El microcr¨¦dito, soluci¨®n contra la exclusi¨®n financiera
Uno de los obst¨¢culos que impiden que el extranjero emprendedor ponga en marcha su idea de negocio es la falta de bienes ra¨ªces en Espa?a, aval necesario para la concesi¨®n de un cr¨¦dito convencional. Para salvar esta barrera -la exclusi¨®n financiera, que seg¨²n los analistas puede afectar hasta al 10% de la poblaci¨®n- existen en Espa?a desde hace varios a?os unos pr¨¦stamos que surgieron en los pa¨ªses en desarrollo. Son los microcr¨¦ditos, cuyo aval es la palabra de quien los solicita. La fundaci¨®n Un Sol M¨®n (Un solo mundo) de Caixa Catalu?a comenz¨® a concederlos, y desde hace dos a?os los otorga en toda Espa?a un programa del Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO), a trav¨¦s de las entidades financieras.
Elena Aranda, directora de Mediaci¨®n y Pol¨ªtica Econ¨®mica del ICO explica el perfil de las personas a las que se dirige un proyecto de cr¨¦ditos que ha permitido crear 1.051 empleos desde que empez¨® el programa en 2002: "Se trata de personas que, sin trabajo, sin domicilio estable, sin experiencia con el sistema financiero, y sin avales, no pueden acceder a los canales habituales de financiaci¨®n". El Instituto no se dirige s¨®lo a inmigrantes (tambi¨¦n gestionan cr¨¦ditos a emprendedores parados o discapacitados), pero los proyectos de extranjeros suponen un tercio de las 919 operaciones firmadas. Los solicitantes son en su mayor¨ªa argentinos, colombianos y ecuatorianos, que optan sobre todo por montar restaurantes de comida t¨ªpica de sus pa¨ªses.
Condiciones ventajosas
Los microcr¨¦ditos del ICO (al 5,5% de remuneraci¨®n y amortizables en tres o cuatro a?os, sin periodo carencia) apoyan proyectos viables econ¨®micamente, y pueden ser de hasta 25.000 euros anuales. El Fondo Europeo de Inversiones cubre el 60% del riesgo de impago de estos microcr¨¦ditos de 2002 a 2005.
Italo Mart¨ªnez, argentino de 51 a?os, es el ganador del premio Microcr¨¦ditos ICO de este a?o. Su peripecia comienza en Mendoza, ciudad al pie de los Andes donde era funcionario municipal. En 2002 emigra a Espa?a donde ya estaban sus cuatro hijos, y empieza a buscar empleo en Santander: "El problema era mi edad; me dec¨ªan que era demasiado mayor para trabajar. Por eso, hac¨ªa garrapi?adas que vend¨ªa por la calle, hasta que vi un anuncio del ICO y decid¨ª montar una tienda. No pod¨ªa dejar que mis hijos me mantuvieran".
Alimentaci¨®n Mis Nietos, se llama su empresa; 30 metros cuadrados de comida, refrescos, y "por supuesto, yerba mate", para que sus compatriotas combatan la nostalgia y sus ocho nietos recuerden el sabor de la tierra de sus padres.
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