"Ahora me toca aprender"
En el a?o del cambio, Nani Roma no aspira a¨²n al triunfo. Al menos, eso afirma. Tras ganar el Rally Dakar en 2004 en la categor¨ªa de motos, afronta la edici¨®n de 2005 en un coche Mitsubishi y manteniendo el patrocinio de Repsol. Decidi¨® dar el salto tras proclamarse el primer espa?ol ganador de la legendaria carrera del desierto. "Cuando lo logr¨¦, tras tantos a?os de luchar por ello, cre¨ª que hab¨ªa cerrado un ciclo", reflexiona. Lleva pocos meses adapt¨¢ndose a su veh¨ªculo, pero en noviembre corri¨® el Rally de Qatar y acab¨® el segundo. "Fue una desgracia", ironiza, "porque mucha gente puede pensar que ya estoy a punto para el Dakar y s¨¦ que no lo estoy". Sin embargo, un campe¨®n nunca se rinde. Y ¨¦l lo es. Roma, de 32 a?os (Folgueroles, Barcelona), sigue so?ando: "Alg¨²n d¨ªa volver¨¦ a pisar el escal¨®n m¨¢s alto del podio".
"A lo peor no me acuerdo de alguien cercano. Pero las pistas del desierto no se me olvidan. Eso forma parte de la navegaci¨®n"
"?Librarme de la presi¨®n? Ser¨ªa un chollo seguir en motos. Pero siempre me planteo nuevos retos. Puedo hacerlo muy bien, aunque es distinto"
Pregunta. Su cambio ha sido brutal. De campe¨®n de motos a conducir un coche.
Respuesta. En todos los aspectos. Desde el planteamiento de la prueba hasta el simple hecho de preparar las maletas. Incluso cambia el equipaje. Pero me apetece y las cosas, cuando se hacen con motivaci¨®n, resultan m¨¢s sencillas.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le ha costado?
R. Lo primero, decidirme. Ten¨ªa una carrera profesional muy consolidada en las motos y pasar a los coches era una inc¨®gnita. Pero siempre me planteo nuevos retos y s¨¦ que puedo hacerlo muy bien. Eso es lo que me decidi¨®. Todo es distinto: conducir con una persona al lado, el copiloto, que te dice hacia d¨®nde debes ir; aprender a montar y desmontar un veh¨ªculo; saber muchas cosas sobre la conducci¨®n; adaptarte bien... Pero tengo suerte porque cuento con un buen copiloto, Henri Magne, franc¨¦s, y un equipo de gente que me ayuda mucho. Todo es muy complejo, incluso haber comenzado la carrera en Barcelona.
P. ?Y frenar con el pie izquierdo? ?Tambi¨¦n le cost¨®?
R. Much¨ªsimo. Llegu¨¦ a comprarme un car-cross, un coche peque?o, y mont¨¦ un minicircuito en mi casa. As¨ª comenc¨¦ a entrenarme. Cuando te acostumbras, es m¨¢s c¨®modo porque con el pie izquierdo frenas y con el derecho sigues controlando el gas. Ahora, cuando voy en mi coche, hasta intento frenar con el pie izquierdo. Lo tengo ya superado y eso me ayuda a sentirme m¨¢s confortable.
P. ?Ya se siente a gusto con el Mitsubishi?
R. A gusto es dif¨ªcil, pues la cabina es peque?a e inc¨®moda. El coche no est¨¢ pensado para gente tan alta [1,90 metros] como yo y debo encogerme. Adem¨¢s, mi musculatura est¨¢ muy acostumbrada a moverse constantemente, a levantarme y sentarme, y ahora voy est¨¢tico. Al principio, lo pasar¨¦ mal. Pero la cuesti¨®n es tener claro el nivel en el que estoy y el objetivo que busco: llegar a Dakar. Por tanto, debo salir poco a poco y muy tranquilo.
P. As¨ª que no va para ganar.
R. Es cierto. En la vida hay que marcarse distintos eslabones. Ahora me toca aprender. Es complicado porque vengo de ganar en motos y eso supone un cambio de mentalidad. Sin embargo, me resulta m¨¢s f¨¢cil porque mi patrocinador, Repsol, y mi equipo, Mitsubishi, me dicen que me lo tome con calma, que vaya cogiendo mi ritmo y que ya habr¨¢ tiempo para ganar el a?o que viene o el otro.
P. ?No dir¨¢ todo eso para quitarse presi¨®n?
R. No. Presi¨®n la tienes cuando no has hecho los deberes, cuando no te has entrenado lo suficiente. S¨¦ lo que he hecho y hasta d¨®nde puedo llegar. He dado el m¨¢ximo y no me pueden exigir m¨¢s.
P. Alguien puede pensar que deja las motos para no sentirse en la obligaci¨®n de volver a ganar.
R. Ni se me ocurri¨® pensar en eso. Me pas¨® por delante la oportunidad de subirme a un coche en un equipo oficial y eso es lo que me decidi¨®. Si no hubiera sido en las mejores condiciones, no lo habr¨ªa hecho. M¨¢s presi¨®n de la que he tenido yo, con tantos a?os de desgracias y siempre saliendo a ganar, es dif¨ªcil tenerla. Ahora habr¨ªa sido un chollo salir en motos sabiendo que ya tengo un t¨ªtulo. Cuando comenc¨¦ hace doce meses, ya hab¨ªa decidido que, si ganaba, intentar¨ªa dar el salto.
P. ?Su experiencia de siete a?os en motos?
R. Es un elemento a tener muy en cuenta. Me concede un porcentaje elevado de posibilidades. Tal vez lo que me falte de conducci¨®n lo supla la experiencia de navegar solo en moto, buscando los referentes y recordando todos los elementos. En moto haces de todo: de mec¨¢nico, de copiloto... Mi copiloto me dice que eso vale mucho. Y yo lo noto cuando estoy en una pista. Me siento seguro de m¨ª.
P. Jordi Arcarons, que fue su m¨¢nager, asegura que usted no fue el campe¨®n, el n¨²mero uno, hasta que dej¨® de ir siempre con el gas a fondo.
R. Hubo algunos a?os en que corr¨ª muy bien. En 2000 fui primero toda la carrera con 20 minutos de ventaja y, a falta de dos d¨ªas, romp¨ª el motor. Otras veces es cierto que hab¨ªa cometido errores. Pero, curiosamente, nunca sufr¨ª ca¨ªdas yendo a la m¨¢xima velocidad. Eran otros problemas de concentraci¨®n. Creo que cambi¨¦ mucho cuando comenc¨¦ a trabajar con un psic¨®logo deportivo, Pep Font, del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Hac¨ªamos un ejercicio muy simple de relajaci¨®n y vi que cuanto m¨¢s tranquilo estaba para afrontar los problemas m¨¢s r¨¢pido los resolv¨ªa. Eso me ayud¨®. Pero tambi¨¦n el hecho de comprender mejor la carrera.
P. Sabe navegar por el desierto y eso no es f¨¢cil. ?Le cost¨® mucho aprenderlo?
R. Se aprende con los a?os. Quienes corremos en moto al m¨¢ximo nivel tenemos ya una intuici¨®n. Cuando paso una vez por un lugar lo recuerdo siempre. A lo peor no me acuerdo del nombre de alguien cercano, pero las pistas del desierto no se me olvidan. Eso forma parte de la navegaci¨®n. Otra cosa que s¨¦ siempre desde que me levanto es d¨®nde est¨¢ sol. Eso lo miro incluso en casa. Todo eso cuesta. Te lo da la experiencia.
P. ?Son esos peque?os detalles los que hacen a un piloto campe¨®n del Dakar?
R. S¨ª. Hay gente r¨¢pida y muy buena que nunca ha ganado.
P. ?Qu¨¦ destacar¨ªa de esta edici¨®n en relaci¨®n con las anteriores?
R. Ser¨¢ dif¨ªcil. Hay muchas etapas y muy largas en Mauritania, donde la arena es muy complicada. Habr¨¢ menos kil¨®metros, pero de m¨¢s exigencia..
P. No conoc¨ªa a su copiloto, Henri Magne. ?C¨®mo se llevan?
R. Es una persona muy agradable y con experiencia. Me ense?a. Al principio, estaba cohibido. Le costaba decirme las cosas. Pero pronto nos entendimos. Yo s¨¦ c¨®mo ir por el desierto y ¨¦l sabe mucho de coches: lleva 23 rallies y ha ganado dos. Ha corrido con los mejores pilotos. Es mejor que yo, pero trabajamos muy bien juntos.
P. Hable un poco de la soledad del desierto. ?Ha sentido miedo alguna vez?
R. Siento un gran respeto por el desierto, pero nunca he tenido miedo. Ni siquiera cuando he dormido solo en aquella inmensidad.
P. Cuente su peor y su mejor experiencia en el Dakar.
R. La peor son las ca¨ªdas y la rotura del motor en 2000. Sin embargo, cuando eso ocurre, pienso que la vida no son s¨®lo las carreras, sino que tengo otras cosas en casa m¨¢s importantes. Eso me da tranquilidad. La mejor experiencia fue ganar. Es la satisfacci¨®n de ver el rendimiento de tu trabajo. En Dakar viv¨ª la mejor experiencia profesional de mi vida.
P. ?Ha logrado dejar de pensar ya en aquel momento?
R. Preparando las bolsas en casa, levant¨¦ la cabeza y vi mi foto alzando los brazos. Es como si fuera ayer. Ha pasado tan r¨¢pido que no ha habido tiempo ni de asimilarlo. Vamos a un ritmo que, a veces, da miedo. Pero tambi¨¦n te permite disfrutar m¨¢s intensamente de la vida. Me lo he quitado de la cabeza, pero reaparece de vez en cuando.
P. ?Cree que alg¨²n d¨ªa volver¨¢ a alzar los brazos en lo m¨¢s alto del podio del Dakar?
R. Pienso que s¨ª. No lo afirmo rotundamente porque ganar en motos me ha costado nueve a?os. Pero si he hecho el cambio es para eso, para ser campe¨®n junto a mi copiloto, Henri.
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