La rep¨²blica secreta

El borrador de la Ley de Defensa corrobora la capacidad del joven Gobierno por legislar el pasado: proh¨ªbe el env¨ªo de tropas a una "guerra ilegal". Ciertas bases permitir¨¢n adivinar qu¨¦ guerra es legal y cu¨¢l no. En primer lugar, las que se refieran a Espa?a y concretamente a la defensa nacional no tienen nada que ver. Es s¨®lo la participaci¨®n en las lejanas; en todo caso, las "legales" que emprendan la ONU, la Uni¨®n Europea, la OSCE. En las otras, el Gobierno tendr¨¢ que consultar al Congreso "salvo caso de extrema urgencia". Queda as¨ª claro que el env¨ªo militar pasado fue ilegal: pero la ley no tiene efecto retroactivo, porque nadie puede enmendar el pasado. El Gobierno de entonces considera que era legal, y ya est¨¢. La legalidad depende de quien tiene el poder. La ONU, la OTAN, las grandes organizaciones entienden la legalidad seg¨²n quienes ejerzan dentro de ellas la hegemon¨ªa. Es notable c¨®mo se defendi¨® el Consejo de Seguridad de la agresi¨®n a Irak, despu¨¦s de haber dejado manos libres para destrozar Afganist¨¢n -donde est¨¢n nuestros soldados legalmente, acrecentados por este Gobierno-, y c¨®mo eran de absurdas sus acciones comparadas con la realidad comprobable, que tambi¨¦n depende de la hegemon¨ªa de quien la muestre.

Me parece entender de lo publicado, resumen de un borrador, que prosigue el trabajo iniciado despu¨¦s de la Constituci¨®n de crear una rep¨²blica secreta, una rep¨²blica con rey, interesante en la situaci¨®n meramente ling¨¹¨ªstica de nuestra realidad. El Rey seguir¨¢ siendo el mando supremo de las Fuerzas Armadas, pero el presidente del Gobierno es el que dirige la pol¨ªtica de defensa. Gestiona las crisis que afectan a la defensa, dirige la estrategia de las operaciones militares, y ordena, coordina y dirige la actuaci¨®n de las Fuerzas Armadas. Desaparece la Junta de Defensa Nacional, que presid¨ªa el Rey, la sustituye el Consejo de Defensa, y ser¨¢ el jefe del Gobierno quien presida sus plenos y su consejo ejecutivo. La sensaci¨®n, mientras el borrador toma forma, se pacta alg¨²n consenso, se enmienda en el Congreso y se convierte en ley, es la de que crece el presidencialismo. La consulta al Congreso las legaliza; pero no olvidemos que el Congreso ha elegido, antes, al presidente.