El techo de cristal universitario
S¨®lo el 12% de las c¨¢tedras y cuatro de los 72 rectorados est¨¢n ocupados por mujeres
Alguna cosa no acaba de funcionar en los templos del saber y la investigaci¨®n. A pesar del indudable avance en aras de la igualdad, las mujeres a¨²n sufren una persistente discriminaci¨®n y apenas han conseguido penetrar en los ¨¢mbitos de decisi¨®n del sistema universitario y cient¨ªfico. Un estudio del Observatorio de Bio¨¦tica y Derecho de la Universidad de Barcelona (UB) alerta de que, aunque las mujeres representan casi el 60% de los licenciados,
¨²nicamente el 12% de los puestos de catedr¨¢ticos est¨¢n en manos femeninas y s¨®lo cuatro de los 72 rectorados universitarios que hay en Espa?a est¨¢n ocupados por mujeres. El estudio, llamado Documento sobre mujeres y ciencia, subraya tambi¨¦n que la presencia de las mujeres es pr¨¢cticamente anecd¨®tica en las reales academias, donde s¨®lo 45 de sus 672 miembros lo son.
Seg¨²n el an¨¢lisis, coordinado por Roser Gonz¨¢lez, catedr¨¢tica de Gen¨¦tica de la Universidad de Barcelona (UB), esta situaci¨®n de discriminaci¨®n en los puestos de responsabilidad no se da s¨®lo, como com¨²nmente se piensa, en las ¨¢reas t¨¦cnicas o cient¨ªficas donde la presencia masculina es mayor, sino que se reproduce tambi¨¦n en carreras como Medicina, Derecho o Farmacia, donde las mujeres son mayor¨ªa.
Seg¨²n datos del Ministerio de Educaci¨®n, todav¨ªa no hay ninguna mujer catedr¨¢tica en 27 ¨¢reas universitarias, entre ellas especialidades tan emblem¨¢ticas como Pediatr¨ªa o Teor¨ªa de la Literatura y Literatura Comparada. Adem¨¢s, no hay ninguna mujer entre los 40 miembros de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislaci¨®n, y entre los 49 que forman la Real Academia Nacional de Farmacia s¨®lo cinco son mujeres. Estas llamativas ausencias no se dan s¨®lo en instituciones tan antiguas como las Reales Academias, donde es determinante acreditar un brillante curr¨ªculo universitario. Tambi¨¦n las de reciente creaci¨®n adolecen de una escandalosa falta de equidad. Es el caso de la Fundaci¨®n Catalana para la Investigaci¨®n, que no tiene ni una mujer entre sus 59 miembros, seg¨²n datos de 2003. En el Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), la principal instituci¨®n de investigaci¨®n espa?ola, la situaci¨®n de las mujeres apenas ha mejorado en 30 a?os: desde 1970 a 2003, el n¨²mero de profesoras que dirigen investigaciones
-la categor¨ªa m¨¢s alta- ha pasado del 8% al 15,4%.
El estudio a?ade que las becadas en las universidades para hacer el doctorado son mayor¨ªa, "pero estas doctoras son en buena parte eliminadas por el sistema en el momento de la contrataci¨®n, momento en el que las pol¨ªticas departamentales prevalecen sobre el curr¨ªculo". Y concluye que una cosa es la teor¨ªa, y otra, la pr¨¢ctica: "El reconocimiento de la igualdad de g¨¦nero en los textos de m¨¢s alto nivel de los ordenamientos jur¨ªdicos esconde la discriminaci¨®n de las mujeres en la realidad social", advierte el estudio.
"Hay una pared invisible que hay que derribar, porque la noci¨®n de que es cuesti¨®n de tiempo llegar a los m¨¢s altos puestos de decisi¨®n se revela falsa para las mujeres", explica Mar¨ªa Casado, directora del Observatorio, para quien esta situaci¨®n no variar¨¢ hasta que se apliquen medidas estructurales de cambio. Casado, experta en Filosof¨ªa del Derecho, advierte de que esta situaci¨®n de "discriminaci¨®n f¨¢ctica es a veces dif¨ªcil de percibir, porque una pantalla legal te dice que eres igual, que si trabajas llegar¨¢s a los puestos m¨¢s altos, pero no es as¨ª". Para la catedr¨¢tica de Antropolog¨ªa Social de la UB Mar¨ªa Jes¨²s Bux¨®, el problema no es la formaci¨®n, dedicaci¨®n o calidad del trabajo de las mujeres, "extensamente demostrado", sino una cuesti¨®n pol¨ªtica. Para Bux¨®, "hay que aplicar un correctivo a esta invisibilidad femenina y buscar f¨®rmulas de discriminaci¨®n positiva".
La rectora y catedr¨¢tica de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Rosa Vir¨®s, califica la labor del Observatorio como "trascendental", ya que el Documento mujeres y ciencia es un pormenorizado an¨¢lisis "de la distribuci¨®n del poder, donde se dictan y se deciden las pol¨ªticas cient¨ªficas y universitarias". Para Vir¨®s, "ya ha pasado el momento de las grandes declaraciones y ahora hay que pasar a los hechos". La rectora de la UPF subraya que, en materia de discriminaci¨®n, "la clave es el acceso a los n¨²cleos de poder".
Las coordinadoras del estudio se?alan la dificultad de conocer la situaci¨®n real de las mujeres, puesto que buena parte de los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estad¨ªstica no se diferencian por sexo. "Saber es poder", advierte Roser Gonz¨¢lez, quien se?ala que la manera en las que a veces se presentan los datos, muchos de ellos relativos a la investigaci¨®n y a sectores laborales, "dificulta su comprensi¨®n y limita su an¨¢lisis comparativo".
Para rectificar las actuales pol¨ªticas universitarias y cient¨ªficas, que de facto "desperdician el 50% de los cerebros de la poblaci¨®n", seg¨²n Roser Gonz¨¢lez, el documento recomienda hacer un seguimiento del cumplimiento de las pol¨ªticas de g¨¦nero, reclama la incorporaci¨®n y desarrollo de la normativa de la Uni¨®n Europea y exige a las universidades y centros de investigaci¨®n que se comprometan a adoptar medidas correctivas.
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