi¨®n de Andy Roddick, Mardy Fish y los Bryan es, precisamente, esa: los videojuegos. "Se divierten jugando al p¨®quer y frente a la X-Box", explica Dani Homedes, contratado por la Federaci¨®n Espa?ola para acompa?ar al equipo. "Son buenos amigos, y eso se nota en su relaci¨®n personal. Roddick y Fish tienen un contacto mucho m¨¢s estrecho, porque se conocen desde los 14 a?os. Pero todo el equipo se lleva muy bien. Y el capit¨¢n, Patrick McEnroe est¨¢ muy unido a todos ellos. Pero le tienen un gran respeto".
Obsesionados con la seguridad, est¨¢n rodeados de polic¨ªas por todas partes
Roddick y Fish se enfrentaron en m¨²ltiples ocasiones en sus etapas de base. Y Fish vivi¨® una temporada en casa de Andy Roddick, cuando se desplaz¨® de Minessota a Florida para mejorar su tenis en una academia de Boca Rat¨®n. Los Bryan, por su parte, estudiaron en la Universidad de Stanford, la misma por la que hab¨ªan pasado anteriormente John y Patrick McEnroe. Estudiaban empresariales, pero no concluyeron sus estudios. Sin embargo, all¨ª crecieron mucho ten¨ªsticamente. Bob Bryan fue campe¨®n universitario y coparon los t¨ªtulos de dobles un par de a?os.
Cuando acuden a La Cartuja, o est¨¢n practicando en las pistas o se encierran en el vestuario donde han instalado un equipo de m¨²sica. "Suelen escuchar todo tipo de m¨²sica estadounidense, b¨¢sicamente hip-hop", explica Homedes. "La verdad es que se nota que se lo pasan muy bien. Se divierten. Y yo no les veo estresados en absoluto". Desde que llegaron a Sevilla ten¨ªan la intenci¨®n de hacer un partido de b¨¦isbol en el estadio ol¨ªmpico. Lo intentaron el pasado martes, pero la lluvia se lo impidi¨®. Hab¨ªa demasiada humedad en la hierba y correr resultaba peligroso. "S¨®lo Roddick y Fish lanzaron algunas bolas y demostraron que dominan los bates casi tanto como las raquetas", comenta con una sonrisa Homedes, que agrega que el trato que mantienen con ¨¦l es exquisito. "Les conoc¨ªa a casi todos de mi etapa en la universidad americana. Son buenas personas y muy correctos".
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