El hombre ex enfermo de Europa
El jefe de Gobierno turco, Recep Tayyip Erdogan, es muy adepto a una particular contra-cita. El l¨ªder islamista subraya que cuando la diplomacia brit¨¢nica calific¨® en el siglo XIX al imperio otomano de hombre enfermo, no dijo de Asia, sino de Europa. Y tiene raz¨®n en que no hay que recurrir a lo geogr¨¢fico para negar la filiaci¨®n europea de Turqu¨ªa. Durante m¨¢s de cuatro siglos la mayor parte de los s¨²bditos de los sultanes de Estambul fueron europeos; las guerras del imperio se libraron contra otros poderes europeos; y en el concierto de Europa figuraba prominentemente la Sublime Puerta, que hab¨ªa sido una puerta de verdad, de entrada al ¨²ltimo santuario del poder.
La UE va a anunciar ma?ana que aprueba el inicio de negociaciones para la adhesi¨®n de Turqu¨ªa, aunque anotando que no garantiza el ¨¦xito del proceso. Ankara acepta el matiz, si bien advirtiendo que tambi¨¦n puede rechazar ella el ingreso, si los t¨¦rminos no son satisfactorios. Pero es absurdo enredarse en un debate sobre si la accesi¨®n ha de ser plena o limitarse, como dice Val¨¦ry Giscard, a una asociaci¨®n especial, a la medida de las reticencias que siente la opini¨®n bien informada -francesa, alemana y holandesa-, porque nadie sabe qu¨¦ clase de Uni¨®n Europea estar¨¢ a la espera, ni qu¨¦ clase de Turqu¨ªa llamar¨¢ a la puerta hacia 2020, tiempo veros¨ªmil del posible ingreso.
Aunque le deseamos una salud de hierro, no parece que el franc¨¦s, padre del proyecto de Constituci¨®n europea, se halle en esa fecha para muchas iniciativas, y la propia Turqu¨ªa dif¨ªcilmente permanecer¨¢ en el balanc¨ªn en el que se encuentra, gobernada por unos islamistas que juran que no hay integrismo alguno que temer de ellos. Si Erdogan tiene una agenda secreta para llevar a su pa¨ªs a la teocracia, o si es sincera su conversi¨®n a la pol¨ªtica secular de Occidente, son cosas que van a saberse mucho antes de 2020.
La adhesi¨®n de Turqu¨ªa es a d¨ªa de hoy una oferta muy interesante. M¨¢s que en su presunta calidad de puente al mundo ¨¢rabe, con el que tiene la dif¨ªcil relaci¨®n de antigua potencia imperial, como puede ser m¨¢s ¨²til a Occidente es como adelantada en el Asia central, tambi¨¦n musulmana pero no ¨¢rabe. Kazajist¨¢n, Kirguizist¨¢n, Turkmenist¨¢n, Tayikist¨¢n y Uzbequist¨¢n agrupan a unos 100 millones de hablantes de lenguas t¨²rquicas, aunque en modo alguno cree eso un v¨ªnculo como entre Am¨¦rica Latina y Espa?a.
Con el fin de la Guerra Fr¨ªa, Turqu¨ªa dej¨® de ser el centinela de Occidente en los contrafuertes del C¨¢ucaso y las riberas del mar Negro a comienzos de los noventa, con lo que su pol¨ªtica exterior ten¨ªa que aspirar a ganarse la vida de otra forma. Y hoy, con EE UU hundido en todos los hit parade del mundo isl¨¢mico, gracias a su manejo del absceso iraqu¨ª, y Europa, ampli¨¢ndose sin haber decidido antes qu¨¦ quiere ser, Turqu¨ªa es lo mejor que la UE tiene para competir con Rusia e Ir¨¢n, que son de la zona.
Mosc¨² pretende mantener la presencia militar y el tutelaje pol¨ªtico de esos pa¨ªses, que formaban parte de la URSS, al tiempo que se opone al integrismo isl¨¢mico por temor al contagio tipo Chechenia en sus territorios lim¨ªtrofes; Teher¨¢n, sin apoyar movimientos insurreccionales porque prefiere estabilidad a caos en sus fronteras, financia a alguna minor¨ªa religiosa chi¨ª, como en Tayikist¨¢n, para tener piezas propias que mover; y Turqu¨ªa, aunque carece de subrogados de categor¨ªa in situ, vende separaci¨®n de religi¨®n y Estado, as¨ª como conexi¨®n privilegiada con EE UU; y todos ellos quieren participar en la construcci¨®n de oleoductos de gas y crudo hacia el Mediterr¨¢neo. Ankara ser¨ªa, as¨ª, una especie de comisionista que cobrar¨ªa por hacer de broker de ambos lados; su valor para Europa ser¨ªa Asia central, y para Asia central, Occidente.
El mayor atractivo, sin embargo, de Turqu¨ªa reside en lo simb¨®lico: la demostraci¨®n de que un pa¨ªs musulm¨¢n puede ser democr¨¢tico y pertenecer a Occidente, as¨ª como que con su ingreso ya nadie podr¨¢ decir que Europa sea un club cristiano. Pero nadie sabe c¨®mo vaya a ser la Turqu¨ªa del siglo XXI. Cabe pensar que haya una pugna entre la idea europea y la asi¨¢tica u oriental de s¨ª misma. Y menos a¨²n se sabe qu¨¦ papel jugar¨¢ el islamismo en todo ello.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.