El 'plan Ibarretxe'
El motivo de mi carta es expresar mi m¨¢s profundo rechazo a toda la pol¨ªtica llevada a cabo por este "Gobierno de todos los vascos y vascas". En mi caso (soy de Bilbao), todas las generaciones de mi familia son vascas, incluso con alg¨²n dirigente del sector nacionalista, pero claro, al no comulgar yo con las tesis del se?or Ibarretxe se me quita el derecho a ser vasco; ya no soy vasco porque no apoyo su plan. Es muy triste de decir, pero m¨¢s triste es vivir aqu¨ª y ver todos los d¨ªas c¨®mo se nos aparta, se nos coarta nuestra libertad de expresion,se nos niega el derecho inherente a cualquier democracia de podernos expresar libremente a la mitad de los que vivimos en Euskadi.
Hace no mucho que Arzalluz dijo que la democracia de Espa?a no era una verdadera democracia, que ten¨ªa que aprender de la vasca, eso corrobora la tesis de que s¨®lo estamos en democracia en Euskadi cuando gobierna el PNV-EA-Batasuna / EH / SA, parece ser que s¨®lo ellos son dem¨®cratas.
Espero que el se?or Zapatero est¨¦ a la altura de las circunstancias y no nos deje a la mitad de los vascos desamparados, exigimos que se nos defienda y este mal llamado plan para la convivencia de Ibarretxe sea rechazado de pleno en el Congreso.- Javier Alonso Gonz¨¢lez.
La aproximaci¨®n entre los conceptos y los hechos es una condici¨®n b¨¢sica del conocimiento y de la democracia. En el Pa¨ªs Vasco, los hechos parecen mostrar, con particular insistencia, que los llamados "nacionalistas" buscan algo bastante m¨¢s tangible que reencontrarse con su verdadero ser, rendir homenajes de lealtad a sus antepasados u otros objetivos ligados, m¨¢s o menos, al sentimiento "nacional". Lo que buscan es construir un Estado-naci¨®n. O lo que es lo mismo, un Estado donde el reconocimiento y ejercicio de los derechos est¨¦n vinculados antes a la nacionalidad, que a la ciudadan¨ªa. As¨ª lo dicen con toda claridad el plan Ibarretxe y sus portavoces.
Por consiguiente, entiendo que el concepto justo para designarles es el de estado-nacionalistas vascos. Si la poblaci¨®n del Pa¨ªs Vasco escuchara este concepto en lugar del otro, probablemente sabr¨ªa mucho mejor a qu¨¦ atenerse. No hace falta ser un experto hist¨®rico para conocer los efectos perversos de la construcci¨®n de Estados-naci¨®n. Para los de memoria d¨¦bil, las v¨ªctimas f¨ªsicas y ps¨ªquicas de ETA representan un ant¨ªdoto frente a la amnesia.
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