El gran disgusto de Ferrero
El valenciano no encaj¨® bien ser sustituido por Nadal en los partidos individuales y acept¨® con muchas dudas jugar el de dobles
Le cost¨® recuperarse del disgusto. Porque, s¨ª, sufri¨® un gran disgusto cuando se enter¨® de que el G-3 le hab¨ªa descartado de los partidos individuales del viernes. Juan Carlos Ferrero lo encaj¨® mal. Es un gran campe¨®n, un tenista que ha ganado el torneo de Roland Garros, que ha sido n¨²mero uno del mundo, que ha disputado las finales del Open de Estados Unidos y del Masters..., y le doli¨® estar en su tercera final de la Copa Davis y no defender sus puntos l¨®gicos, los de individuales. "Creo que lo que m¨¢s le molest¨® fue enterarse a ¨²ltima hora, s¨®lo unas cuantas horas antes del sorteo del jueves", explica Antonio Mart¨ªnez Cascales, su entrenador.
La suya est¨¢ siendo una situaci¨®n kafkiana. Lleg¨® mal a Sevilla y los capitanes empezaron a plantear sus dudas. "No le vemos suficientemente bien", le dijeron a Cascales. Pero el t¨¦cnico valenciano segu¨ªa teniendo una confianza absoluta en su pupilo: "Esperad un poco. Estar¨¢ a tope". La cuesti¨®n es que, cuando lleg¨® el mi¨¦rcoles, Ferrero y Cascales consideraban que la evoluci¨®n hab¨ªa sido m¨¢s que correcta y que su nivel estaba ya por encima del 80%. "Estoy para jugar", dijo Juan Carlos. "Creemos que Rafael Nadal est¨¢ en mejor forma", decidieron los capitanes. Y as¨ª se lo comunicaron a Cascales a ¨²ltima hora. "Ya es tarde. Se lo dir¨¦ ma?ana", les respondi¨® ¨¦ste, evidentemente dolido.
"Le cost¨® asumirlo. Y sufri¨® a¨²n m¨¢s al ver al d¨ªa siguiente los peri¨®dicos", explica Cascales, su entrenador
As¨ª que la decisi¨®n del G-3 de agotar hasta el ¨²ltimo d¨ªa para comprobar si Ferrero se hab¨ªa recuperado de la ampolla de su mano derecha y estaba en el mejor tono de su juego acab¨® constituyendo un error para el entorno y para el propio jugador. "Le cost¨® asumirlo", reconoce Cascales; "y sufri¨® m¨¢s a¨²n cuando al d¨ªa siguiente todos los peri¨®dicos abrieron con la noticia de su sustituci¨®n por Nadal para los individuales".
Mientras Nadal jug¨® el partido contra Andy Roddick, Ferrero estuvo en la grada la mayor parte del tiempo y aplaudi¨® incluso algunas jugadas, pero daba la sensaci¨®n de estar un poco ausente. Su actitud y la de su gente tal vez no fue la m¨¢s positiva. Ellos valoraban lo mucho que ha dado al tenis espa?ol y esperaban una respuesta m¨¢s acorde en los momentos dif¨ªciles.
Pero el G-3 no pod¨ªa andarse por las ramas. "Buscamos siempre lo mejor para el equipo. Y pretendemos que todo se haga con la m¨¢xima cordialidad", afirm¨® Jordi Arrese, el responsable que se sienta en el banquillo. En esta ocasi¨®n, sin embargo, la cordialidad lleg¨® a perderse. No abiertamente, es cierto. Pero el ambiente interno del equipo acus¨® los efectos de su decisi¨®n.
Fue muy distinto de 2000, cuando ?lex Corretja, entonces tambi¨¦n n¨²mero uno del equipo espa?ol, tuvo que ceder su plaza a un joven Ferrero, que acab¨® convirti¨¦ndose en el h¨¦roe de la eliminatoria con sus triunfos sobre Lleyton Hewitt y Patrick Rafter, una situaci¨®n paralela a la ocurrida estos d¨ªas entre Nadal y el valenciano. "Creo en los capitanes -entonces el G-4- y estoy convencido de que est¨¢n haciendo lo mejor para el equipo", fue la respuesta de Corretja cuando le dijeron que no jugar¨ªa el primer d¨ªa, en Barcelona, contra Australia y que le reservaban para el doble y para el punto decisivo de la tercera jornada.
Sin embargo, las circunstancias que envolvieron aquella decisi¨®n fueron sustancialmente distintas a las de Sevilla. Corretja lleg¨® al Palau Sant Jordi tras haber derrotado a Hewitt en el Masters, en un excelente presagio. Pero aquella misma semana su entrenador y capit¨¢n espa?ol, Javier Duarte, ya le estuvo preparando mentalmente para encajar una decisi¨®n tan costosa. Y, adem¨¢s, los jugadores y sus entrenadores se hab¨ªan comprometido con el G-4 en aquella cruzada, lo que ahora no ocurre. Corretja gan¨® el punto de dobles junto a Joan Balcells y no lleg¨® a disputar ning¨²n individual.
Ferrero acept¨® ayer a rega?adientes disputar el doble junto a Tommy Robredo. "Le planteamos que Nadal hab¨ªa tenido calambres y que necesitaba una jornada de descanso. Nos parec¨ªa que, f¨ªsicamente, era mejor que no disputara el doble para as¨ª poder contar tambi¨¦n con ¨¦l para el quinto punto en caso necesario", relat¨® un miembro del G-3; "al principio, le cost¨® entender lo que le est¨¢bamos pidiendo. Pero, al final, salimos todos de la sala con una sonrisa en los labios". La opci¨®n de Ferrero y Robredo era la m¨¢s l¨®gica si Nadal no pod¨ªa jugar. Entre 2002 y 2003 hab¨ªan disputado juntos 15 partidos del circuito y alcanzaron los cuartos de final en Rotterdam y Montecarlo.
"?Sab¨¦is d¨®nde me met¨¦is?", les dijo Ferrero a los capitanes; "he jugado muy pocos dobles en los ¨²ltimos tiempos y desde el God¨® del a?o pasado no juego con Robredo. Adem¨¢s, jugamos contra la mejor pareja del mundo. Puede pasar de todo". "Sal a la pista y juega como t¨² sabes. No te exigiremos m¨¢s. Y puede que participes en el punto decisivo", le respondieron. Ferrero pudo de esta forma saltar ayer a la cancha en la final. Pero no gan¨® el punto decisivo.
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