Le¨®n como s¨ªntoma
El prestigio de los pol¨ªticos espa?oles es superior al de los de la Espa?a caciquil de la Restauraci¨®n. Sin embargo, no habr¨ªa que descartar una pronta equiparaci¨®n si prosigue la degradaci¨®n de la vida pol¨ªtica. Ayer, como culminaci¨®n de un proceso impresentable, una moci¨®n de censura apoyada por dos tr¨¢nsfugas de un partido local arrebat¨® la alcald¨ªa de Le¨®n al socialista Francisco Fern¨¢ndez para d¨¢rsela a Mario Amilivia, del PP. El desprestigio deriva, sobre todo, de la tranquilidad y buena conciencia con que los dirigentes de ese partido han amparado la operaci¨®n.
El punto 2 del Pacto Antitransfuguismo, suscrito por el PP y otros 12 partidos en 1998, compromete a los firmantes a "impedir la utilizaci¨®n de tr¨¢nsfugas para constituir, mantener o cambiar mayor¨ªas de gobierno en las instituciones p¨²blicas". Eso es lo que ha ocurrido en Le¨®n, donde dos tr¨¢nsfugas procedentes de la Uni¨®n del Pueblo Leon¨¦s han sumado sus votos a los del PP para cambiar la mayor¨ªa que ven¨ªa gobernando la ciudad desde las municipales del a?o pasado. Por supuesto, siempre hay alg¨²n pretexto, pero los esgrimidos por la direcci¨®n del PP para negarse a suspender la moci¨®n de censura, como le exig¨ªan los dem¨¢s firmantes del Pacto de 1998, son f¨²tiles: que su partido hab¨ªa sido el m¨¢s votado, y que no se trata propiamente de transfuguismo porque los dos que apoyaban la moci¨®n hab¨ªan sido expulsados de su partido.
Los intercambios de descalificaciones recientes entre el nuevo alcalde y el tr¨¢nsfuga principal -se han llamado entre s¨ª payaso, fascista o c¨¢ncer del PP, entre otras lindezas- fueron recordados en el pleno de ayer, a?adiendo sordidez a este proceso, en el que tampoco han faltado acusaciones de soborno y otras formas de corrupci¨®n. Lo peor de la pol¨ªtica a escala local, personificado por el tr¨¢nsfuga en jefe de la operaci¨®n, se ha dado cita en el caso. Hay antecedentes de operaciones similares en beneficio del PSOE, pero es la primera que ocurre desde las elecciones ¨²ltimas en una capital de provincia, y la primera ocasi¨®n en que la reuni¨®n de la Comisi¨®n de Seguimiento reunida para tratar el caso se limita a constatar su impotencia ante la negativa del PP a aplicar lo que la letra y el esp¨ªtitu del pacto se?alan.
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