El cerebro humano tuvo una evoluci¨®n acelerada de tama?o y complejidad respecto a otras especies
Los genes que controlan el tama?o y la complejidad del cerebro evolucionaron mucho m¨¢s r¨¢pido en los humanos que en otros primates o incluso mam¨ªferos, y esta evoluci¨®n acelerada se debi¨® a un fuerte proceso de selecci¨®n, seg¨²n un estudio presentado en la revista Cell. En los individuos ancestrales de la humanidad debieron ser especialmente importantes y ventajosas, en comparaci¨®n con otros animales, la complejidad y el tama?o cerebral; los individuos que tuvieran esos rasgos tendr¨ªan m¨¢s descendencia y por tanto las mutaciones gen¨¦ticas de dichas caracter¨ªsticas se difundir¨ªan con enorme ¨¦xito entre la poblaci¨®n y se habr¨ªa producido una aceleraci¨®n de la evoluci¨®n en ese sentido. ?sta es la conclusi¨®n a la que llegan los cient¨ªficos del Instituto M¨¦dico Howard Hughes (Universidad de Chicago) autores del estudio.
Bruce Lahn y sus colegas estudiaron 214 genes relacionados con el desarrollo del cerebro y sus funciones centr¨¢ndose en cuatro especies: humanos, macacos, ratas y ratones, todas ellas con un ancestro com¨²n hace unos 80 millones de a?os y las dos primeras, hace entre 20 y 25 millones de a?os.
Los humanos tienen cerebros extraordinariamente grandes y complejos en comparaci¨®n con los macacos y otras especies no humanas de primates, explica Lahn en un comunicado del Instituto M¨¦dico Howard Hughes. El cerebro humano es varias veces mayor que el del macaco -incluso haciendo las correcciones pertinentes en funci¨®n del tama?o corporal- y "es mucho m¨¢s complicado en t¨¦rminos de estructura", afirma el investigador.
En el estudio, para cada gen considerado, los cient¨ªficos contaron el n¨²mero de mutaciones en la secuencia de ADN y lo relacionaron con el tiempo en que se han producido esos cambios, obteniendo as¨ª una tasa de evoluci¨®n de cada gen. De esta forma descubrieron que los genes relacionados con el cerebro evolucionaron mucho m¨¢s deprisa en humanos que en macacos y que en ratas y ratones. "La selecci¨®n [natural] de una mayor inteligencia y por tanto de cerebros m¨¢s grandes y complejos es mucho m¨¢s intensa en la evoluci¨®n humana que en la evoluci¨®n de otros mam¨ªferos", concluye Lahn.
En un paso m¨¢s de su experimento, los cient¨ªficos clasificaron los genes estudiados en dos grupos: los relacionados con el desarrollo cerebral durante la fase embrionaria y los que regulan funciones del cerebro necesarias para que las neuronas vivan y funcionen. Los del primer grupo muestran ritmos de cambio muy superiores a los del segundo, tal y como cabr¨ªa esperar si la selecci¨®n efectivamente provoc¨® cambios dr¨¢sticos en el tama?o y la organizaci¨®n cerebral.
Otro hallazgo de este trabajo es que un n¨²mero relativamente grande de genes ha contribuido a la evoluci¨®n del cerebro humano. Se discut¨ªa si en ella habr¨ªan intervenido pocas mutaciones en unos pocos genes, muchas mutaciones en pocos genes o muchas mutaciones en muchos genes, explica Lahn. "Nosotros calculamos que en la evoluci¨®n del cerebro humano probablemente est¨¢n implicadas cientos si no miles de mutaciones en tal vez cientos o miles de genes, e incluso esta es una estimaci¨®n conservadora".
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