El recrudecimiento de los combates en Faluya impide el retorno de sus habitantes
Unos 2.000 desplazados entran en la ciudad iraqu¨ª, pero los ataques les obligan a huir de nuevo
Unos 2.000 habitantes de Faluya, obligados a dejar la ciudad el mes pasado ante la ofensiva de las tropas de EE UU, fueron autorizados ayer a regresar a sus casas. Pero el recrudecimiento de los combates -los m¨¢s intensos de las ¨²ltimas semanas- impidi¨® a la mayor¨ªa llegar a sus barrios, y quienes lo hicieron se limitaron a comprobar el estado de sus hogares antes de volver a salir. Desde el inicio de la ofensiva, el 8 de noviembre, m¨¢s de 200.000 personas se han refugiado en los pueblos cercanos, muchos de ellos con lo puesto. Han vivido desde entonces bajo tiendas o en casas de familiares.
Faluya, que ten¨ªa cerca de 300.000 habitantes antes de la ofensiva norteamericana, se ha convertido desde entonces en una ciudad fantasma. El suministro de agua y luz ha sido cortado, muchos edificios destruidos y las v¨ªas de comunicaci¨®n da?adas. "No quiero quedarme en la ciudad, s¨®lo quiero ver si mi casa ha sido destruida", dec¨ªa ayer Mohamed Abud, de 45 a?os, mientras hac¨ªa cola en una de las entradas de la ciudad. "No quiero volver todav¨ªa. Me dijeron que no es seguro".
El Gobierno interino iraqu¨ª hab¨ªa anunciado que iba a autorizar la vuelta de 2.000 habitantes del barrio Al Andalus, en el oeste de la ciudad, a pesar de que los combates continuaban en otras zonas. Ayer, mientras los refugiados esperaban regresar a sus casas, los marines, apoyados por la aviaci¨®n, se enfrentaron a un grupo de insurgentes, atrincherados en un edificio al norte de la ciudad. Tres soldados norteamericanos murieron en la zona, seg¨²n explic¨® un portavoz militar.
Las fuerzas estadounidenses aseguran que est¨¢n luchando contra peque?os grupos de insurgentes. Desde el fin oficial de la ofensiva, que pretend¨ªa expulsar de su feudo a los supuestos combatientes islamistas y seguidores de Sadam Husein, el Ej¨¦rcito norteamericano no ha dejado de bombardear la ciudad. El ministro iraqu¨ª para la Seguridad Nacional afirm¨® el mi¨¦rcoles que los rebeldes que hab¨ªan salido de la ciudad en el momento de la ofensiva intentaban regresar.
En la salida este de Faluya, mientras se o¨ªan a lo lejos bombardeos y disparos, los habitantes esperaron varias horas en los puestos de control de la Guardia Nacional antes de obtener la autorizaci¨®n para entrar por la puerta noreste. S¨®lo las personas que demostraban que eran del barrio Al Andalus pod¨ªan pasar. Ten¨ªan que presentar su carn¨¦ de identidad y una tarjeta de racionamiento como pruebas de que viv¨ªan efectivamente en este barrio para que los marines les dejaran pasar.
S¨®lo de d¨ªa
En tres horas, un pu?ado de gente pudo entrar, despu¨¦s de que su veh¨ªculo fuera registrado. Seg¨²n un oficial de la Guardia Nacional, otros dos puestos de control hab¨ªan sido instalados en el sur de la ciudad. En un comunicado, el Ej¨¦rcito estadounidense inform¨® de que entre 200 y 300 personas hab¨ªan entrado en la ciudad, donde s¨®lo pudieron, sin embargo, permanecer de d¨ªa. "Las medidas de seguridad pretenden proteger a los civiles que entran en la ciudad de los rebeldes que intentan infiltrarse", a?ad¨ªa el comunicado.
"Quiero entrar y ver si mi casa est¨¢ da?ada. Me dijeron que hab¨ªa sido destruida en las operaciones militares", dec¨ªa ayer Laith Nawaf, de 47 a?os. "Si est¨¢ destruida, pedir¨¦ al Gobierno que me pagu¨¦ una indemnizaci¨®n". El ministro de Industria, Hajem al Hassani, dijo que cada habitante de Faluya recibir¨¢ 100 d¨®lares, un calentador y una raci¨®n de gasolina a su vuelta. Los propietarios deber¨ªan recibir m¨¢s dinero una vez que el da?o a su propiedad haya sido determinado, agreg¨®.
El martes, por segunda vez desde el inicio de la ofensiva, el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja pudo entrar en Faluya. Uno de los objetivos era efectuar la identificaci¨®n de centenares de cad¨¢veres que, seg¨²n hab¨ªa informado el Ej¨¦rcito norteamericano en la visita anterior, se encontraban en un dep¨®sito de patatas. Los trabajadores humanitarios pudieron esta vez ver el almac¨¦n, pero los cuerpos "ya no estaban all¨ª", seg¨²n explic¨® Rana Sidani, una portavoz de la organizaci¨®n. Los militares estadounidenses informaron al equipo de Cruz Roja de que los cad¨¢veres hab¨ªan sido enterrados. El equipo tambi¨¦n pudo comprobar que las cuatro estaciones de depuraci¨®n de agua est¨¢n averiadas.
Mientras empezaba la primera tentativa de operaci¨®n retorno de los desplazados de Faluya, el jefe de la polic¨ªa de la provincia de Al Anbar anunci¨® ayer su dimisi¨®n, dos meses despu¨¦s de haber sido nombrado. Seg¨²n un general de la polic¨ªa, es un gesto de protesta por la reducci¨®n de efectivos en la regi¨®n, pero seg¨²n el gobernador de la provincia la dimisi¨®n se produce despu¨¦s de que el jefe de la polic¨ªa fuera amenazado por un grupo de hombres armados.
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