El 'caso Kamal': la verdad desnuda
El autor se?ala que el im¨¢n de Fuengirola no se ha retractado de tesis como que sea l¨ªcito pegar a una mujer "sin dejar huella".
El 29 de noviembre fue encarcelado Kamal Mustaf¨¢, im¨¢n en la mezquita Suhail de Fuengirola, por un delito de provocaci¨®n a la violencia por raz¨®n de sexo. La sentencia se centra en un cap¨ªtulo de su libro La mujer en el Islam, en el que se aconseja c¨®mo pegar a las mujeres sin dejar rastro.
Tres semanas despu¨¦s, el juez de instrucci¨®n ha decidido excarcelarle a cambio de la realizaci¨®n de un curso sobre derechos humanos y la Constituci¨®n Espa?ola. La excarcelaci¨®n ha sido saludada con alegr¨ªa por la FEERI (Federaci¨®n Espa?ola de Entidades Religiosas Isl¨¢micas). Teniendo en cuenta que "Kamal se retract¨® de sus palabras", la actitud m¨¢s noble (se nos dice) es el perd¨®n.
Pero no nos enga?emos: Kamal Mustaf¨¢ no se ha retractado. No ha dicho en ning¨²n momento que "golpear con una varita" sea il¨ªcito, que el p¨¢rrafo explicando como "da?ar psicol¨®gicamente" a la esposa es una barbaridad, y que nada tiene que ver con la doctrina del islam. La declaraci¨®n presentada a la FEERI como "una retractaci¨®n" no es tal. No hay nada en ella que Kamal no hubiese dicho antes. En el juicio, afirm¨® una y otra vez que es "contrario a la violencia dom¨¦stica", que "el islam proh¨ªbe los malos tratos"... Simplemente, ¨¦l considera que "pegar con una varita sin dejar huella" no son malos tratos. As¨ª pues, para ¨¦l esto es "permitido". Con posterioridad a la supuesta retractaci¨®n, unas horas antes de entrar en prisi¨®n, se atrevi¨® a afirmar que "se me encarcela por traducir el Cor¨¢n". ?Es esto una retractaci¨®n? Que se enga?e quien quiera.
Kamal Mustaf¨¢ es culpable de defender una interpretaci¨®n del Cor¨¢n que sirve como tapadera para justificar los malos tratos. Esto es lo que el juez ha visto claramente, lo que ven toda la sociedad espa?ola, lo que ven los musulmanes que han tratado de justificar la violencia que ejercen sobre sus mujeres declarando que "mi religi¨®n me lo permite". Y esto est¨¢ sucediendo en Espa?a aqu¨ª y ahora. El discurso de Kamal no es inocente, tiene un efecto brutal. Bajo la apariencia de las "limitaciones", todo el mundo entiende que se da permiso para pegar a "la mujer rebelde". Y esto es lo que queda.
Esta muy bien hablar de "libertad de interpretaci¨®n", decir que Kamal tiene derecho a leer el Cor¨¢n a su manera. Con esto nos quedamos en las palabras y nos olvidamos de lo m¨¢s importante: los malos tratos son un hecho lamentable en muchos pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana.
Seg¨²n un informe de Naciones Unidas, Bangladesh es el segundo pa¨ªs del mundo en cuanto a la violencia contra las mujeres. Un pa¨ªs de mayor¨ªa musulmana.
El d¨ªa 1 de abril del a?o 2002, la Corte de Casaci¨®n de Emiratos ?rabes Unidos (el m¨¢ximo ¨®rgano judicial de la zona), dictamin¨® que "un marido tiene derecho a pegar a su mujer con el objeto de disciplinarla, mientras los golpes no sean tan severos que lleguen a da?ar sus huesos o deformar su cuerpo" (noticia aparecida en Gulf News, Dubai). Es decir: se le puede pegar mientras no se le rompan los huesos. S¨®lo entonces puede la mujer denunciar a su marido.
Ante esta cruda realidad, no basta con las buenas palabras. Es necesario continuar la lucha contra esta clase de cl¨¦rigos machistas y hom¨®fonos, cuyas ense?anzas desvirt¨²an el mensaje igualitario del islam hasta hacerlo irreconocible.
Kamal seguir¨¢ con su tesis de la varita. A ¨¦l le traen sin cuidado las miles de mujeres maltratadas en Bangladesh, en Emiratos ?rabes o Espa?a. Lo ¨²nico que le importa es defender su posici¨®n de sabio del islam, que es lo mismo que defender su sueldo. Cada mes una minuta de Arabia Saud¨ª por los servicios prestados.
El caso Kamal ha significado un punto sin retorno para muchos musulmanes en Espa?a. Nuestra apuesta por la libertad de conciencia y la consecuci¨®n de un islam democr¨¢tico e igualitario no admite ning¨²n compromiso con los quintacolumnistas del islam totalitario.
Durante el juicio, Kamal llam¨® "herejes" a todos los que nos opusimos a sus macabras interpretaciones. ?Tambi¨¦n se ha retractado de esto?
Abdennur Prado es secretario de Junta Isl¨¢mica y redactor de Webislam.
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