Espa?a, a la cola

La radiograf¨ªa del estado de la educaci¨®n en los pa¨ªses de la OCDE, el Informe PISA 2003, ha hecho saltar la alarma sobre los malos resultados obtenidos por el sistema espa?ol. Aunque los conocimientos y habilidades de los espa?oles en matem¨¢ticas, comprensi¨®n lectora y cultura cient¨ªfica ya aparec¨ªan a la cola de los pa¨ªses desarrollados en 2000, el macroestudio hecho p¨²blico el lunes revela un preocupante estancamiento, e incluso un empeoramiento en lectura. Estos resultados cobran especial relevancia al incidir en el debate sobre la reforma del sistema educativo no universitario.

El Ministerio de Educaci¨®n, a trav¨¦s de su secretario general, Alejandro Tiana, ha asegurado que tomar¨¢ nota de cara a los cambios que prepara, pero ha se?alado con alarmante complacencia que el puesto que ocupa Espa?a es el que le corresponde seg¨²n su nivel de cultura y riqueza. Una afirmaci¨®n que se compadece mal con la realidad, pues varios pa¨ªses reci¨¦n incorporados a la UE, con una renta media sensiblemente m¨¢s baja, aparecen por delante. Est¨¢ claro que ni se han puesto los medios adecuados ni se han promovido pol¨ªticas efectivas para situar a Espa?a en el nivel de los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa. Bastan para demostrarlo los ejemplos de Polonia -que en apenas cuatro a?os ha hecho mejorar su educaci¨®n con una reforma educativa acertada- o el de Irlanda, que casi con la misma inversi¨®n por alumno que Espa?a consigue mejores calificaciones.

Entre los factores que influyen en el suspenso espa?ol destaca la baja inversi¨®n que hist¨®ricamente se ha destinado a la educaci¨®n, con un gasto por alumno por debajo de la media de la OCDE. Tambi¨¦n inciden la escasa inversi¨®n en infraestructuras p¨²blicas y la falta de pol¨ªticas de incentivaci¨®n del profesorado. As¨ª como los cambios sociales que ha experimentado Espa?a, con un aumento de alumnos inmigrantes (unos 100.000 m¨¢s al a?o), al que no se ha respondido con el esfuerzo necesario, y el distanciamiento entre los centros educativos y las familias.

Para enfrentarse a estos retos, un sistema educativo de calidad y de futuro debe buscar la elevaci¨®n del nivel de todos sus alumnos, que es la manera de incrementar a medio plazo el de todo el pa¨ªs, mediante una seria apuesta de Estado con la colaboraci¨®n de las comunidades aut¨®nomas. No estar¨ªa mal que el Gobierno empezara por analizar y, en su caso, aprender de los modelos desarrollados en las tres comunidades aut¨®nomas que se han analizado en este informe (Castilla y Le¨®n, Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco), que han obtenido resultados por encima de media espa?ola.