Prioridades

La aprobaci¨®n por el ¨²ltimo pleno del Congreso de los Presupuestos Generales del Estado ha venido acompa?ada de la de otra norma de especial significaci¨®n: la Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero. Si los Presupuestos expresan en el lenguaje nada eufem¨ªstico de las cifras las prioridades del Gobierno, la ley para proteger a las mujeres, primer proyecto legislativo remitido por el Ejecutivo a las Cortes, constituye una prueba de su decisi¨®n pol¨ªtica de encabezar una rebeli¨®n social contra una lacra que sigue causando numerosas muertes en el entorno familiar.

Los Presupuestos Generales del Estado se han enfrentado, por primera vez, con el veto del Senado, consecuencia de los votos en contra del PP, flanqueado en esta ocasi¨®n por algunos grupos nacionalistas. Es un hecho que pone de manifiesto la fragilidad de la mayor¨ªa gubernamental en la C¨¢mara alta, pero que apenas tiene efecto alguno en la gobernabilidad, ya que el veto fue levantado ayer por el Congreso con una mayor¨ªa de 180 votos. Y ello a pesar de que el PP amagara ayer con someter la decisi¨®n del Congreso al dictamen del Tribunal Constitucional. El PP hubiera puesto en un aprieto mucho mayor al Gobierno si en lugar del veto hubiera planteado en el Senado enmiendas en profundidad.

Con la Ley contra la Violencia de G¨¦nero, que entra en vigor a principios de 2005, el Ejecutivo cumple uno de sus principales compromisos electorales. Su aprobaci¨®n un¨¢nime por 325 votos favorables le otorga un enorme cr¨¦dito pol¨ªtico. Es importante que el PP le haya dado finalmente su apoyo, a pesar de las pegas que ha puesto a su procedimiento y de que est¨¦ en desacuerdo con el tratamiento penal espec¨ªfico previsto para los agresores. Es sin duda el flanco m¨¢s cuestionable de la nueva norma y que puede crear alg¨²n problema a la hora de su aplicaci¨®n por los jueces. Pero ninguna duda cabe de que las medidas de discriminaci¨®n positiva en favor de la mujer que la ley establece en muchos ¨¢mbitos -judicial, administrativo, laboral, asistencial- constituyen un instrumento id¨®neo en manos de los poderes p¨²blicos para luchar contra esta violencia execrable.