Revuelta contra un teatro
Los sijs brit¨¢nicos logran retirar del cartel una obra que juzgaban ofensiva
La violencia surte efecto. As¨ª ha ocurrido en la ciudad inglesa de Birmingham, donde los representantes de la comunidad sij lograron ayer la supresi¨®n de una pol¨¦mica obra de teatro, tras mantener una protesta de varias jornadas que desemboc¨® el fin de semana en ataques violentos. El director del teatro, Stuart Rogers, se vio forzado a anular todas las representaciones del drama Behzti, al no poder garantizar la seguridad del p¨²blico y los empleados. "Es inquietante que actos ilegales de violencia puedan causar la cancelaci¨®n de un trabajo art¨ªstico leg¨ªtimo", declar¨® ayer Rogers.
Behzti significa deshonor. Su autora es la actriz y dramaturga Gurpreet Kaur Bhatti, miembro de la misma comunidad sij que ayer forz¨® la suspensi¨®n permanente del arriesgado montaje. La obra contiene escenas de abuso sexual y asesinato en el interior de un templo sij. Los l¨ªderes de esta fe monote¨ªsta originaria del Punjad, en India, se han sentido ofendidos. Niegan que en un templo sij puedan producirse esos actos inmorales.
Los sijs ped¨ªan que las escenas de abuso sexual que contiene la obra no se localizaran en un templo
Desde el estreno, el pasado d¨ªa 9, algunos sijs organizaron una vigilia de protesta frente al teatro Birmingham Repertory, pero las funciones siguieron su curso normal. Las localidades estaban agotadas hasta la fecha prevista para la ¨²ltima representaci¨®n, el 30 de diciembre. Las cr¨ªticas, mientras tanto, daban en general un aprobado a la pol¨¦mica obra.
El pasado s¨¢bado, sin embargo, una concentraci¨®n de unos 400 sijs termin¨® en un violento altercado en la entrada del centro dram¨¢tico. Se registraron enfrentamientos con la polic¨ªa, embestidas contra los guardias de seguridad privados y destrozos materiales. Unas 800 personas tuvieron que ser evacuadas en medio de la refriega, entre ellas muchos ni?os que hab¨ªan acudido al teatro a ver una representaci¨®n navide?a. Dos manifestantes terminaron la noche en comisar¨ªa y varios agentes de polic¨ªa sufrieron heridas leves.
El montaje de Behzti tuvo que ser suspendido el d¨ªa de mayor afluencia, el s¨¢bado. Pero el director del teatro a¨²n manten¨ªa la esperanza de reanudar ayer las representaciones. En juego estaba la defensa de la libertad de expresi¨®n y una f¨¦rrea determinaci¨®n de no caer en las redes de la censura.
Rogers intento echar un pulso a la intolerancia de unos l¨ªderes comunitarios y espirituales que, apoyados por la jerarqu¨ªa cat¨®lica de Birmingham, exig¨ªan una revisi¨®n del texto de Kaur Bhatti. Ped¨ªan que la localizaci¨®n de las escenas de abuso sexual se trasladara del ficticio templo sij a un centro social. Si las modificaciones no eran aceptadas, la obra ser¨ªa condenada como ofensiva para los adeptos de la religi¨®n sij.
La negativa a modificar la obra ha puesto de relieve los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n.
Unas 5.000 personas hubieran visto la obra hasta finales de diciembre. En el Reino Unido residen 600.000 sijs, que son en total unos 20 millones.
"La religi¨®n es un tema muy sensible y se debe tener much¨ªsimo cuidado", declar¨® ayer Mohan Singh, portavoz de una organizaci¨®n de templos sijs. Singh y el resto de los representantes sijs amenazaron con nuevas protestas antes del anuncio de cancelaci¨®n de las representaciones.
La algarada ha tra¨ªdo a la memoria la revuelta de parte de los musulmanes brit¨¢nicos a ra¨ªz de la publicaci¨®n de Versos sat¨¢nicos, de Salman Rushdie, hace ya 15 a?os. De la protesta verbal se pas¨® a la quema p¨²blica de libros y al edicto internacional de muerte contra el escritor.
![Una pancarta sij de protesta, ante el teatro de Birmingham donde se representa la obra <i>Behzti.</i>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WTAPGOTCQOJ7MD3SKLLBQXSMEQ.jpg?auth=63d1bf8dffa2fd34ef29d3bc46c15f50a1d986704c08a30b19a4cd9a2bdf4749&width=414)
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