La financiaci¨®n de la investigaci¨®n universitaria
La investigaci¨®n espa?ola presenta niveles de financiaci¨®n del 1,1% del PIB en Espa?a. Muy lejos del 3% que planteaba la Uni¨®n Europea para el 2010
Los d¨ªas 25 y 26 de noviembre se reuni¨® el Plenario de la Sectorial de I + D + i de la Conferencia de Rectores de las Universidades Espa?olas para debatir, entre vicerrectores de investigaci¨®n y representantes pol¨ªticos, los temas m¨¢s candentes de la investigaci¨®n universitaria. En este plenario, se ha formalizado la interlocuci¨®n con los nuevos responsables de investigaci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, quienes han expuesto la l¨ªnea de continuidad de algunos programas (proyectos de investigaci¨®n, beca, contrataci¨®n de doctores, etc.) y la intenci¨®n de poner en marcha nuevas iniciativas que, en general, implican la colaboraci¨®n y la cofinanciaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas: renovaci¨®n de instrumental cient¨ªfico, incentivaci¨®n de la estabilizaci¨®n de investigadores cualificados, apoyo a la dedicaci¨®n intensiva a la investigaci¨®n.
De entre todos los temas tratados, destaca uno, que es el origen de la mayor parte de males que aquejan a la investigaci¨®n universitaria espa?ola: su financiaci¨®n. En efecto, la investigaci¨®n espa?ola presenta niveles de financiaci¨®n bajos: un 1,1% del PIB en Espa?a, tras un aumento heroico de cent¨¦simas en el ¨²ltimo a?o. Muy lejos del 3% que planteaba la Uni¨®n Europea como cifra m¨¢gica para el 2010, y a¨²n m¨¢s alejado de Suecia, Finlandia, Estados Unidos o Jap¨®n, e incluso de nuevos pa¨ªses de la Uni¨®n como Eslovenia o Chequia.
No debemos olvidar que las universidades, a pesar de que desarrollan la mayor parte de la investigaci¨®n de este pa¨ªs, siguen siendo consideradas, de manera casi exclusiva, centros docentes. Los Planes de Financiaci¨®n se suelen dise?ar de manera predominante o exclusiva a partir de criterios docentes, es decir, seg¨²n el n¨²mero de alumnos matriculados. Ello hace que la investigaci¨®n se deba financiar en gran medida con proyectos de investigaci¨®n, contratos o convenios, que, como muchos estudios han demostrado, no cubren los gastos reales que implican. Dichos gastos se calculan entre el 20% y el 30% de los recursos externos obtenidos, de acuerdo con el grado de experimentalidad del ¨¢rea de conocimiento.
A la insuficiencia de financiaci¨®n, hay que sumar la naturaleza del dinero dedicado a la investigaci¨®n y sus condiciones de ejecuci¨®n. Como es sabido, el dinero dedicado a los proyectos de investigaci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia procede en buena medida de Fondos Feder (?qu¨¦ pasar¨¢ en el cercano 2006?). Eso implica que se trata de anticipos reembolsables, es decir, el dinero de Europa se recibe cuando el proyecto est¨¢ finalizado y en el caso de que se considere justificado hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo en un proceso econ¨®mico-administrativo de gran complejidad. As¨ª, el anunciado incremento de los costes indirectos de los proyectos del Ministerio, del 15% al 19%, tan aplaudido por las universidades, podr¨ªa ser insuficiente para cubrir los gastos de gesti¨®n y de auditor¨ªa que se suman a la presi¨®n burocr¨¢tica que ahoga la investigaci¨®n en nuestro pa¨ªs.
Por otro lado, Espa?a cuenta con una Ley de Subvenciones, pensada para otras finalidades, que dificulta e incluso impide una ejecuci¨®n ¨¢gil de los presupuestos de investigaci¨®n, ya que los considera al mismo nivel que cualquier otro tipo de subvenci¨®n.
En este contexto, las universidades abogan por un reiteradamente demandado Pacto por la Ciencia que, citando literalmente el comunicado del Plenario, "mejore el escenario institucional y favorezca el aumento de los recursos a la I+D+i espa?ola". Dicho comunicado establece como primera preocupaci¨®n de la Sectorial la "creaci¨®n de un fondo de apoyo a la investigaci¨®n en todos los planes de financiaci¨®n de las universidades, que obedezca al cumplimiento de objetivos cient¨ªfico-tecnol¨®gicos".
Y todo ello se fundamenta en la idea de que la investigaci¨®n es un bien de inter¨¦s social, independiente del color pol¨ªtico de los gobernantes, y que las universidades son centros docentes e investigadores: la docencia universitaria lo es realmente en la medida en que sus ense?anzas tienen detr¨¢s el sello de calidad y actualizaci¨®n constante de la investigaci¨®n cient¨ªfica. Y si estamos de acuerdo en eso, la financiaci¨®n de las universidades deber¨ªa reflejarlo, asignando fondos espec¨ªficos en concepto de investigaci¨®n y transferencia de tecnolog¨ªa, de manera que se incrementen los escasos recursos dedicados a la I+D+i y se produzca una mejora sustancial en la calidad y cantidad de la investigaci¨®n, el desarrollo tecnol¨®gico y la innovaci¨®n.
La RUVID es la Red de Universidades Valencianas para el Fomento de la Investigaci¨®n, el Desarrollo y la Innovaci¨®n.
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