Un alma enfurecida

"Esta primera novela de Heinrich B?ll", dice el editor, "no lleg¨® a sus contempor¨¢neos. Despu¨¦s de que en el a?o 1947 fuera expulsado de un concurso literario organizado por la revista cristiana Das Abendland, B?ll prescindi¨® de una publicaci¨®n posterior. As¨ª, Cruz sin amor aparec¨ªa ¨²nicamente en el segundo tomo de obras completas de H. B?ll, publicadas en Colonia en 2002". El soldado B?ll acaba esta novela a los 30 a?os, tras salir de una guerra en la que fue herido en cuatro ocasiones. Alemania est¨¢ en ruinas dos a?os despu¨¦s del final de la contienda. Hoy conocemos mucho sobre lo que qued¨® de Alemania tras la derrota del nazismo, pero en aquellos momentos lo ¨²nico importante era sobrevivir; no resulta dif¨ªcil imaginar al joven B?ll escribiendo en el escenario de Germania, anno zero, el formidable filme de Roberto Rossellini. Hab¨ªa que sobrevivir y una de las claves era guardar silencio. Se tard¨® mucho en empezar a hablar sobre lo sucedido, a hablar bajo el peso de la culpa, pero tambi¨¦n bajo el de la destrucci¨®n y la ruina.

Y, sin embargo, ah¨ª estaba, retirada, esta novela del joven cat¨®lico airado Heinrich B?ll. Posiblemente, de haberse publicado entonces, hubiese originado un gran esc¨¢ndalo. Le¨ªda ahora, medio siglo despu¨¦s de haber sido escrita, impresiona tanto por su valent¨ªa como por el estado de angustia cr¨ªtica de su autor. Es, sin duda, una obra primeriza en la que la pasi¨®n por convertir el horror reci¨¦n vivido -el horror y el sentido de ese horror- en materia cr¨ªtica desborda a la literatura misma.

El escenario es sencillo: un matrimonio con tres hijos de los cuales, los dos hombres se repartir¨¢n los papeles; el uno, Hans, ingresar¨¢ en las SS; el otro, Christoph, reivindica su moral cristiana en su compasi¨®n y su reacci¨®n al sufrimiento propio y ajeno. Hans odia la mediocridad en aras de una Alemania ideal; Christoph, alistado obligatoriamente, odia la guerra y el autoritarismo. En el resto de la familia, la madre es el eslab¨®n con la tradici¨®n en su aspecto m¨¢s sentimental, pero su visi¨®n pesimista, su intuici¨®n de la tragedia que se avecina, es fatal. El padre es un burgu¨¦s superficial y anecd¨®tico y la hermana y su cu?ado un par de figuras funcionales y convencionales que se tapan los ojos. Aparece adem¨¢s una figura importante: Cornelia, quiz¨¢ el m¨¢s sugerente y emotivo de todos los personajes, una actriz mediocre que amar¨¢ a, y ser¨¢ amada por, Christoph y que quiz¨¢ sea el que verdaderamente simboliza la tragedia alemana en t¨¦rminos de sentimiento y realidad confluyentes. La primera parte de la novela sucede antes de la Segunda Guerra Mundial y termina con la declaraci¨®n de guerra. La segunda narra la retirada del frente ruso donde se encontrar¨¢n de nuevo los dos hermanos, en una de las mejores escenas del libro.

La novela presenta, sobre to

do, defectos de estructura -pensemos en el equilibrio admirable de una de las obras maestras del autor, Billar a las nueve y media- y una escritura tan apasionada como desigual. Las im¨¢genes que construye B?ll son precisas y sugerentes en muchos casos y pomposas y un tanto kitsch en otros. De hecho, la novela tiene a menudo, llevada por su propio esp¨ªritu apasionado, un excesivo abarrocamiento -producto, sin duda, de la tensi¨®n con que su autor estaba buscando la expresi¨®n que necesitaba para descargar lo que llevaba dentro-; un abarrocamiento que pronto, en novelas posteriores, perder¨¢ su autor en aras de una concisi¨®n, un estilo directo y una eficiencia expresiva que han sido sus mejores armas. Esta novela es convulsa, tensa, excesiva y, desde luego, fascinante para quien se interese no s¨®lo por B?ll sino por lo que es la escritura de un alma comprometida y enfurecida en tiempos dif¨ªciles. El texto es a menudo demasiado explicativo -no digamos ya la proclama final, todo un corolario-, pero tiene fuerza, una fuerza que hace palidecer a la escritura blanda, conformista y peque?a de buena parte de las novelas que se escriben y publican en la actualidad.

Una primera impresi¨®n dice que esta novela no parece aportar mucho al conjunto de la obra de Heinrich B?ll. En t¨¦rminos literarios estrictos de obra acabada es posible que as¨ª sea. Pero el libro contiene dos aportaciones fundamentales: la primera, que es el nacimiento del escritor y, desde este punto de vista, el tono y el ¨ªmpetu y lo que podr¨ªamos llamar la declaraci¨®n de intenciones art¨ªsticas ya est¨¢n ah¨ª; la segunda: que la novela es, en todo caso, un testimonio de lucidez a pie de escenario y conflicto, en una Alemania que a¨²n humea, por un joven cat¨®lico cuyo sentido humanitario se ha visto atrozmente agredido por aquella tragedia. Una visi¨®n desde un ¨¢ngulo inesperado que es, tambi¨¦n, un documento inapreciable para entender el antes y el despu¨¦s de un sue?o asesino como pocas veces ha conocido la Humanidad.

Hans Mayer resume de este modo el campo de acci¨®n literario de B?ll: "La postura peque?o-burguesa que conscientemente adopta B?ll, tanto en la selecci¨®n de temas como en el programa que se impone (...) le confiere la posibilidad de llegar al alma de mucha gente, pero al mismo tiempo le obliga a adoptar tambi¨¦n toda la impotencia y amargura de los que se creen siempre explotados y que con frecuencia lo est¨¢n". Pues bien, genio y figura. Eso est¨¢ ya aqu¨ª, en esta primera novela.