El jefe de polic¨ªa de Nueva York en el 11-S se har¨¢ cargo de la seguridad en EE UU
Bush nombra a Bernard Kerik, mano derecha del alcalde Giuliani, nuevo 'zar' antiterrorista
Bernard Kerik, un hombre de Rudolph Giuliani -el ex alcalde de Nueva York que acaricia ambiciones presidenciales-, ser¨¢ el pr¨®ximo secretario de Seguridad Nacional. Aparte de las se?ales que eso pueda enviar sobre el futuro pol¨ªtico del Partido Republicano, el perfil de Kerik es el adecuado para dirigir un departamento mastod¨®ntico como el que hereda de Tom Ridge, seg¨²n el presidente George W Bush, que dijo que el hombre propuesto para uno de los cargos clave del Gabinete es "un reformador entregado y renovador que insiste en conseguir resultados".
Kerik, de 49 a?os, era jefe de la polic¨ªa de Nueva York cuando los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron cerca de 3.000 personas. Con el entonces alcalde, Rudy Giuliani, al frente de la operaci¨®n de respuesta a la tragedia, Kerik se emple¨® a fondo en las labores de coordinaci¨®n policial. "Lleg¨® a las Torres Gemelas minutos despu¨¦s del impacto del primer avi¨®n. Estaba all¨ª cuando se derrumbaron. Conoc¨ªa los rostros de todos los que corrieron al rescate a pesar del peligro. Estuvo en los funerales de los polic¨ªas que no salieron vivos de all¨ª", dijo Bush.
Kerik, que tiene un f¨ªsico tipo Gengis Jan que se corresponde con su hoja de servicios -como polic¨ªa militar en Corea del Sur y fue funcionario de prisiones antes de trabajar durante ocho a?os como agente en Nueva York-, agradeci¨® la confianza depositada por Bush y habl¨® de su experiencia m¨¢s fuerte: "No ha habido un solo d¨ªa, desde aquella ma?ana del 11 de septiembre, que no haya pensado en los sacrificios de aquellos h¨¦roes y en las p¨¦rdidas de vidas que sufrimos". La biograf¨ªa personal de Kerik es tan dura como su carrera profesional: hace tres a?os, cuando escrib¨ªa un libro sobre sus experiencias, descubri¨® que su madre, que le abandon¨® cuando ¨¦l era ni?o, era una prostituta alcoh¨®lica que falleci¨® a los 34 a?os de muerte violenta.
El presidente destac¨® "la experiencia directa" de Kerik en diversas ¨¢reas, incluido "su gran ¨¦xito en la reducci¨®n del ¨ªndice de criminalidad en Nueva York", y le agradeci¨® haber aceptado "aportar su experiencia en materias de seguridad y sus capacidades profesionales al servicio de uno de los puestos m¨¢s importantes del Gobierno". Seguridad Nacional se cre¨® en enero de 2003 como respuesta a los atentados y para coordinar una estrategia nacional de protecci¨®n contra las diversas amenazas. Agrup¨® a 22 organismos ya existentes, y entre sus 180.000 empleados se cuentan, entre otros, los miembros del servicio secreto, la dotaci¨®n de los guardacostas, los equipos que se encargan de la seguridad a bordo de los aviones civiles, las patrullas de lucha contra la inmigraci¨®n ilegal en las fronteras y el personal de emergencia en caso de cat¨¢strofes naturales.
Cuando Giuliani dej¨® la alcald¨ªa, Kerik, que hab¨ªa construido con ¨¦l s¨®lidos v¨ªnculos personales y profesionales, le sigui¨®, y fue nombrado vicepresidente de la empresa del ex alcalde Giuliani, Partners, dedicada a asesor¨ªa en materia de seguridad. En 2003, la Casa Blanca le encarg¨® ir a Irak para colaborar en la depuraci¨®n de la polic¨ªa del r¨¦gimen de Sadam Husein y en la formaci¨®n de las nuevas fuerzas de seguridad, pero s¨®lo estuvo tres de los seis meses previstos en el puesto. En la reciente campa?a electoral intervino en actos p¨²blicos en defensa de la reelecci¨®n de George W. Bush.
El senador dem¨®crata de Nueva York, Charles Schumer, aplaudi¨® el nombramiento por el perfil y por el hecho de que est¨¦ directamente ligado con el 11-S y con Nueva York. Lo mismo hizo la tambi¨¦n senadora Hillary Clinton: "Bernard Kerik conoce por experiencia propia los desaf¨ªos y las necesidades de esta ciudad y de otros lugares de alto riesgo".
Kerik es la sexta propuesta de Bush para su nuevo Gobierno. Como las cuatro anteriores -Condoleezza Rice, para el Departamento de Estado; Alberto Gonzales, para Justicia; Carlos Guti¨¦rrez, para Comercio; Margaret Spelling, para Educaci¨®n, y Mike Johanns, para Agricultura-, deber¨¢ ser confirmado por el Senado, igual que los nombramientos a¨²n pendientes. Los m¨¢s importantes son los que completar¨¢n los cambios en el ¨¢rea econ¨®mica. La situaci¨®n de John Snow, secretario del Tesoro, que quer¨ªa seguir, est¨¢ muy debilitada desde que The Washington Post revelara el demoledor comentario de un alto cargo de la Casa Blanca: "Puede seguir en el puesto tanto como quiera, con tal de que sea poco tiempo". Ayer, adem¨¢s, anunci¨® su dimisi¨®n -es el octavo ministro que lo hace- el secretario de Salud, Tommy Thompson.
El presidente tiene pendiente, antes de Navidad, completar los cambios y presionar para que el Congreso apruebe, probablemente la pr¨®xima semana, la ley de reforma de los organismos de informaci¨®n y espionaje. El objetivo se ve facilitado por el anuncio de que el general Richard Myers, que preside la Junta de jefes de Estado Mayor, valora positivamente los cambios en la ley, con lo que los republicanos m¨¢s duros ya no tienen pretexto para bloquear la ley en nombre del Pent¨¢gono.
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