La perrera se satura en Navidad
El Ayuntamiento empieza a buscar una ubicaci¨®n con mayor capacidad para las instalaciones
Jagger es un pastor belga cruzado que lleg¨® al Centro de Acogida de Animales de Compa?¨ªa (CAAC) de Barcelona en mayo de 2003. Hoy contin¨²a esperando, en la jaula n¨²mero 91, a alg¨²n visitante que quiera adoptarlo. Al parecer, Jagger tuvo suerte: si hubiera llegado al CAAC antes de enero de 2003, no habr¨ªa vivido m¨¢s de 20 d¨ªas. En esa fecha entr¨® en vigor una prohibici¨®n del sacrificio de animales en la perrera.
Desde que tiene vigencia la ordenanza municipal que inclu¨ªa dicha prohibici¨®n -que en 2007 se aplicar¨¢ a toda Catalu?a-, las instalaciones de la perrera municipal se han saturado de forma reiterada. La perrera tiene capacidad para 112 canes. Y pese a la campa?a navide?a del Ayuntamiento para promover la adopci¨®n, el nuevo a?o ha empezado con 122 perros en las instalaciones.
Aunque esta cifra no alcance los m¨¢s de 200 perros que en algunos momentos de 2003 llegaron a compartir las 112 jaulas del recinto, las cr¨ªticas a las instalaciones municipales, con 30 a?os de antig¨¹edad, vuelven a intensificarse. No s¨®lo por la saturaci¨®n, sino por la falta de sol, las humedades y el poco espacio en las jaulas. El Ayuntamiento de Barcelona ha empezado a buscar un emplazamiento con mayor capacidad. Pero no es tarea f¨¢cil.
Encontrar una nueva ubicaci¨®n es, sin embargo, "un tr¨¢mite lento, porque una vez que tengamos el solar hay que edificarlo, y adem¨¢s nadie quiere tener un centro de este tipo cerca de casa", reconoce J¨²lia Duran, directora del Instituto de Seguridad Alimentaria y Salubridad, dependiente del Ayuntamiento. Los vecinos del actual centro no son una excepci¨®n e interpusieron una denuncia contra los ladridos.
Pero las cr¨ªticas al estado y la capacidad de las instalaciones est¨¢n ah¨ª. Llu¨ªs Civil, coordinador de voluntarios del CAAC, llega a afirmar que la suerte de Jagger y los otros perros es cuestionable: "De este modo sufren m¨¢s que antes y mueren igual, pero lentamente". Civil considera tambi¨¦n "imposible" que las 15 personas que trabajan en el centro puedan pasear tambi¨¦n a los perros y elogia el trabajo de los voluntarios.
La Agencia de la Salud P¨²blica, que desde julio gestiona la perrera, cree que la dotaci¨®n de personal del CAAC es correcta, pero admite que necesita "m¨¢s voluntarios". Hasta el aumento de abandonos -y no de las adopciones- que se produjo en diciembre, el organismo municipal hab¨ªa logrado mantener a raya la saturaci¨®n.
Las situaciones de saturaci¨®n se han repetido varias veces desde enero de 2003.La noticia de que en Barcelona no se sacrificaban perros abandonados hizo aumentar el 40% la cifra de canes "perdidos" en la ciudad. "Hab¨ªa llamadas desde Nueva York para preguntar si pod¨ªan dejar a su perro aqu¨ª", explica Matilde Figueroa, presidenta de la Fundaci¨®n Altarriba, que gestion¨® el CAAC hasta el pasado julio.
Falta de recursos
Figueroa, que desde la fundaci¨®n impuls¨® la aplicaci¨®n de la ordenanza en Barcelona, centra el problema en la falta de recursos: cifra la dotaci¨®n municipal con la que contaba el centro en 15.000 euros al mes, suma a la que ellos deb¨ªan a?adir unos 7.650 euros. "Si no se sacrifica, se tienen que mejorar las condiciones de las perreras y promover las adopciones".
Una opini¨®n que comparte Francesc Monn¨¦, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB), quien se refiere a las consecuencias que puede traer la implantaci¨®n de la ley en toda Catalu?a, donde se calcula que se abandonan unos 20.000 perros cada a?o. "Se debe sancionar duramente el abandono y ser rigurosos con la implantaci¨®n del microchip; si no, la situaci¨®n puede ser cr¨ªtica", advierte. La multa por abandonar un can puede llegar a ser de 20.000 euros.
Pero lo m¨¢s frecuente entre los animales que llegan al CAAC es que no tengan el obligatorio microchip, con lo que el propietario no puede ser identificado. El Gobierno catal¨¢n intenta impulsar su implantaci¨®n. Llu¨ªs Civil se muestra esc¨¦ptico ante estas acciones y afirma: "A no ser que se reduzcan los abandonos el 90%, continuar¨¢ habiendo problemas si se proh¨ªbe la eutanasia".
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