Nueva campa?a para erradicar las deficiencias de yodo en Espa?a
El d¨¦ficit de este mineral es la primera causa evitable de lesi¨®n cerebral en fetos y lactantes
La yodaci¨®n universal de la sal es la principal estrategia para prevenir los trastornos por d¨¦ficit de yodo, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Un reciente informe de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (SEEN) revela que Espa?a sigue siendo un pa¨ªs end¨¦mico en trastornos de salud por carencias de este mineral. Extremadura, Andaluc¨ªa, Pa¨ªs Vasco, Castilla y Le¨®n y Castilla-La Mancha son algunas de las comunidades aut¨®nomas m¨¢s afectadas.
Por iniciativa de la SEEN, y bajo los auspicios del Ministerio de Sanidad y Consumo, varias sociedades cient¨ªficas, asociaciones de consumidores y UNICEF Espa?a han firmado este mes en M¨¢laga un manifiesto sobre la erradicaci¨®n de las deficiencias de yodo. Este mineral es fundamental en la producci¨®n de las hormonas tiroideas, imprescindibles en el metabolismo de la mayor parte de las c¨¦lulas y en el proceso de crecimiento y desarrollo de todos los ¨®rganos, especialmente el cerebro. Los problemas que genera su carencia est¨¢n en relaci¨®n con el grado de deficiencia y la edad.
Debe promoverse el consumo de sal yodada, que no altera en absoluto el sabor
El d¨¦ficit de yodo es, seg¨²n la OMS, la principal causa prevenible en el mundo de lesi¨®n cerebral del feto y del lactante y de problemas del desarrollo psicomotor en los ni?os m¨¢s peque?os. Tambi¨¦n se asocian a este proceso complicaciones como sordomudez, enanismo, malformaciones cong¨¦nitas, retraso mental y, en los adultos, bocio o aumento de la gl¨¢ndula tiroides y alteraciones en su funci¨®n, abortos, hipotiroidismo e incluso tumores de tiroides. La propia directora general de la OMS, Gro Harlem, dijo en 2002, en la Asamblea de las Naciones Unidas, que actualmente m¨¢s de 50 millones de personas sufren en el mundo deficiencias nutricionales de yodo.
La nueva iniciativa espa?ola pretende implantar en toda Espa?a las medidas preventivas necesarias en la poblaci¨®n general y en las mujeres en edad f¨¦rtil, embarazadas o en periodo de lactancia. Sanidad y la SEEN han empezado a desarrollar un programa de educaci¨®n sanitaria, que incluye la difusi¨®n de carteles y folletos divulgativos en los centros de salud, as¨ª como la distribuci¨®n a las instancias interesadas de un informe t¨¦cnico.
"Desde 1995 nuestros expertos est¨¢n realizando una gran labor de indagaci¨®n e informaci¨®n. De estos datos se desprende la gran importancia que tiene incidir en la promoci¨®n de campa?as de yodoprofilaxis mediante unos canales adecuados de informaci¨®n a la poblaci¨®n general y tambi¨¦n a los profesionales sanitarios", explica Juan Soler, presidente de la SEEN.
Las comunidades aut¨®nomas pioneras en establecer programas de yodoprofilaxis fueron en la d¨¦cada dse 1980 las de Asturias, Catalu?a y Galicia, donde se constata que los problemas por carencias de yodo son actualmente inferiores que en otras regiones del pa¨ªs.
Para Francisco D¨ªaz Cad¨®rniga, jefe de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n del hospital Central de Asturias y coordinador del grupo de trabajo de Trastornos por D¨¦ficit de Yodo (TDY) de la SEEN, es necesario empezar por la yodaci¨®n universal de la sal. "Esto quiere decir", a?ade, "que debe promoverse el consumo de sal yodada, que no altera en absoluto el sabor, as¨ª como el de todos los alimentos envasados o preparados en cuya composici¨®n se encuentre este condimento".
Seg¨²n este especialista, la experiencia de Asturias demuestra que desde 1983 se ha avanzado notablemente en la erradicaci¨®n de la deficiencia de yodo en la poblaci¨®n infantil, ya que en todos los comedores escolares se emplea s¨®lo sal yodada, objetivo que tambi¨¦n se est¨¢ observando en el 75% de la poblaci¨®n asturiana. Todo ello ha contribuido a que la prevalencia del bocio en esta comunidad haya pasado en estos a?os del 21% al 8,2%.
No obstante, los endocrin¨®logos subrayan la importancia del consumo moderado de sal, ya sea como condimento a?adido mediante el salero o como componente de numerosos alimentos (anchoas en conserva, enlatados, ciertos platos preparados), ya que est¨¢ estudiado que el consumo excesivo de sal favorece la aparici¨®n de hipertensi¨®n arterial.
Embarazo y lactancia
El organismo humano precisa de 100 a 150 microgramos diarios de sales de yoduro para producir hormonas tiroideas. En las mujeres gestantes esta ingesta debe ser de 250 a 300. El reciente manifiesto recoge la necesidad de practicar un an¨¢lisis de orina a las embarazadas para detectar niveles de yodo.
Seg¨²n Juan Soler, presidente de la SEEN, es fundamental que la mujer tenga buenas reservas de este micronutriente antes incluso de quedarse embarazada, a fin de que "sobre todo en el primer trimestre, lleguen al feto las hormonas yodadas en las cantidades necesarias para la maduraci¨®n y formaci¨®n de los tejidos, especialmente el cerebro y el sistema nervioso". Lo mismo sucede en la lactancia, ya que el ¨²nico aporte de yodo que recibe el beb¨¦ es a trav¨¦s de la leche materna.
Para Francisco D¨ªaz Cad¨®rniga, coordinador del Grupo de Trabajo de TDY, el problema es que una alimentaci¨®n correcta no suele ser suficiente para cubrir las necesidades de yodo de la embarazada. "Por esta raz¨®n", agrega, "ser¨¢ necesario complementar la dieta con suplementos farmacol¨®gicos de yodo durante el embarazo y la lactancia, naturalmente, siempre bajo prescripci¨®n y control facultativos. Cuando se trate de un embarazo programado, esta aportaci¨®n debe emprenderse desde antes de la concepci¨®n".
Los expertos consideran que este nuevo enfoque est¨¢ "por encima de modas y decisiones de pol¨ªtica sanitaria". Y s¨®lo responde a los nuevos conocimientos en la materia, incluido en los derechos de la infancia y de la madre y refrendado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud: 1) "Todo ni?o(a) tiene derecho a un aporte adecuado de yodo para asegurar su desarrollo normal". Y 2) Toda madre tiene el derecho a una ingesti¨®n adecuada de yodo durante el embarazo para asegurar que su hijo(a) tenga un desarrollo mental ¨®ptimo".
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