El goleador de repuesto
Charisteas, h¨¦roe de Grecia en la Eurocopa, reclama con tantos la titularidad junto a Klose
El Werder Bremen liquid¨® el s¨¢bado su choque con el Friburgo, colista de la Bundesliga, con un castig¨® colosal: 0-6. Para el equipo de Thomas Schaaf, el encuentro fue un tr¨¢mite. Tanto que el autor de tres de los goles, Charisteas, ten¨ªa muy claro al final su orden de prioridades. "Marcar tres veces est¨¢ muy bien, pero la cita que me importa es la de Valencia", declar¨® sin dar importancia a su peque?a proeza, que le sirve para seguir reclamando un puesto de titular. Esta vez entr¨® en el once inicial por imperativo coyuntural, al estar lesionado Klasnic y sancionado Valdez, sus competidores habituales para formar pareja en el ataque con el fijo Klose.
Charisteas (Serres, Grecia; 1980) ha disputado en este curso diez partidos de la Liga alemana y conseguido cinco goles, pero casi siempre saliendo desde el banquillo. En la Champions suma 72 minutos de juego, repartidos en cuatro encuentros, y su ¨²nico gol hasta ahora sirvi¨® precisamente para derrotar al Valencia en septiembre en Bremen. Un gol importante, tanto como los tres que firm¨® en la pasada Eurocopa y que fueron adquiriendo un valor ascendente seg¨²n avanzaba el torneo. El primero sirvi¨® para empatar ante Espa?a, en la primera fase, aprovechando la ¨²nica oportunidad que tuvo ante Casillas. El segundo, de cabeza, elimin¨® a Francia en los cuartos de final. Y el tercero es el que pas¨® a la historia. D¨ªa 4 de julio de 2004. Lisboa, estadio de la Luz. Portugal y la sorprendente, rocosa y ultradefensiva Grecia disputan la gran final. A los 57 minutos, Seitaridis lanza un c¨®rner. El defensa central portugu¨¦s, Costinha, no salta y Charisteas se eleva para conectar un glorioso cabezazo que corona a Grecia como campeona de Europa.
Apenas un mes antes, el delantero griego, al finalizar la competici¨®n germana, estaba despidi¨¦ndose de sus compa?eros del Werder dese¨¢ndoles un feliz verano y prometi¨¦ndoles, con una sonrisa ir¨®nica, que se retirar¨ªa del f¨²tbol si en agosto volv¨ªa de las tierras lusas con el t¨ªtulo de campe¨®n bajo el brazo. Contra todo pron¨®stico, la utop¨ªa se concret¨®. Pero, naturalmente, incumpli¨® su jocoso juramento entre las asombradas felicitaciones de sus colegas.
Charisteas es un tipo querido en el vestuario del Werder, que le bautiz¨® como Harry cuando lleg¨® en 2002. El club de Bremen hab¨ªa pagado tres millones de euros al Aris de Sal¨®nica por su traspaso, el m¨¢s caro del f¨²tbol heleno. Pero su nuevo equipo no le ten¨ªa reservado un papel de protagonista. Ese rol era para el brasile?o Ailton, el m¨¢s prol¨ªfico goleador en las ¨²ltimas campa?as, cuya figura eclipsaba su emergente estampa.
En la selecci¨®n griega tiene Charisteas su refugio preferido. En ella se siente importante desde 2001, cuando debut¨®, con 20 a?os, batiendo r¨¦cords de precocidad goleadora. Y m¨¢s desde 2003, al amparo del seleccionador Otto Rehhagel, un teut¨®n que hab¨ªa dirigido al Werder durante 14 a?os y que jam¨¢s tiene reparo en desplazarse de Atenas a Bremen para ver jugar a su pupilo. Rehhagel siempre halaga la laboriosidad y el af¨¢n de superaci¨®n de Charisteas. Un rematador con poca t¨¦cnica, pero con mucha confianza en sus 191 cent¨ªmetros, que alimentan su potencial en el juego a¨¦reo, y en su sentido del tiempo para invadir los espacios libres del ¨¢rea y marcar goles con un solo toque.
Tras su gran Eurocopa y la marcha de Ailton al Schalke, Charisteas se imaginaba titular en el werder. Se equivoc¨®. Y por eso Rehhagel le aconseja un cambio de aires: "Esto no puede seguir as¨ª. Necesita jugar y debe encontrar en la pausa invernal un equipo para hacerlo". Charisteas, que ha marcado 12 goles en 36 partidos con su selecci¨®n, es tambi¨¦n, con dos, el m¨¢ximo realizador en la fase de clasificaci¨®n para el pr¨®ximo Mundial, el de Alemania 2006, que se le est¨¢ complicando a los campeones europeos. Pero los deseos de Rehhagel no coinciden con los del Werder, tal y como expresa su gerente, Klaus Allofs: "Queremos que Charisteas se quede y tenemos que convencerle". Cualquiera querr¨ªa tener un goleador de recambio por si el titular se resfr¨ªa.
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