El favorito a suceder a Arafat exige el fin de la ocupaci¨®n israel¨ª
Comienza la campa?a de las presidenciales
El presidente de la OLP, Mahmud Abbas, tambi¨¦n conocido como Abu Mazen, comenz¨® ayer su campa?a electoral en Ramala con un programa palmario: fin de la ocupaci¨®n, liberaci¨®n de los presos palestinos y Jerusal¨¦n Este como capital del futuro Estado. El patriarca latino, Michel Sabbah, tambi¨¦n pidi¨® el final de esa ocupaci¨®n militar y de la violencia en su homil¨ªa de Nochebuena en Bel¨¦n. Y lo hizo con una frase rotunda: "Esto ha durado demasiado".
Lo que para algunos fue un discurso de m¨¢ximos, lo dicho ayer por Abu Mazen en Ramala coincide con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Tras el buen resultado de Ham¨¢s en las municipales parciales del jueves [84% de participaci¨®n; Al Fatah, 14 aldeas; Ham¨¢s, 9, y seis a¨²n sin adjudicar], el l¨ªder de la OLP no puede permitirse concesiones. En Bel¨¦n dijo lo mismo, pero con diplomacia: "Extendemos la mano a los israel¨ªes. Queremos negociar, alcanzar la paz; una paz construida en la justicia y el derecho".
La Navidad es tiempo de optimismo y en Bel¨¦n hubo signos esperanzadores: Abu Mazen pudo ocupar el asiento que en los tres ¨²ltimos a?os estuvo vetado a Yasir Arafat. Pero tambi¨¦n es tiempo de realidades y violencia: ayer hubo cuatro palestinos muertos; tres en Tulkarem y uno en Jenin. La Nochebuena fue la s¨ªntesis de la mezcolanza de ilusi¨®n y des¨¢nimo que flota en el ambiente tras la muerte de Arafat. El patriarca lo entendi¨® as¨ª: "Es el momento de que Palestina e Israel derroten el demonio de la violencia y alumbren una sociedad en la que nadie est¨¦ sometido al otro, nadie est¨¦ ocupado por el otro y nadie amenace la seguridad del otro".
En las puertas de Bel¨¦n, peque?a ciudad cercana a Jerusal¨¦n, desfallecida por un ¨¦xodo a cuentagotas de palestinos cristianos, los soldados israel¨ªes del puesto militar de entrada ten¨ªan ¨®rdenes de cortes¨ªa por 24 horas para facilitar el acceso a los peregrinos. El puesto parec¨ªa aseado: menos bloques de cemento y decorado con un cartel de bienvenida: "Felices fiestas y feliz a?o nuevo". Pero no todos pudieron pasar. El que fuera experto nuclear israel¨ª, Mordechai Vanunu, convertido al cristianismo tras 18 a?os de c¨¢rcel por revelar secretos militares, fue retenido por desafiar a la prohibici¨®n de viajar.
Apenas se ve¨ªan turistas en una Bel¨¦n g¨¦lida y lluviosa excepto un colorido grupo procedente de Nigeria, extasiado ante la historia del lugar. La polic¨ªa palestina pudo desplegarse y portar armas cortas por primera vez en tres a?os. Muchos adolescentes musulmanes aprovecharon la relajaci¨®n de los controles para pasear por la plaza de la Natividad. Un fraile franciscano tocado de una boina parec¨ªa feliz: "Hay m¨¢s gente en la calle".
La procesi¨®n hacia la bas¨ªlica de la Natividad fue multitudinaria, como arrancada de una callejuela de Sevilla en Semana Santa. Un p¨²blico apretado a los lados se deleitaba ante un ruidoso cortejo de tambores. Entre miles de a?os de tradici¨®n, unos ni?itos disfrazados de Pap¨¢ Noel estropeaban ese espacio majestuoso con su modernidad consumista.
Desde las tiendecillas de recuerdos asomaban los rostros animosos de los vendedores. "Espero que llegue la paz y regresen los turistas. Llevamos tres a?os con el negocio muerto", dijo Ahmed, un musulm¨¢n para quien el negocio no conoce la frontera de la fe.
Algunos de esos locales estaban decorados de luces multicolores; en lugar del abeto occidental, dos o tres mostraban olivos de cart¨®n. Desde una cuarta surg¨ªa un villancico. Hablaba de paz entre los hombres, pero a los habitantes de Bel¨¦n hace a?os que les olvid¨® la letra.
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