Un puente con un final horrible para la familia
"Es un horror y no s¨¦ c¨®mo vamos a salir de este infierno". Con estas palabras se lamentaban los familiares de Fulgencio Soria y Victoria L¨®pez Castellano por la muertes de ambos a causa del accidente causado por el conductor homicida.
Fulgencio Soria, nacido el 12 de febrero de 1964, ingres¨® en la Guardia Real el 7 de junio de 1982 como soldado de infanter¨ªa de Marina. Ascendi¨® a sargento en 2003, pese a que pas¨® a la reserva en septiembre de 1999. En ese tiempo, desempe?¨® su trabajo en la secci¨®n de motos, donde "prest¨® sus servicios de modo ejemplar", seg¨²n un portavoz de la Guardia Real. Fue condecorado con la cruz de plata de la orden del m¨¦rito civil y una menci¨®n honor¨ªfica.
Fulgencio conoci¨® a Victoria L¨®pez Castellano en un viaje que hizo con la Guardia Real a Espinosa de los Monteros (Burgos), de donde regresaban ayer tras haber pasado el puente con la familia de ella. La esposa era especialmente querida en el colegio de sus hijos, en la colonia de Puerta de Hierro. La mujer no trabajaba, pese a tener el t¨ªtulo de Educaci¨®n Especial. "Era muy cari?osa y quer¨ªa a sus hijos con locura. Se implicaba en todas las actividades", se?alaron algunas madres del colegio de los hijos.
El conductor kamikaze, que naci¨® el 5 de octubre de 1964, trabajaba como cajero de una sucursal bancaria del distrito de Barajas, en la capital madrile?a. Estaba soltero y resid¨ªa en la urbanizaci¨®n el Soto de la Moraleja, en Alcobendas, junto a la autov¨ªa de Burgos. Hab¨ªa tenido problemas por depresi¨®n. Estaba en tratamiento con medicaci¨®n, pero no se hab¨ªa tomado la baja laboral.
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