Aceptar el fracaso
Desde que el d¨ªa 9 de noviembre se presentaron en el Parlament los Presupuestos de la Generalitat para 2005 se han dicho muchas cosas sobre ellos. En su defensa hay numerosos argumentos. En su contra, la oposici¨®n no encuentra evidencias y por eso es incapaz de asumir unas cifras que, a pesar de la herencia de CiU, son ambiciosas. Esto, en la pr¨¢ctica, supone aceptar el fracaso de la anterior etapa de gobierno.
Como ejercicio de evasi¨®n, la oposici¨®n dibuja una realidad virtual, fundamentada en datos presentados de forma ca¨®tica, vaga y confusa -en el mejor de los casos err¨®nea- en un art¨ªculo del ex consejero Francesc Homs publicado por este diario el 26 de noviembre.
La oposici¨®n se preocupa ¨²nicamente de intentar justificar la gesti¨®n realizada en el pasado, a costa incluso de la coherencia, y no le importa nada el futuro y el progreso del pa¨ªs. Es una incoherencia intentar defender el modelo de financiaci¨®n pactado de 2001 y a la vez decir que es insuficiente y que se necesita un concierto econ¨®mico como el de las comunidades forales. Es una despreocupaci¨®n sobre el futuro del pa¨ªs escribir sobre el presupuesto y dedicar tres cuartas partes del texto a justificar el sistema de financiaci¨®n pactado con el PP.
Pues bien, no nos cansaremos de explicar a la oposici¨®n -la ciudadan¨ªa ya lo ha entendido- c¨®mo es posible que nuestro presupuesto sea tan ambicioso a pesar del modelo de financiaci¨®n y el d¨¦ficit heredado. Es sencillo: hemos gestionado mejor que CiU lo que hemos recibido.
Seg¨²n el se?or Homs, el presupuesto es expansivo gracias al sistema de financiaci¨®n que se pact¨® con el PP. Pues no. No nos podemos quedar con una reflexi¨®n tan vaga. Los ingresos derivados del modelo de 2001 son los que crecen menos, en conjunto s¨®lo el 8,2%. Este dato es objetivamente inferior al 13,9% del aumento del total de los ingresos no financieros. Y, sobre todo, es inferior al crecimiento del 17,9% de los tributos propios y cedidos administrados por nosotros.
Si fuera por lo heredado no podr¨ªamos haber financiado el crecimiento del 12,2% del gasto ni, por supuesto, iniciar la reducci¨®n del d¨¦ficit. El aumento de los ingresos ha sido posible gracias a la mejora en la gesti¨®n de los tributos.
Se?or Homs: el acuerdo de 2001 no cumple las expectativas de suficiencia financiera y de autonom¨ªa normativa que el pa¨ªs reclamaba y necesita. Ustedes, que eran y son conscientes de ello, se encargaron de publicitar que llegar¨ªan muchos m¨¢s recursos de lo que realmente se est¨¢ obteniendo.
La realidad es tozuda, s¨ª. La previsi¨®n de ganancias con el modelo actual para el primer a?o de aplicaci¨®n, 2002, era de 469 millones de euros, pero una vez liquidado este ejercicio tan s¨®lo ganamos 251. ?Este es el modelo de financiaci¨®n que quiere Converg¨¨ncia?
?Qu¨¦ decir, por otra parte, del tan cacareado aumento de la presi¨®n fiscal? Se?ores de CiU y del PP: no existe este aumento, y ustedes lo saben. De las 18 tasas nuevas presentadas con el proyecto de ley de medidas financieras, 17 supondr¨¢n tan s¨®lo 0,10 euros por habitante y a?o.
La tasa que queda es la de prestaci¨®n de servicios de prevenci¨®n y extinci¨®n de incendios y salvamentos, por la cual se prev¨¦ una recaudaci¨®n de 3,5 millones de euros. Se justifica por una cuesti¨®n pedag¨®gica: es razonable que sea la persona que comete una imprudencia quien asuma parte del coste de la actuaci¨®n de los servicios de socorro.
La tasa del agua, que se modifica, tendr¨¢ un tercer tramo que penaliza el consumo dom¨¦stico no racional del agua. Tiene un impacto medio ponderado inferior al 8%, y afectar¨¢ significativamente tan s¨®lo al 5% de los usuarios.
Deber¨ªan, por lo tanto, abandonar los argumentos alarmistas e interesados sobre el impacto fiscal para el pr¨®ximo a?o. No hay razones para la preocupaci¨®n, como ustedes bien saben, y como los datos objetivos demuestran.
Otra ocurrencia de la oposici¨®n: cuestionar la capacidad del Gobierno para aumentar las inversiones en 2.000 millones. Esto no supone m¨¢s endeudamiento: en los t¨¦rminos que nos exigen los acuerdos comunitarios y el marco legal del estado, nuestro endeudamiento sobre el PIB no solamente se reduce, sino que adem¨¢s es de los m¨¢s bajos entre las comunidades de r¨¦gimen com¨²n comparables en competencias a nosotros.
Para financiar esta inversi¨®n hemos administrado m¨¢s racionalmente la deuda, con los instrumentos financieros m¨¢s econ¨®micos y eficaces en cada caso. No han sido, en conjunto, los mismos m¨¦todos utilizados antes; ni los hemos ejercitado con la opacidad con que los utilizaba el anterior Gobierno. Por si fuera poco, hemos recurrido menos a la deuda y m¨¢s a los ingresos de capital y al ahorro corriente. Un ahorro que se concreta en un mayor control de las plantillas y la reducci¨®n de los gastos en publicidad y propaganda, que tanto crecieron en los ¨²ltimos a?os de gesti¨®n convergente.
No pedimos al se?or Homs que reconozca nada, ni tan siquiera que acepte el fracaso de la pol¨ªtica financiera del anterior Gobierno. Lo ¨²nico que le exigimos es rigor. La etapa de vender las bondades del modelo del 2000, ya pas¨®, y fracas¨®.
Comprendemos en qu¨¦ situaci¨®n de servilismo al PP se encontraba el anterior ejecutivo y las limitaciones que esto supon¨ªa. Por eso, entre otras cosas, era necesario el cambio. No pasa nada.
Nosotros no solamente gestionamos mejor, sino que adem¨¢s estamos en camino de mejorar el marco financiero de relaci¨®n con el Estado, tal como una mayor¨ªa civil y pol¨ªtica de Catalu?a exige.
Lo ¨²nico que le pedimos es que deje de inventarse realidades virtuales. Lim¨ªtese a disfrutar de la nueva etapa de progreso en la que ha entrado el pa¨ªs, y colabore en no poner palos en las ruedas del carro que nos ha de llevar hacia un nuevo marco de relaciones, econ¨®micas y financieras tambi¨¦n, entre Espa?a y Catalu?a. Conf¨ªo en que ser¨¢ as¨ª.
Jordi Carbonell es diputado del PSC-Ciutadans pel Canvi.
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