Armilla, pr¨®logo a las dunas

Dos pa¨ªses, 1.460 kil¨®metros y dos d¨ªas de viaje. Ese es el bagaje que los 464 veh¨ªculos participantes en el rally Barcelona-Dakar hab¨ªan recorrido hasta anoche, cuando llegaron a Rabat, la capital de Marruecos. S¨®lo la sexta parte de la singladura de esta mezcla de expedici¨®n y competici¨®n en la que motos, coches y camiones atravesar¨¢n pistas y dunas a lo largo de toda la panza occidental de ?frica hasta llegar a la capital de Senegal, a 8.956 kil¨®metros del punto de partida. Diez de los 14 kil¨®metros de carrera oficial celebrados hasta ayer tuvieron como escenario la base a¨¦rea de Armilla. Cerca de 200.000 granadinos, seg¨²n el Ayuntamiento de ese municipio, contemplaron el espect¨¢culo.

Asistir a una etapa cronometrada de un rally no es como ver un partido de f¨²tbol donde el marcador condiciona las emociones del p¨²blico. "No sabemos qui¨¦n va ganando, pero la verdad es que no importa", explica Miguel, un mec¨¢nico de C¨®rdoba de 25 a?os que ha aprovechado el fin de semana para ver de cerca a los participantes de la que considera "la carrera m¨¢s importante del mundo". "S¨®lo escuchar el rugido de los motores de estos coches y verlos correr sobre caminos de tierra a m¨¢s de 100 kil¨®metros por hora merece la pena", dice.

La competici¨®n se desarrolla entre una enorme nube de polvo provocada por los acelerones de los coches, cuyos conductores pisan a fondo tras las curvas haciendo derrapar sus ruedas. Badenes de tierra de alrededor de un metro que cualquier conductor no atravesar¨ªa sin reducir antes a primera, se saltan aqu¨ª a gran velocidad provocando que los coches vuelen durante unas d¨¦cimas de segundo en los que la multitud grita asombrada. A ?lvaro, un ni?o de Madrid que ha venido al rally antes de subir con su familia a Sierra Nevada para pasar los Reyes, lo que m¨¢s le gusta son los "boogies", como llama a los todoterrenos de l¨ªnea m¨¢s aerodin¨¢mica, mucho m¨¢s ¨¢giles y r¨¢pidos que los cl¨¢sicos cuatro por cuatro. "Alucina cuando llegan a las curvas pasados de vueltas y se levantan sobre dos ruedas al girar", explica su padre, que lo lleva a hombros para que pueda ver entre la multitud.

Todos aplauden el dominio de los participantes, pero el ¨ªdolo, el m¨¢s jaleado, es Joan Nani Roma, campe¨®n en la pasada edici¨®n en la categor¨ªa de motos que este a?o debuta en coches al volante de un Mitsubishi. El espa?ol mejor clasificado en la etapa, Josep Mar¨ªa Servi¨¢, pasa sin embargo mucho m¨¢s inadvertido a pesar de hacer el und¨¦cimo tiempo y quedar nueve puestos por encima de ¨¦l.

Pero para la mayor¨ªa de los asistentes, la clasificaci¨®n importa poco. La carrera sirve de pretexto para pasar una ma?ana soleada aderezada con bocadillos, vino y neveras port¨¢tiles llenas de cerveza y refrescos. Cuando pasadas las 14.30 termine la carrera y cojan el coche para volver a sus casas, la radio les revelar¨¢ que el escoc¨¦s Colin McRae en coches, el franc¨¦s Fretign¨¦ en motos y el holand¨¦s Hans Bekx en camiones, se llevaron los ¨²ltimos laureles europeos antes de enfrentarse a las dunas de ?frica.