En busca de la verdad judicial
Juan del Olmo es poco propenso a hablar de su trabajo. El titular del Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 6 de la Audiencia Nacional es m¨¢s bien callado. Ni una sola declaraci¨®n suya se ha conocido desde que investiga la cadena de atentados que comenzaron el 11 de marzo con el asesinato de 191 personas, y acabaron el 3 de abril en Legan¨¦s (Madrid) con el suicidio de siete terroristas islamistas y el asesinato del subinspector de los GEO Francisco Javier Torronteras. En su despacho se acumulan ya 95 tomos de investigaciones, lo que significa decenas de miles de hojas de papel, y lo ¨²nico que ha dicho lo ha puesto por escrito en sus autos.
Los polic¨ªas que est¨¢n trabajando a las ¨®rdenes del juez Del Olmo alaban su minuciosidad, el empe?o por indagar en cada detalle, sea de importancia o no. Ha investigado la posible relaci¨®n de ETA con los atentados (nada de nada a d¨ªa de hoy), las ramificaciones del n¨²cleo que perpetr¨® la matanza, ha interrogado hasta la saciedad a los implicados en la trama de los explosivos, los ha puesto cara a cara...
Los polic¨ªas que est¨¢n trabajando a las ¨®rdenes del juez alaban su minuciosidad, el empe?o por indagar en cada detalle
Las conclusiones que ha ido obteniendo y que ha considerado que no pon¨ªan en peligro la investigaci¨®n las ha puesto por escrito y las ha hecho p¨²blicas. Si ha tenido que criticar a alguna instituci¨®n lo ha hecho, como ha criticado, por ejemplo, la descoordinaci¨®n entre administraciones p¨²blicas a la hora de prestar asistencia a los damnificados por los atentados o a sus familiares.
Las pesquisas del 11-M han permitido conocer la dimensi¨®n del entramado islamista en Espa?a, la interrelaci¨®n existente entre los distintos grupos de radicales aqu¨ª asentados y de ¨¦stos con el exterior. Gracias a ello se ha sabido que decenas de radicales entrenados en campos de Afganist¨¢n, experimentados en combates en ese pa¨ªs, Bosnia, Chechenia u otros estaban entre nosotros, y que, tal como hicieron aquel d¨ªa 11-M, no dudar¨ªan en volver sus armas contra sus vecinos, aunque sean inocentes, aunque se hubieran manifestado en favor de las v¨ªctimas de las atrocidades que ellos mismos dicen combatir.
Las tramas puestas al descubierto han llevado a que Del Olmo y el juez Baltasar Garz¨®n hayan llegado a organizar operaciones conjuntas contra la tupida telara?a tejida por los islamistas radicales, con hilos en Marruecos, B¨¦lgica, Francia, Reino Unido, Alemania... Se ha conocido que sufrimos el 11-M, pero tambi¨¦n que Espa?a jug¨® un papel capital en los atentados de Casablanca, el 11-S, el asesinato de Theo van Gogh en Holanda o del periodista Daniel Pearl en Pakist¨¢n, o en el primer atentado contra el World Trade Center de Nueva York, en 1993.
Juan del Olmo a¨²n tiene para rato. La esencia de este atentado parece clara. Pero el objetivo esencial es conocer qui¨¦n plane¨® el atentado, cu¨¢ndo lo hizo y qui¨¦nes estuvieron implicados de una u otra manera. Ha de saberlo luchando contra el tiempo, ya que la m¨¢xima policial "tiempo que pasa verdad que huye" se cumple inexorablemente.
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