La luz
Hay verdades fundamentales pero improductivas hasta que alguien da con su formulaci¨®n cient¨ªfica. De ah¨ª el culto a las ecuaciones, que traducen al lenguaje de la vigilia los barruntos on¨ªricos. S¨®lo los poetas y los sabios son capaces de dar ese salto de una a otra dimensi¨®n. Y lo dan apoyados en un humilde verso o en una breve f¨®rmula algebraica. No sabemos si colocar a Fraga en el apartado de los poetas o de los sabios, pero lo cierto es que ha conseguido iluminar una vez m¨¢s nuestras vidas, en esta ocasi¨®n al disertar sobre la homosexualidad, a la que acaba de definir en la tele como una anomal¨ªa provocada por una equivocaci¨®n de los cromosomas. Ah¨ª tienen ustedes una combinaci¨®n de sencillez y rigor capaz de poner los pelos de punta tanto a los lectores de poes¨ªa como a los consumidores de literatura cient¨ªfica.
Una anomal¨ªa provocada por un error de los cromosomas. No se cansa uno de repetirlo. Te asomas al borde oscuro de la historia de la homosexualidad, pronuncias lentamente la ecuaci¨®n fraguiana (una anomal¨ªa provocada por un error de los cromosomas), y se hace la luz en un t¨²nel de sombras milenario. Los obispos est¨¢n de enhorabuena, porque si bien ellos ven¨ªan intuyendo acertadamente que la homosexualidad era una desviaci¨®n del orden natural de las cosas, una patolog¨ªa perseguible, un estigma condenable, no hab¨ªan sido capaces de explicar por qu¨¦. Y ah¨ª est¨¢ el porqu¨¦: en un error de los cromosomas que, si no somos capaces de corregir, deber¨ªamos al menos reprimir.
Pero Fraga no se conform¨® con soltar esa verdad cient¨ªfica, sino que tuvo, como los grandes, el valor de desarrollarla: "Usted comprender¨¢", a?adi¨® dirigi¨¦ndose a Montserrat Dom¨ªnguez, su entrevistadora, "que el que yo prefiera a un guardia civil que a una se?ora guapa como usted... pues algo raro me tiene que pasar". Y es en esta capacidad para ponerse en cuesti¨®n donde se aprecia en toda su magnitud la insobornabilidad de un verdadero hombre de las ciencias, pues todos sabemos que en la escala de valores de Fraga la Guardia Civil ha estado, no ya por encima de las se?oras guapas, sino por encima de la democracia. En efecto, algo raro le pasa.
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