200 a?os de ense?anza para alumnos sordos en Madrid
En Espa?a, y en Madrid, se inicia la educaci¨®n moderna de las personas sordas con un centro creado por la corona, financiado por el Estado y gestionado y dirigido por la Sociedad Matritense de Amigos del Pa¨ªs. Y su apertura, se hace el 9 de enero de 1805, con la presencia del primer ministro Sr. Godoy. Espa?a sigue el camino de pa¨ªses como Francia o Inglaterra que tienen centros p¨²blicos hace ya algunas d¨¦cadas.
El n¨²mero de plazas, seg¨²n anuncia la Gaceta de Madrid de 5 de febrero de 1805 es de 6 alumnos entre los 6 y los 12 a?os.
Jam¨¢s antes del Real Colegio de Sordomudos, creado por el Rey Carlos IV en Madrid, y salvo los precedentes del aula para ni?os sordos en el Colegio de San Fernando de Lavapi¨¦s de Madrid y las actividades del Ayuntamiento de Barcelona, nunca hubo educaci¨®n espec¨ªfica p¨²blica, general o universal para ni?os o j¨®venes sordos en Espa?a. S¨ª est¨¢ documentado que algunos ni?os sordos acomodados tuvieron el privilegio de recibir una instrucci¨®n por los que tradicionalmente consideramos los maestros o iniciadores en Espa?a de la educaci¨®n de las personas sordas en los siglos XVI y XVII: Ponce de Le¨®n, Carri¨®n y Bonet. De los dos primeros tenemos escasa documentaci¨®n fehaciente de sus m¨¦todos educativos, mientras del ¨²ltimo s¨ª la hay gracias a su libro Reducci¨®n de las letras y Arte para ense?ar a hablar a los mudos, 1620.
Tradicionalmente, la mayor¨ªa de los ni?os sordos iniciaba el descubrimiento de los dem¨¢s sordos en los colegios-residencias, e iban aprendiendo la lengua de signos para su comunicaci¨®n, a la vez que adquir¨ªan conciencia de grupo. Esta lengua de signos aprendida y practicada en el colegio, primero Real Colegio de Sordomudos(1805), despu¨¦s Real Colegio de Sordomudos y Ciegos(1842), m¨¢s tarde Colegio Nacional de Sordomudos(1947), luego Instituto Nacional de Pedagog¨ªa de Sordos(1970) y por ¨²ltimo Colegio de Educaci¨®n Especial de Sordos (1986), les proporcionaba identidad. En la actualidad, en el nuevo centro (CEIP El Sol, 2001 ) tambi¨¦n la encontraran, pero de otra forma y con otra dimensi¨®n.
Nunca en el "colegio de sordos" de Madrid nada fue f¨¢cil y siempre encarnando lo mejor y peor de su tiempo en cuanto a los m¨¦todos educativos, en cuanto a sus profesores, en cuanto a sus responsables... Y desde el principio sufri¨® los sucesivos cambios de los maestros directores, la guerra de la Independencia, con la penuria m¨¢s completa y su primer cierre. La llegada del rey deseado, Fernando VII y sus aires patrios, que dejaran fuera del colegio la influencia y metodolog¨ªa educativa francesa. El trance oscuro de la disoluci¨®n de la Sociedad Econ¨®mica de Amigos del Pa¨ªs tras el periodo liberal de 1820/23. La creaci¨®n de un sistema nacional de educaci¨®n con la adscripci¨®n al Ministerio de Fomento (1852) y la regulaci¨®n de sus ense?anzas con la Ley de Instrucci¨®n P¨²blica de 1857 -Ley Moyano-. Una segunda mitad del XIX con estabilidad del profesorado y profesionalidad de las direcciones; una etapa de cierto esplendor. El quita y pon de los patronatos nacionales del primer tercio del XX, la ¨¦poca republicana, la Guerra Civil con un nuevo y prolongado cierre hasta 1948. La Espa?a nacional y su aton¨ªa. La Ley Villar (Ley de 1970) y el Instituto Nacional de Pedagog¨ªa de Sordos. La LOGSE y el Colegio de Educaci¨®n Especial de Sordos; la integraci¨®n y por ¨²ltimo la gesti¨®n de la Comunidad de Madrid con la trasformaci¨®n del centro espec¨ªfico en uno ordinario de car¨¢cter singular. Y el centro tantas veces trasformado perdur¨®...
Hist¨®ricamente se ha considerado que uno de los factores m¨¢s determinantes y significativos de los colegios de sordos, incluso por encima de las funciones m¨¢s cl¨¢sicas o convencionales de la escuela, ha sido la de proporcionar a sus alumnos una identidad como personas sordas. Actualmente, el cambio de esta concepci¨®n, axiom¨¢tica durante muchas d¨¦cadas, provoca, est¨¢ provocando un sensible cambio en las personas sordas consecuencia de nuevos escenarios educativos, culturales y sociales.
En el curso 1985/86, al iniciarse en todo el territorio nacional el nuevo programa de integraci¨®n de alumnos, hay en Espa?a en todas las etapas seg¨²n fuentes del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia el doble de alumnos sordos en centros espec¨ªficos que en centros ordinarios(se estima que unos 2000). A partir de ese a?o, y como consecuencia directa del proceso anterior, los centros espec¨ªficos de sordos de la Comunidad de Madrid; la Pur¨ªsima, Ponce de Le¨®n, Hispano Americano de la Palabra, y el Instituto Nacional de Pedagog¨ªa de Sordos trasformado en Colegio de Educaci¨®n Especial de Sordos, que han aprovechado y se han beneficiado del gran esfuerzo escolarizador de los a?os 60 y 70, empezaran a ver como disminuye su matr¨ªcula y si al principio de los 90 es un hecho que el n¨²mero de alumnos en centros espec¨ªficos de sordos ha descendido, a lo largo de la d¨¦cada se invertir¨¢; habr¨¢ m¨¢s ni?os y j¨®venes sordos en centros ordinarios que en centros espec¨ªficos.
En 2001, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n establece el cese de actividades del colegio p¨²blico de Educaci¨®n Especial de Sordos, poni¨¦ndose fin en la Comunidad de Madrid a la ense?anza de los alumnos sordos a trav¨¦s de los colegios espec¨ªficos de titularidad p¨²blica. Es algo m¨¢s que un cambio de nombre de colegio. A partir del curso 2001-02, un centro de infantil y primaria para ni?os oyentes y sordos, denominado "El Sol" tomar¨¢ el relevo y se le confiere una organizaci¨®n especial para aplicar, entre otras, metodolog¨ªas de tipo biling¨¹e que tienen entre sus objetivos el que los ni?os sordos accedan y alcancen los fines del curr¨ªculum ordinario tanto en la lengua oral -castellano- como en lengua de signos espa?ola y en consecuencia educar en las dos lenguas, bajo una forma de agrupaci¨®n denominada combinada (grupos m¨¢s equilibrados de ni?os oyentes y sordos en una clase, diferente a los dos alumnos sordos por grupo de la modalidad de integraci¨®n).
Es importante que este bicentenario del establecimiento de la ense?anza espec¨ªfica de ni?os sordos en Madrid, en nada celebrado por quien corresponde, sea la excusa para reflexionar sobre todo lo hecho, y especialmente en los ¨²ltimos a?os, que aunque disperso y sin un plan coherente y ordenador ha sido y es importante. Por ejemplo, lo relativo a la organizaci¨®n e intervenci¨®n en los centros de infantil, primaria y secundaria; con la especial consideraci¨®n a las incipientes metodolog¨ªas de naturaleza biling¨¹e (castellano y lengua de signos) y a la respuesta educativa a la presencia considerable de ni?os sordos con implantes cocleares en las aulas o al nuevo modelo de agrupamiento de los alumnos oyentes y sordos -ense?anza combinada-. Y por supuesto, la incorporaci¨®n de int¨¦rpretes de Lengua de Signos Espa?ola (LSE) en los institutos y de Asesores Sordos en las escuelas, el intento de formaci¨®n de maestros y profesores en lengua de signos o la formaci¨®n de los int¨¦rpretes de LSE a trav¨¦s de la Formaci¨®n Profesional Espec¨ªfica.
Pero tambi¨¦n (la reflexi¨®n) debe servirnos para poder modificar o cambiar aspectos de nuestra realidad que presentan indicadores no satisfactorios, especialmente relativos a la intervenci¨®n en los centros o de formaci¨®n, a la vez que se puede aprovechar, aunque no sea lo normal, para dar el m¨¦rito y reconocimiento que tiene la actividad reglamentaria de la administraci¨®n para regular algunos de los aspectos anteriores, como tambi¨¦n el esfuerzo de los maestros, profesores, profesionales y organizaciones de personas sordas, que entre todos y con distinta responsabilidad han encarnado una respuesta educativa que hoy es m¨¢s amplia en cuanto a opciones y m¨¢s extensa como oferta.
No es suficiente, aunque si necesario, autorizar centros privados para despu¨¦s concertarlos o subvencionarlos y que establezcan sus modelos educativos ya oralistas, de modelo biling¨¹e o con otras metodolog¨ªas y tampoco es suficiente crear en la red p¨²blica centros de infantil y primaria como "El Sol" o como ese conjunto importante de institutos de educaci¨®n secundaria distribuidos por las direcciones territoriales de Madrid que empiezan a tener recursos de int¨¦rpretes de lengua de signos y son una alternativa real y verdadera para los alumnos sordos signantes de alcanzar una secundaria obligatoria, una formaci¨®n profesional e incluso un bachillerato. Todo es importante pero hoy no es suficiente, hay que requerir m¨¢s, m¨¢s a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, a sus profesionales, y especialmente a sus responsables pol¨ªticos y administrativos para que lideren una pol¨ªtica educativa cualitativa que se materialice en los medios econ¨®micos precisos, concite todos los apoyos, autoridad y aut¨¦ntico asesoramiento, para que junto a la dedicaci¨®n de todos los profesionales de los centros de ense?anza, hagan posible verdaderamente que los alumnos sordos; los que quieran tener su lengua -la lengua de signos- como instrumento de acceso al curr¨ªculo como los no signantes, tengan una ense?anza de calidad adem¨¢s de poder contar y propagar que en Madrid hace 200 a?os se educa, para su beneficio y el de la sociedad a las personas sordas.
Alfredo Alcina Madue?o es inspector de Educaci¨®n.
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