El conflicto diplom¨¢tico con Cuba por una disidente abre una crisis en el Gobierno argentino
Dimiten el principal asesor del ministro de Exteriores y el embajador en La Habana
La crisis diplom¨¢tica desatada por la negativa de Cuba a dejar viajar hacia Argentina a la m¨¦dica cubana Hilda Molina Morej¨®n para visitar a su hijo y nietos en Navidad ha costado ya el puesto al principal asesor del ministro de Exteriores argentino, Eduardo Vald¨¦s, y al embajador argentino en La Habana, Ra¨²l Taleb. Peligra incluso el cargo del ministro de Exteriores, Rafael Bielsa. El presidente Kirchner no perdona el error de c¨¢lculo de sus diplom¨¢ticos, que le hicieron escribir una carta a Castro para pedirle que autorizara el viaje sin tener asegurada la respuesta favorable del presidente cubano.
La fracasada gesti¨®n personal como "mediador con fines humanitarios" sugerida por el Ministerio de Relaciones Exteriores al presidente N¨¦stor Kirchner, que escribi¨® una carta a Fidel Castro para que se permita la reuni¨®n en Buenos Aires de la m¨¦dica cubana Hilda Molina Morej¨®n, de 61 a?os, con su hijo, Roberto Qui?ones, un m¨¦dico cubano residente en Argentina desde hace diez a?os, casado con una ciudadana argentina con la que tiene dos hijos, explot¨® en el interior del Gobierno como si hubiera estado manipulando torpemente una bomba pol¨ªtica de fabricaci¨®n casera. El propio Bielsa, hermano de Marcelo Bielsa, ex entrenador del equipo nacional de f¨²tbol de Argentina,podr¨ªa renunciar tambi¨¦n a su puesto en un futuro cercano para postularse como candidato a legislador por la Capital Federal en las elecciones parlamentarias que deben celebrarse en octubre.
La mecha de la crisis diplom¨¢tica se encendi¨® el pasado jueves cuando el ministro Bielsa orden¨® abrir a las seis de la ma?ana, tres horas antes del horario de atenci¨®n al p¨²blico, la sede de la embajada argentina en La Habana y recibir a Hilda Molina y a su madre, Hilda Morej¨®n, de 86 a?os, supuestamente para evitar que "se encadenaran" a las puertas. Las mujeres se retiraron voluntariamente por la tarde. La m¨¦dica Molina dijo que "hab¨ªan ido a conocer la respuesta del Gobierno cubano a la petici¨®n del argentino", que "nunca hab¨ªan pensado en refugiarse all¨ª" porque ella no est¨¢ dispuesta a marcharse de Cuba y que ingresaron s¨®lo para pedir asistencia porque su madre, "que se encuentra delicada de salud, no se sent¨ªa bien".
El ministro Bielsa, que asiste peri¨®dicamente a la consulta de Roberto Qui?ones en Buenos Aires para que le traten de sus dolores de espalda, fue el primero en recoger oficialmente la reclamaci¨®n de rutina que hasta entonces el m¨¦dico formulaba peri¨®dicamente con cartas dirigidas a los organismos internacionales defensores de los derechos humanos, al Vaticano y a las embajadas de diversos pa¨ªses. Luego de seis meses de gestiones, algunas de ellas a trav¨¦s de intermediarios como el escritor Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, la canciller¨ªa argentina sugiri¨® al presidente N¨¦stor Kirchner que enviara una carta personal dirigida a Fidel Castro para pedirle que la madre de Qui?ones fuera autorizada a visitar a su hijo y a los nietos que a¨²n no conoce con motivo de las fiestas de Navidad y fin de a?o. Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores consultados ayer indicaron: "Todo pod¨ªa indicar que Castro responder¨ªa favorablemente al pedido, pero no se hace escribir una carta a un presidente si antes no se conoce y se asegura la respuesta".
Indicios poco acertados
Los indicios previos se basaban en "la buena voluntad y los gestos de Kirchner", que permiti¨® a Fidel Castro pronunciar un discurso ante unas 10.000 personas en las escalinatas de la Facultad de Derecho de Buenos Aires al d¨ªa siguiente de asumir el mando en mayo de 2003, la relaci¨®n personal que mantienen desde entonces, los pasos diplom¨¢ticos para avanzar y fortalecer las relaciones bilaterales interrumpidas hace tres a?os cuando el l¨ªder cubano hab¨ªa llamado "lamebotas de los yanquis" al ex presidente argentino Fernando de la R¨²a.En su carta, Kirchner le dec¨ªa a Castro: "Creo que estamos en condiciones de pensar y hasta sentir este caso desde un punto de vista humanitario exclusivamente y regalarles a los peque?os argentinos, de ascendencia cubana, Roberto Carlos y Juan Pablo, una Navidad con su abuela y su bisabuela. Le propongo, estimado presidente y amigo, que juntos lo hagamos posible".
Pero no. Castro se neg¨® a conceder el permiso a Hilda Molina y propuso a cambio que sean los Qui?ones los que la visiten en Cuba con todos los gastos pagados.Roberto Qui?ones dijo que aceptar esas condiciones "ser¨ªa traicionar" las ideas de su madre y "acceder a un capricho del Gobierno cubano". Todo sali¨® mal y ante lo evidente, el Gobierno argentino envi¨® r¨¢pidamente a Cuba al embajador en Honduras como mediador hasta que se designe un nuevo representante diplom¨¢tico y propuso ahora la reuni¨®n de la familia en Venezuela. Cuba a¨²n no ha dicho nada acerca de esta ¨²ltima oferta argentina.
El Gobierno cubano considera a la doctora Molina una "disidente" desde que renunciara en 1994 a la direcci¨®n del Centro Internacional de Restauraci¨®n Neurol¨®gica (CIREN), que ella misma fundara en 1989, por diferencias ideol¨®gicas y pol¨ªticas en la administraci¨®n y creara a la vez un Colegio M¨¦dico paralelo al oficial. Casada y divorciada dos veces, la eminente neurocirujana que se convirti¨® en la primera en realizar con ¨¦xito un trasplante de tejido cerebral, fue adem¨¢s una destacada militante revolucionaria. Su hijo Roberto Qui?ones, tambi¨¦n m¨¦dico, que trabajaba con ella en el Ciren, conoci¨® all¨ª a Ver¨®nica Scarpatti, hija de un paciente argentino, con la que se cas¨® y tiene dos hijos.
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