El ¨²ltimo ermita?o
El monje Antonio Rodr¨ªguez Rold¨¢n es el ¨²nico habitante de un monasterio en estado de ruina en Cazorla (Ja¨¦n)
Las Navidades de este a?o no han sido muy diferentes a otras para Antonio Rodr¨ªguez Rold¨¢n, un monje que se ha convertido en el ¨²nico habitante del monasterio de Montesi¨®n de Cazorla (Ja¨¦n) y, probablemente, en un ermita?o at¨ªpico en Espa?a. El hermano Antonio, como le conocen sus vecinos, es el ¨²ltimo exponente de la orden de San Pablo y San Antonio Abad.
Esta instituci¨®n religiosa, que en el siglo XVII acogi¨® a todos los ermita?os del pa¨ªs, se disolvi¨® hace cinco a?os y todos sus miembros se integraron en los franciscanos. Todos menos el hermano Antonio, que se resiste a abandonar el lugar en el que ha pasado buena parte de su vida a pesar de su estado de ruina y al anuncio del Ayuntamiento cazorle?o de construir all¨ª una hospeder¨ªa para el turismo rural.
Desde que hace seis a?os falleci¨® el padre superior de la orden, el hermano Antonio es el ¨²nico morador de un monasterio del siglo XVII, donde profesa sus creencias religiosas de una forma monacal y en medio de la m¨¢s absoluta austeridad. Ni siquiera le ha importado el estado ruinoso del edificio y el hecho de que el acceso al mismo se tenga que realizar por un camino intransitable entre los pinos de la Sierra de Cazorla.
Muy a pesar suyo, desde hace pocos meses se ha visto obligado a no pernoctar en el monasterio al alertar el Ayuntamiento del riesgo para su integridad f¨ªsica. Desde entonces, pasa el d¨ªa enclaustrado entre las sobrias paredes conventuales y por la noche se va a dormir a una casa en Cazorla.
Antonio Rodr¨ªguez Rold¨¢n naci¨® hace 64 a?os en el valle granadino de Lecr¨ªn. Muy joven se hizo ermita?o y empez¨® a profesar los votos de pobreza, castidad y obediencia de la orden ya desaparecida. Desde su llegada al monasterio de Cazorla su vida ha girado en torno a esos valores espirituales. Se levanta a las 6.00, realiza las primeras oraciones en la ermita del monasterio y, tras el desayuno, empieza a trabajar en su peque?a huerta, en la conservaci¨®n del inmueble y en tareas artesanales que le sirven para fabricarse sus propias prendas de vestir. "La vida en el monasterio se basa en la oraci¨®n y el trabajo", dice escuetamente el religioso, al que su vida en silencio le hace ser especialmente reservado ante cualquier interlocutor.
Antonio Rodr¨ªguez mantiene intactos los valores de la orden que eligi¨® para dar sentido a su vida. Son valores asociados en muchos casos al sacrificio y la castidad, como la disciplina de la flagelaci¨®n practicada hasta hace pocos a?os todos los viernes del a?o. Ahora quiz¨¢ el mayor sacrificio de Antonio es el de acceder todos los d¨ªas al monasterio, ubicado junto al cerro de Salvatierra y cerca del castillo de las Cinco Esquinas, por una vereda en p¨¦simo estado y por la que ni siquiera pueden transitar los veh¨ªculos. Al ermita?o le queda el apoyo que le prestan los miembros de la asociaci¨®n Montesi¨®n de Amigos del Patrimonio de Cazorla, que lucha por el mantenimiento y la revitalizaci¨®n de un monasterio desconocido incluso por muchos vecinos del pueblo.
Hospeder¨ªa en el horizonte
El idilio entre el monasterio y el hermano Antonio se encuentra seriamente amenazado por las intenciones del Ayuntamiento de Cazorla -propietario del edificio desde la Desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal- de darle un uso tur¨ªstico a ese inmueble.
El alcalde de Cazorla, Jos¨¦ Luis D¨ªaz, ha confirmado la intenci¨®n municipal de construir una hospeder¨ªa para destinarla al turismo rural, para lo que ya se han hecho gestiones para obtener financiaci¨®n de la Consejer¨ªa de Cultura y del Ministerio de Fomento, a trav¨¦s del cap¨ªtulo del 1% cultural. "Es un inmueble con un gran valor patrimonial que no se puede perder, y creemos que podemos recuperarlo para el turismo", indica el alcalde, que deja claro la intenci¨®n de mantener la ermita del monasterio, donde se conservan unas valiosas pinturas erem¨ªticas, y permitir que el hermano Antonio pueda seguir orando en ella todos los d¨ªas.
El Ayuntamiento acomete en la actualidad obras de emergencia para consolidar la cubierta del monasterio, que presenta una situaci¨®n m¨¢s desesperada. Tambi¨¦n se est¨¢ mejorando el acceso a trav¨¦s del camino de R¨ªogazas.?ste es uno de los muchos proyectos relacionados con el turismo en Cazorla, a quien la Consejer¨ªa de Turismo otorg¨® el a?o pasado la distinci¨®n de municipio tur¨ªstico, una figura con la que se quiere compensar econ¨®micamente a los entes locales por la prestaci¨®n de servicios a una poblaci¨®n flotante muy superior a la nativa.
En el caso del municipio jiennense, puerta de entrada al mayor parque natural de Espa?a, el de Cazorla, Segura y Las Villas, sus 8.900 habitantes se transforman en 40.000 en los meses estivales. La principal apuesta es crear un circuito muse¨ªstico en el casco antiguo de la localidad. El punto de partida del mismo estar¨¢ en las ruinas renacentistas de Santa Mar¨ªa, donde se va a construir un auditorio al aire libre. La inversi¨®n prevista supera los dos millones de euros.
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