Sierra de Grazalema: 20 a?os de parque natural
La Serran¨ªa de Grazalema conforma un patrimonio natural y cultural de un valor incalculable. Aqu¨ª se conservan algunas de las mejores masas de bosque mediterr¨¢neo del pa¨ªs, una fauna abundante y diversa, endemismos ¨²nicos y un paisaje sobresaliente, con el valor a?adido de su privilegiada ubicaci¨®n geogr¨¢fica, al sur del sur. Las sierras gaditanas son un puente natural y cultural, entre Europa y ?frica, lo que ha dejado una huella profunda en su flora, fauna y paisaje. En esta serran¨ªa se rompe el t¨®pico de la Andaluc¨ªa seca y deforestada. Este paisaje peculiar no podr¨ªa explicarse sin la secular intervenci¨®n humana: pinturas rupestres, fortificaciones medievales, pueblos blancos encaramados en la monta?a, caba?as de carboneros y ganaderos, cortijos, molinos, ventas o ca?adas, son el testimonio milenario de su poblamiento.
Cuando en 1984 se declar¨® la Sierra de Grazalema como primer parque natural de Andaluc¨ªa, se pretend¨ªa poner en marcha un nuevo modelo de desarrollo, compatible con la conservaci¨®n de sus importantes valores ecol¨®gicos, culturales y paisaj¨ªsticos. La Sierra de Grazalema era el lugar id¨®neo para comenzar esta interesante experiencia por varios motivos. En primer lugar era, y sigue siendo, uno de los lugares emblem¨¢ticos, junto a Do?ana y Cazorla, de la rica biodiversidad andaluza. Pero la Sierra de Grazalema es, adem¨¢s y ante todo, un ¨¢mbito cultural donde durante siglos se han desarrollado una serie de t¨¦cnicas de aprovechamiento de los recursos naturales que han permitido su conservaci¨®n en ¨®ptimas condiciones hasta nuestros d¨ªas. Conservar y recuperar nuestros recursos naturales a la vez que mejorar la calidad de vida de la poblaci¨®n local es el gran reto a que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Antes de que se acu?ara el t¨¦rmino desarrollo sostenible, en la Sierra de Grazalema comenz¨® a impulsarse este modelo.
La declaraci¨®n del parque natural fue acogida con bastante rechazo por parte de los Ayuntamientos y la poblaci¨®n de los municipios de la sierra. 20 a?os despu¨¦s los recelos no se han eliminado, pero es evidente que el parque ha contribuido de forma decisiva al relanzamiento de unas econom¨ªas agonizantes. Los pueblos del parque natural han conseguido frenar su sangr¨ªa demogr¨¢fica, y est¨¢n a la cabeza del crecimiento de la renta per c¨¢pita a nivel provincial. La comparaci¨®n entre los municipios de dentro y fuera del parque natural no deja lugar a dudas sobre los beneficios que ha tra¨ªdo su declaraci¨®n.
La nueva sociedad demanda productos alimenticios o artesanales de calidad, y zonas naturales de ocio y esparcimiento; Grazalema tiene abundancia de las dos. Entre los nuevos recursos que han cambiado la vida de estos pueblos destaca el turismo, que puede ser, seg¨²n el enfoque que se le d¨¦, fuente de riqueza econ¨®mica, intercambio cultural y conocimiento de este importante patrimonio, o causa de su deterioro y motivo de la p¨¦rdida de la identidad cultural de sus poblaciones. El turismo en el parque natural debe realizarse en base a la restauraci¨®n de su importante patrimonio arquitect¨®nico y al conocimiento de sus valores naturales y culturales, con el objetivo de que los beneficios econ¨®micos que se generen redunden en las poblaciones locales. Desgraciadamente, algunos ayuntamientos est¨¢n fomentando un modelo tur¨ªstico de tipo especulativo, que pretende imitar modelos trasnochados del litoral, urbanizando los excepcionales parajes de la sierra, y fomentando crecimientos desmesurados de los pueblos. Proyectos de macrourbanizaciones, campos de golf, hoteles desvinculados de los pueblos y de la tipolog¨ªa tradicional... pueden terminar por destruir unos paisajes ¨²nicos en Europa, que conforman su principal atractivo. Si hoy el patrimonio natural y cultural de estos pueblos blancos son un valor, en el futuro lo ser¨¢n a¨²n m¨¢s, pues estos paisajes naturales y esta econom¨ªa rural ha desaparecido de la mayor parte de los pa¨ªses europeos.
En este vig¨¦simo aniversario, el balance es claramente positivo ?Qu¨¦ hubiera pasado si no se hubiera declarado este parque natural? Evidentemente los procesos de degradaci¨®n se hubieran acentuado, y hoy no podr¨ªamos disfrutar este lujo que conforman los bosques, el paisaje y los pueblos de la Serran¨ªa de Grazalema. Tras estos 20 a?os, el parque natural debe dar un salto en su gesti¨®n. En la Junta Rectora deben tener m¨¢s protagonismo las entidades sociales, y hay que reducir la aplastante presencia de las administraciones p¨²blicas. Hasta que la propia sociedad de estos municipios no asuma la gesti¨®n y conservaci¨®n del parque natural, no se podr¨¢ hablar de su consolidaci¨®n ni de garant¨ªa de su futuro.
En el 2005 se abre un nuevo reto, pues se aprobar¨¢ la Red Natura 2000, la red de espacios naturales protegidos de la Uni¨®n Europea. El reto se debe completar con la declaraci¨®n de la Sierra de Grazalema como parque nacional. Con las competencias transferidas a la Junta de Andaluc¨ªa, no debe haber razones para no hacerlo. La portentosa naturaleza de esta serran¨ªa da motivos para ello, no la defraudemos.
Que cumpla muchos m¨¢s.
Juan Clavero Salvador fue el primer director del Parque Natural de la Sierra de Grazalema. Actualmente es represente de Ecologistas en Acci¨®n en su Junta Rectora.
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