El primer ensayo espa?ol con hero¨ªna culmina con ¨¦xito y supera a la metadona
Los 23 toxic¨®manos tratados en Granada mejoraron su salud y delinquieron menos
La hero¨ªna suministrada bajo control m¨¦dico con atenci¨®n socioecon¨®mica y jur¨ªdica ayuda a rehabilitar toxic¨®manos de larga duraci¨®n. ?sta es la conclusi¨®n a la que han llegado los responsables del primer ensayo espa?ol con hero¨ªna, realizado desde 2003 en Granada. Durante nueve meses, 23 adictos recibieron la droga. Los m¨¦dicos compararon su mejor¨ªa con la de otros 21 que s¨®lo recibieron metadona. Los primeros mejoraron su salud f¨ªsica y mental, y redujeron la comisi¨®n de delitos y el riesgo de contagio de sida por encima del resto. La metadona s¨®lo fue suficiente para 10 de los 21 pacientes tratados con ella. Los dem¨¢s pasar¨¢n a recibir hero¨ªna en tratamiento compasivo. Los resultados son similares a los obtenidos en Suiza y Holanda.
El hospital Virgen de las Nieves de Granada acogi¨® los primeros chutes legales en agosto del a?o pasado. La intenci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa, promotora del ensayo, era demostrar que la hero¨ªna es m¨¢s eficaz que la metadona para mejorar la salud de los pacientes y reinsertarlos socialmente. Para ello dividieron a los 62 participantes en dos grupos (experimentaci¨®n y control). El primer grupo recibi¨® durante nueve meses dos dosis diarias de hero¨ªna (personalizadas seg¨²n su consumo fuera del hospital y su estado de ¨¢nimo) y una de metadona. El resto s¨®lo tom¨® esta segunda sustancia. Todos hab¨ªan fracasado al menos dos veces en tratamientos convencionales con metadona y ten¨ªan problemas de salud (sida, hepatitis), problemas psiqui¨¢tricos o delitos pendientes. En abril, Catalu?a comenz¨® un ensayo con hero¨ªna por v¨ªa oral.
La experiencia andaluza, aprobada por el Plan Nacional sobre Drogas y el Ministerio de Sanidad, termin¨® el pasado 25 de noviembre. Los primeros resultados proporcionados por la consejer¨ªa de Igualdad y Bienestar Social de Andaluc¨ªa avalan la hip¨®tesis inicial, seg¨²n los responsables del proyecto.
Abandono voluntario
S¨®lo cuatro miembros del grupo experimental (hero¨ªna) abandonaron voluntariamente el proyecto antes de que terminara o fueron invitados a hacerlo por seguir cometiendo delitos o inclumplir las normas del ensayo (otros cuatro lo hicieron forzosamente al tener que entrar en prisi¨®n por delitos cometidos antes del ensayo). Entre los 31 que iniciaron el tratamiento con metadona, 10 no lo aguantaron y abandonaron por propia voluntad.
Los primeros datos arrojan un porcentaje de fracaso en metadona del 32%, similar al de los programas convencionales de la sanidad p¨²blica. Sin embargo, entre los que tomaron hero¨ªna, ese porcentaje se redujo al 14%, lo que para el investigador principal del ensayo, Joan Carles March, "demuestra que la hero¨ªna es una buena alternativa para la gente que fracasa en los programas de metadona". A los tres meses de empezar el ensayo, los pacientes del grupo experimental mejoraron su estado f¨ªsico cuatro veces m¨¢s que sus compa?eros de metadona, el doble su salud mental y redujeron a un cuarto el riesgo de contagio por VIH y los delitos cometidos.
El n¨²mero de pacientes que, tras terminar el ensayo, pasaron al tratamiento compasivo de hero¨ªna es otro de los argumentos a favor de esta sustancia. Entre los 34 que podr¨¢n seguir consumi¨¦ndola de por vida se encuentran los 23 que la recibieron durante el ensayo, pero tambi¨¦n otros 11 del grupo de metadona para los que los m¨¦dicos dictaminaron la insuficiencia del sustituto. S¨®lo 10 de ellos lograron mejorar su salud y sus condiciones de vida sin tomar hero¨ªna.
"Esto no significa que la metadona no valga como tratamiento para los heroin¨®manos", explica March, que subraya que de los 10 pacientes que la tomaron sin pasar despu¨¦s a la hero¨ªna compasiva, cinco de ellos ni siquiera lo solicitaron. "Los 44 participantes han mejorado su salud y sus condiciones de inclusi¨®n social, pero los que tomaron hero¨ªna, todav¨ªa m¨¢s, lo que significa que la sustancia influye", a?ade.
Para March, la droga "ha funcionado mejor con los viejos rockeros, es decir, los que llevaban m¨¢s tiempo pinch¨¢ndose", pero los resultados del grupo de metadona "indican que los programas actuales de dispensaci¨®n de esta sustancia podr¨ªan mejorarse con un tratamiento que incluyera suficiente atenci¨®n legal, psicol¨®gica y socioecon¨®mica". "En realidad no sabemos cu¨¢nto influye la hero¨ªna y cu¨¢nto la asistencia social en los resultados del ensayo".
Aparte del personal m¨¦dico y de enfermer¨ªa encargado de la gesti¨®n de los opi¨¢ceos, el Programa Especial de dispensaci¨®n de Estupefacientes en Andaluc¨ªa (Pepsa) contrat¨® a un abogado que se encarg¨® de seguir los juicios que los pacientes arrastraban desde antes del programa para evitar que la c¨¢rcel interrumpiera sus tratamientos, una labor en la que colaboraron los jueces de Granada gracias a un acuerdo con los responsables del ensayo. Dos trabajadoras sociales consiguieron pensiones no contributivas y ayudas sociales para el 80% de los participantes que, hasta entonces, carec¨ªan de ingresos. Los pacientes se comprometieron a cursar talleres de inclusi¨®n laboral para tratar de encontrar trabajo. Varios lo han conseguido.
MIGUEL QUESADA / Abogado. "La delincuencia baj¨®"
Miguel Quesada es el abogado que, durante el ensayo, trat¨® de evitar que la c¨¢rcel acabara con el tratamiento de los pacientes. Tras participar en su selecci¨®n, Quesada sigui¨® las causas penales de todos ellos y defendi¨® a los que cometieron delitos. "Garantiz¨¢bamos a los jueces la participaci¨®n de nuestros pacientes en los juicios para que no fueran a prisi¨®n provisional", explica. El abogado asegura que la delincuencia en el grupo se redujo un 73% durante los meses del ensayo. "Los delitos fueron cometidos por muy pocas personas y todos carecieron de peligrosidad. Hubo un caso de un tir¨®n, otro de menudeo de droga y varios hurtos", dice. "Pero nunca se utilizaron armas". "A medida que el programa avanzaba, la preocupaci¨®n por los temas penales disminuy¨® y se centr¨® en temas civiles, como visitas a los hijos, problemas de Hacienda o multas de tr¨¢fico y de consumo", concluye.
C. RODR?GUEZ / Trabajadora social. "No ten¨ªan ni el DNI"
Cristina Rodr¨ªguez, una de las dos trabajadoras sociales del ensayo, tramit¨® las ayudas y pensiones al 80% de sus pacientes. "Cuando empez¨® el proyecto nos encarg¨¢bamos de gestiones b¨¢sicas como el DNI, la tarjeta sanitaria o el empadronamiento, porque la mayor¨ªa nunca se hab¨ªan preocupado de hacerlo", dice Rodr¨ªguez. "Despu¨¦s gestionamos las pensiones no contributivas o el salario social de la Junta de Andaluc¨ªa (285 euros mensuales) dando la lata para que lo consiguieran [el 80% lo hizo]. A veces los acompa?¨¢bamos porque hab¨ªa gente que no sab¨ªa leer", a?ade. "Les ayud¨¢bamos a encontrar trabajo deriv¨¢ndolos a servicios de orientaci¨®n. Algunos han conseguido trabajos en la aceituna, como camareros o en la construcci¨®n, pero hay muchos que no tienen formaci¨®n. Para ellos tramit¨¢bamos cursos como conducci¨®n de camiones, chapa y pintura de veh¨ªculos o mantenimiento de ordenadores".
ANTONIO MORENO / Juez. "Integrar al colectivo"
El juez decano de Granada, Antonio Moreno, comunic¨® a los responsables del ensayo los procesos abiertos contra sus pacientes y explic¨® a los jueces el funcionamiento del programa. "Firmamos un convenio con el programa por el que me convert¨ªa en enlace entre sus responsables y los distintos juzgados de instrucci¨®n. Yo les informaba sobre el estado de las causas abiertas y los delitos que pudieron cometer durante el tratamiento", explica Moreno. "Inform¨¦ a los dem¨¢s jueces del contenido del programa y algunos visitamos las instalaciones donde pudimos hablar con los pacientes. Ped¨ª a los jueces de lo penal que trataran sus casos con especial atenci¨®n y con el menor riesgo de abandono para ellos, decretando si fuera posible la suspensi¨®n de las condenas que se produjeron". "Todos los jueces lo acogieron como una apuesta por reintegrar a la sociedad a este colectivo".
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