Carlos Fern¨¢ndez, 'charly', periodista de rne

Carlos Fern¨¢ndez, Charly, para todos los amigos y compa?eros de los servicios informativos de Radio Nacional de Espa?a, se ha ido en silencio, sin decir nada. Igual que cuando decidi¨® jubilarse anticipadamente. No quer¨ªa que nadie supiera que dejaba de trabajar, como tampoco ha querido que nadie se enterara de que dejaba de vivir. Porque trabajo y vida fueron una constante a lo largo de toda su carrera profesional y una manera de ser durante toda su existencia.

Comenz¨® su carrera profesional en su Extremadura natal y pas¨® luego a ejercer, reci¨¦n titulado por la Escuela Oficial de Periodismo, en la prensa de Bilbao. Los peri¨®dicos de provincias fueron los verdaderos talleres donde se form¨® este periodista de raza equilibrado, tranquilo, serio y riguroso.

A principios de la d¨¦cada de los setenta se incorpor¨® a la plantilla de Radio Nacional de Espa?a, y form¨® parte del equipo fundacional de ?ltima Edici¨®n, el informativo de noche con el que la cadena p¨²blica romp¨ªa la tradici¨®n propagand¨ªstica del franquismo y asum¨ªa el compromiso de elaborar informativos rigurosos en los que contaba todo cuanto acontec¨ªa en una Espa?a que se desped¨ªa, d¨ªa a d¨ªa, de la dictadura, y apostaba por una nueva f¨®rmula de convivencia.

Lleg¨® a dirigir el informativo 24 Horas y en 1981 el Diario de la Tarde. Fueron los meses posteriores al intento de golpe de Estado del 23-F, y Carlos Fern¨¢ndez se empe?¨® en despedir el informativo de tarde, todos los d¨ªas, dando una buena noticia. Le costaba encontrar a diario aquel relato que no hablara de discrepancias pol¨ªticas, errores econ¨®micos, pugnas internacionales, decisiones judiciales, convulsi¨®n social, a fin de cuentas.

Pero su af¨¢n por demostrar que la realidad que los periodistas est¨¢bamos obligados a mostrar d¨ªa a d¨ªa tambi¨¦n ten¨ªa cara amable, le llevaba a encontrar cada tarde ese mensaje positivo entre el teletipo que se empe?aba en dar a conocer. No pretend¨ªa otra cosa que autoafirmarse en su estilo de vida, y mostrar a todo el que quisiera o¨ªrle que los valores que le hab¨ªan forjado en su vida cotidiana, como la justicia, la solidaridad, la amabilidad y el amor, no hab¨ªan desaparecido de la sociedad, sino que permanec¨ªan intactos y se utilizaban a diario para protagonizar buenas noticias.

La edad le separ¨® f¨ªsicamente de la redacci¨®n de los servicios informativos de Radio Nacional de Espa?a, pero no sentimentalmente. Cualquier acontecimiento social que se organizara en torno a los periodistas de la casa contaba autom¨¢ticamente con su presencia.

Su v¨ªnculo con Prado del Rey lo ten¨ªa en Mercedes Etura, su compa?era inseparable y una de las voces m¨¢s hermosas de la radio espa?ola, que con su alegr¨ªa, su humor y su manera de ser fue el verdadero motor que dio vida a Carlos hasta el ¨²ltimo d¨ªa. Con un caf¨¦ de m¨¢quina, servido en vaso de pl¨¢stico, que remov¨ªa y remov¨ªa hasta que se le quedaba helado, entraba Carlos en la redacci¨®n. Saludaba con un "buenas" inconfundible, en el que alargaba la e como sello propio de presencia. A partir de ese momento, a trabajar hasta que la madrugada llamaba a la puerta y Carlos se iba, despacito, sin hacer ruido, como se ha ido ahora, y nos ha dejado a todos los compa?eros de RNE un poco m¨¢s solos.

Gabriel S¨¢nchez es periodista de RNE