Un libro otorga a Carlos Cano el t¨ªtulo de cronista del pueblo andaluz
Ramos Espejo y T¨¦llez publican 'Una vida de coplas'
Explic¨® a los andaluces lo que significaba serlo. Recorri¨® Andaluc¨ªa pueblo a pueblo reivindicando los s¨ªmbolos, la cultura y la m¨²sica de su tierra convirti¨¦ndose en un periodista con guitarra o un trovador a menudo inc¨®modo para el poder. Cuatro a?os despu¨¦s de su muerte, Antonio Ramos Espejo y Juan Jos¨¦ T¨¦llez, amigos de Carlos Cano, recorren los pasos del cantautor granadino bajo el t¨ªtulo Una vida de coplas.
Dicen que Jos¨¦ Carlos Cano Fern¨¢ndez, (1946-2000) camarero, alba?il y emigrante, descubri¨® el significado su tierra a mil kil¨®metros de donde naci¨®. Emigrantes andaluces en Barcelona, donde trabaj¨® durante a?os, le ense?aron a valorar su bandera y su cultura y, armado de una guitarra, decidi¨® transmitir el mensaje. Cuatro a?os despu¨¦s de su muerte dos amigos periodistas hacen la cr¨®nica de este "cronista" al que otorgan en Andaluc¨ªa el lugar que Bob Dylan ocupa en EE UU o V¨ªctor Jara en Chile. "Situamos al personaje como un trovador de su tiempo, como el cantor de un pueblo", explica Ramos.
Carlos Cano, una vida de coplas, editado por la Fundaci¨®n Jos¨¦ Manuel Lara, recorre la vida y la obra del granadino desde que, a los 13 a?os, un miembro de la tuna le regalara una guitarra con tapas negras que, seg¨²n Ramos, en sus inicios, "s¨®lo sab¨ªa aporrear". Su infancia estigmatizada como nieto de un obrero socialista fusilado; su relaci¨®n con Juan de Loxa que le abri¨® el hambre de respuestas a sus inquietudes -junto al que fund¨® el movimiento Manifiesto Canci¨®n del Sur-, o las lecciones de canto que le dio Lluis Llach para vencer su timidez, son algunos de los episodios que los autores relatan en esta biograf¨ªa basada en su relaci¨®n personal con el cantante de La Verdiblanca, himno de la libertad y la autonom¨ªa en Andaluc¨ªa.
El libro relata tambi¨¦n su ¨¦poca maldita, tras la transici¨®n, cuando sus filiaciones pol¨ªticas (cercanas al PA e IU) lo marginaron de los circuitos comerciales, la radio y la televisi¨®n. "De esa ¨¦poca es su entrevista con Alfonso Guerra, en la que le pregunt¨®: 'bueno ?y de lo m¨ªo, qu¨¦?", cuenta T¨¦llez, que recuerda que su reconocimiento definitivo s¨®lo le lleg¨® cuando el coraz¨®n le dio el primer aviso, cuatro a?os antes de su muerte.
Ayer varios amigos entre los que se encontraban el propio Loxa y el defensor del pueblo andaluz, Jos¨¦ Chamizo, le rindieron homenaje en la presentaci¨®n del libro. El acto concluy¨® con los cantos de sus compa?eros de Poes¨ªa 70 y Manifiesto Canci¨®n del Sur.
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