Vocaci¨®n
Oigo por la radio a Carlos Castilla del Pino decirle a Gemma Nierga que tiene vocaci¨®n de ciudadano. Su confesi¨®n me ha dado la clave de por qu¨¦ en Berl¨ªn, ciudad de la que acabo de llegar, se tiene la impresi¨®n de que cada persona sabe lo que tiene que hacer y lo hace. En Berl¨ªn, la "vieja Europa", todo el mundo parece salir de casa cada ma?ana dispuesto a asumir su parte de responsabilidad en el funcionamiento general de las cosas, para que su propia vida y la de todos tenga la calidad que se merece quien cumple con su obligaci¨®n. Los berlineses, como otros habitantes de otras ciudades europeas, tienen eso que Castilla del Pino ha llamado por la radio vocaci¨®n de ciudadanos. Es lo que nos falta, sabemos exigir como nadie, poner en solfa incluso lo que funciona razonablemente o hasta bien, pero nos faltan todav¨ªa los a?os que nos llevan de ventaja los habitantes de la "vieja Europa" para alcanzar la plena conciencia de lo que somos, ciudadanos, es decir entes no s¨®lo con derechos sino tambi¨¦n y en el mismo porcentaje con obligaciones. La vocaci¨®n de ciudadano se cumple, cuando se participa en el bien com¨²n, cuando cada cual desde el lugar en el que desarrolla su actividad hace su trabajo con rigor sabiendo que es responsable de su parte para que el todo, en beneficio de la comunidad, funcione. En el bolet¨ªn de la SER, anterior a la entrevista con Castilla del Pino, o¨ª que Sevilla va a ser sede da la Agencia Estatal de Evaluaci¨®n de los Servicios P¨²blicos. Es una buena noticia porque est¨¢ muy bien la voluntad de transparencia que esa decisi¨®n supone, transparencia que nos permitir¨¢ saber si el Gobierno, o la Junta de Andaluc¨ªa, porque el prop¨®sito es que su ¨¢mbito abarque tambi¨¦n a los servicios que prestan las Comunidades Aut¨®nomas, gastan bien el dinero en los servicios p¨²blicos para que sean eficaces. Pero todav¨ªa nos falta mucho para tener bien sabido y asumido que no es solo el Gobierno, no solo la administraci¨®n sino todos y cada uno, con esa vocaci¨®n de ciudadanos que obliga y exige, los que tenemos que cumplir y, por cierto, no hay mejor manera de cargarse de razones para protestar y exigir cuando las cosas no funcionan. Es lo que se ve en esa "vieja Europa" de la que una corta y seca mirada pol¨ªtica trat¨® de alejarnos y que, sin embargo, tanta ventaja de progreso, sin duda consecuencia de la vocaci¨®n ciudadana, nos lleva.
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