El unicornio en el centro de Par¨ªs
Visita al museo de arte medieval de Cluny, en el Barrio Latino
Pegado a las termas de Lutecia (del siglo I, uno de los vestigios galorromanos m¨¢s antiguos y mejor conservados en tierra francesa), el hotel de los abates de Cluny, en pleno Barrio Latino, forma con ellas un monumento hist¨®rico excepcional. De un g¨®tico bell¨ªsimo -todo el edificio parece estar acotado por una frialdad silenciosa o soledad meditabunda hoy ya desaparecidas o ahogadas por el estruendo urbano-, la peque?a fortaleza abriga el museo nacional de la Edad Media y desprende un aire fant¨¢stico, evocador de torneos y princesas enamoradas. Este colegio convento fue construido en la segunda mitad del siglo XIII, a pocos metros de la Universidad de la Sorbona y de la misma ¨¦poca.
Pese a que los dos conjuntos arquitect¨®nicos -rom¨¢nico y flam¨ªgero- son excepcionales, al hallarse perfectamente armonizados con un entorno ajardinado, el visitante puede no percatarse de ello si va distra¨ªdo. Algo que suele suceder en Par¨ªs, ciudad con mil tesoros a la vista cuya sencillez los hace casi imperceptibles. Alexandre de Sommerand, coleccionista apasionado, adquiri¨® antes de su muerte las obras maestras del museo, fundado en 1843. Negoci¨® con la municipalidad de Boussac la compra de los prestigiosos tejidos de La Dame ¨¤ la Licorne, consigui¨® las suntuosas coronas de los reyes visigodos, los tesoros de la catedral de B?le, el altar ofrecido por el emperador Henri II, la Rosa de Oro y tapices y objetos de orfebrer¨ªa de gran valor. Por las colecciones del museo circulan restos de 15 siglos de civilizaci¨®n europea: las obras expuestas son testimonio de los grandes momentos del arte entre el Imperio Romano y el Renacimiento.
El museo tiene unos fondos de 23.000 objetos, de los cuales est¨¢n expuestos 2.300. A trav¨¦s de grandes pasillos y estrechos corredores, el momento de mayor intensidad se vive a mitad del recorrido, al penetrar en la sala cil¨ªndrica con los seis tapices de la Virgen y el Unicornio.
Cristianos y paganos
El inmediato extra?amiento ante esta obra proviene sin duda de la coexistencia de dos tradiciones, cristiana y pagana, en la imaginer¨ªa de la ¨¦poca en que se confeccion¨®. En el momento en que atraviesas el umbral de la nave donde cuelgan las enormes tinturas de lana y seda tejidas con la teol¨®gica paciencia de una simple labor dom¨¦stica, la Dama y el caballo quim¨¦rico cautivan. Los mantos (de tres metros de altura y anchura)aparecen como retroiluminados por una santidad desesperada e infunden en el espectador la sensaci¨®n de estar ante un mensaje celestial cuyo misterio irradia una ternura indescifrable. La composici¨®n y las poses de las figuras humanas y animales representan una secuencia enigm¨¢tica, repetida, como la variaci¨®n musical continua sobre un mismo tema.
Al margen de las investigaciones eruditas y sus interpretaciones, lo que destaca enseguida es la serenidad pensativa con la cual la dulce y femenina belleza de la mujer mantiene pr¨®ximo y a distancia, con cierta ambig¨¹edad viva en su mirada, al animal fabuloso. El color incre¨ªble de los tintes y la minuciosidad del entrelazado incitan a permanecer un rato sentados en la banqueta y meditar sobre el tiempo terrenal.
Por todas las habitaciones hay curiosidades sugestivas, como un dado para jugar esculpido en marfil de morsa y pitos para silbar con cabezas de hombres y gallos del siglo XIV, as¨ª como matrices de estampar, l¨¢minas funerarias, peines, botes de farmacia, pilastras o cubas bautismales del siglo XII.
Durante un rato deambulas por un castillo con olor a piedra, tizones y hierro. En toda la producci¨®n pict¨®rica y de retablos expuesta en Cluny se vislumbra el tormento de la conciencia humana ante las preguntas del destino. El tr¨ªptico de Brujas La asunci¨®n de la Virgen (1520) es magn¨ªfico, as¨ª como, en general, toda la iconograf¨ªa art¨ªstica, de una religiosidad recluida en el dilema entre el homenaje fastuoso a los dogmas y el apego a la pobreza.
Cer¨¢mica de Manises
Al visitante espa?ol le interesar¨¢n los cubrecabezas de reyes godos de Guarrazar (Toledo), con esmeraldas, perlas y cristal de roca que unc¨ªan los monarcas en el siglo VII, as¨ª como una cruz de Castilla con zafiros, n¨¢car y jaspe incrustados. Los mediterr¨¢neos admirar¨¢n los platos de la zona correspondiente a la Comunidad Valenciana y las cer¨¢micas con reflejos met¨¢licos de Manises, y lozas o vasijas hispanomoriscas.
En todas las naves se palpa una sorda violencia entre la fe y la raz¨®n durante una ¨¦poca dislocada, sombr¨ªa, buscadora febril de su camino de salvaci¨®n del que quedan huellas, obras, pruebas como testimonio de una lucha. Nada m¨¢s id¨®neo que este enclave hist¨®rico para imbuirse y sentir los b¨¢rbaros y piadosos contrastes de la cultura medieval. Desde las rudas, pulcras losas de Cluny, con sus ojivas enga?osas, entarimados, vigas, galer¨ªas en semipenumbra, patio interior empedrado, pozo, g¨¢rgolas sobresaliendo por los tejados y murallas, a¨²n se escuchan feroces se?ores feudales de la guerra impartiendo ¨®rdenes, cabalgadas, oratorias siseadas en lat¨ªn, parlamentos crueles, estruendo de espadas, gritos y fuegos espectrales. Pero tambi¨¦n se roza visualmente el azul suave de las sedas, los inocentes brillos, las t¨²nicas y sonrisas angelicales, toda una preciosista ornamentaci¨®n forjada con vidrios dorados, alhajas y estandartes, quiz¨¢ periclitados, de otros tiempos.
Uno sale tan contento e instruido como si viniese de ver, por ejemplo, una pel¨ªcula como El se?or de los anillos, e, incluso, la mejor del g¨¦nero, Excalibur, de John Boorman. El palacio fortaleza vale la distracci¨®n de una ma?ana, m¨¢xime si se visita acompa?ado por ni?os.
GU?A PR?CTICA
Turismo de Par¨ªs (0033 892 68 30 00
y www.parisinfo.com).
Maison de la France, Espa?a (807 11 71 81; www.franceguide.com).
Museo Nacional de la Edad Media, Termas y hotel Cluny (0033 153 73 78 16; www.museemoyenage.fr).
Plaza de Paul Painlev¨¦,6.
Horarios: salvo martes, a diario de 9.15 a 17.45. Los jardines, de 8.00 a 17.30. Y la terraza, de 9.15 a 17.45.
Cerrado el 25 de diciembre, el 1 de enero y el 1 de mayo. Precio: 5,50 y 6,70 euros (museo y exposici¨®n). Menores de 18 a?os, gratis. Menores de 25 a?os y domingo, 4 y 5,20.
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