Zapatero inicia esta semana la ofensiva pol¨ªtica en Euskadi contra el 'plan Ibarretxe'

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, iniciar¨¢ el pr¨®ximo fin de semana una ofensiva pol¨ªtica en el Pa¨ªs Vasco contra el plan Ibarretxe, con su participaci¨®n en, al menos, media docena de actos antes de las elecciones vascas de la pr¨®xima primavera. Zapatero, el pasado 30 de diciembre, una vez aprobado el plan Ibarretxe en la C¨¢mara de Vitoria, constituy¨® con car¨¢cter de permanencia una "c¨¦lula de crisis", integrada por la vicepresidenta primera del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega; el ministro de Administraciones P¨²blicas, Jordi Sevilla; el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba; el secretario de Organizaci¨®n socialista, Jos¨¦ Blanco, y el secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Patxi L¨®pez.

El Gobierno decidi¨® que el desaf¨ªo del 'lehendakari' no paralizar¨¢ ni la reforma constitucional ni las estatutarias

El jefe del Ejecutivo acudir¨¢ a Euskadi al menos seis veces en los pr¨®ximos tres meses para hablar del futuro vasc

La vicepresidenta coordina la respuesta al plan junto a Jordi Sevilla, Jos¨¦ Blanco, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y Patxi L¨®pez

Jordi Sevilla: "No por gritar m¨¢s se es m¨¢s eficaz. Al contrario, se es menos"

Esos dirigentes se ven¨ªan reuniendo desde hace meses para seguir de cerca la evoluci¨®n del plan Ibarretxe y la reforma del Estatuto de Catalu?a, con la participaci¨®n, asimismo, de representantes del PSC. La "c¨¦lula de crisis", cuyos integrantes mantienen una comunicaci¨®n m¨¢s estrecha desde la aprobaci¨®n del plan Ibarretxe en el Parlamento vasco, ha planificado su respuesta a ese proyecto en los diez ¨²ltimos d¨ªas as¨ª como la estrategia ante el futuro. Desde ella se ha optado por una "respuesta serena y graduada", que "parte de la experiencia pasada", en la que "prima la respuesta pol¨ªtica, sin descartar las medidas jur¨ªdicas, en funci¨®n de los acontecimientos".

La "c¨¦lula de crisis" tambi¨¦n ha decidido que el plan Ibarretxe "no suponga la paralizaci¨®n de las reforma constitucional y estatutaria previstas" en la legislatura, y anunciadas por el presidente en el debate de investidura, para "no repetir el error de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que, tras el pacto de Lizarra, de 1998, suscrito entre el PNV y Batasuna, con el apoyo de ETA, paraliz¨® su estrategia territorial, como su previsi¨®n de reforma del Senado".

Zapatero iniciar¨¢ el pr¨®ximo s¨¢bado su ofensiva pol¨ªtica, con presencia en el Pa¨ªs Vasco, con la participaci¨®n en el acto de apertura de la convenci¨®n municipal de todos los alcaldes socialistas en San Sebasti¨¢n (Guip¨²zcoa). En ese acto municipalista, que clausurar¨¢n el d¨ªa 16 el ministro de Administraciones P¨²blicas y el secretario general del PSE, Rodr¨ªguez Zapatero dirigir¨¢ un "importante mensaje" a la sociedad vasca en respuesta al plan Ibarretxe.

En semanas posteriores, hasta el mes de abril, el jefe del Ejecutivo viajar¨¢ al Pa¨ªs Vasco y participar¨¢ en, al menos, media docena de actos: con motivo de la campa?a del refer¨¦ndum de la Constituci¨®n europea; la clausura de la Conferencia Pol¨ªtica del PSE, y la intervenci¨®n en la Fiesta de la Rosa. Adem¨¢s, tiene previsto intervenir en tres actos, por lo menos, en la campa?a de las elecciones auton¨®micas vascas, cuyos comicios se celebrar¨¢n entre finales de abril y primeros de mayo.

El apoyo de Batasuna al plan Ibarretxe, que fue decisivo para que el Parlamento vasco sacara adelante dicho plan el pasado 30 de diciembre, no sorprendi¨® al secretario general del PSE, Patxi L¨®pez, dado que dos semanas antes Batasuna permiti¨® con sus votos, en la comisi¨®n parlamentaria, que dicho plan pasara a debatirse en el pleno de la C¨¢mara vasca.

Patxi L¨®pez as¨ª se lo advirti¨® a Zapatero y a sus compa?eros de la "c¨¦lula de crisis". Pero tanto Zapatero como la mayor¨ªa de los otros integrantes confiaron en que, si se produc¨ªa ese voto de apoyo de Batasuna, el lehendakari Ibarretxe cumplir¨ªa su palabra y retirar¨ªa su plan, como hab¨ªa anunciado reiteradas veces.

Fue tambi¨¦n Patxi L¨®pez, quien pidi¨® a Zapatero y al ministro de Administraciones P¨²blicas, Jordi Sevilla, la misma tarde del 30 de diciembre, en sendas conversaciones telef¨®nicas, que el Gobierno no tomara "decisiones precipitadas", como el recurso al Tribunal Constitucional, y que la primera reacci¨®n al desaf¨ªo del lehendakari se moviese en el terreno pol¨ªtico. El dirigente socialista vasco tambi¨¦n recomend¨® que la respuesta del Gobierno al plan tuviera presente, en todo momento, su efecto en la opini¨®n p¨²blica vasca y, sobre todo, que "no incurriera en los errores de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de fomentar el victimismo nacionalista de Ibarretxe".

La petici¨®n de L¨®pez fue tenida en cuenta por ambos. Jordi Sevilla, en la primera declaraci¨®n institucional del Gobierno en respuesta a la aprobaci¨®n del plan en el Parlamento vasco, que ley¨® en la Delegaci¨®n del Gobierno en A Coru?a, donde se encontraba la noche del 30 de diciembre, defendi¨® que el plan ten¨ªa que ser rechazado desde el "debate pol¨ªtico", sin aludir para nada al posible recurso de inconstitucionalidad. Tambi¨¦n asegur¨® el ministro desde un principio, para tranquilizar a la ciudadan¨ªa, que el plan Ibarretxe no ten¨ªa absolutamente "ninguna posibilidad de prosperar".

La decisi¨®n de que la primera respuesta al plan la diera un ministro y no el presidente del Gobierno fue tomada por Rodr¨ªguez Zapatero sobre la base de que "la batalla contra el plan Ibarretxe va a ser larga; va a tener, al menos, un a?o de duraci¨®n".

Esa misma filosof¨ªa es la que ha impregnado la "estrategia pautada" del Gobierno y del PSOE que fue dise?ada, con m¨¢s claridad, en la reuni¨®n celebrada el pasado d¨ªa 3, en el Ministerio de Administraciones P¨²blicas. Participaron en ella Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, Sevilla, P¨¦rez Rubalcaba y Blanco, en permanente contacto con Zapatero, que se encontraba en Sevilla, y con los dirigentes socialistas vascos Patxi L¨®pez y Rodolfo Ares. Zapatero hizo una declaraci¨®n en Sevilla y, tras confirmar que la siguiente semana se reunir¨ªa con Ibarretxe, a petici¨®n de ¨¦ste, le advirti¨® p¨²blicamente de que "fuera de la Constituci¨®n no cabe nada".

En la reuni¨®n del d¨ªa 3, ministros y dirigentes socialistas coincidieron en que ser¨ªa "repetir el error de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar" precipitarse con un recurso contra el plan Ibarretxe ante el Tribunal Constitucional. Varios ministros hicieron consultas en medios pr¨®ximos al alto Tribunal y concluyeron que un recurso presentado ahora ser¨ªa rechazado, como lo fue el que plante¨® el Gobierno de Aznar, hace a?o y medio, cuando el proyecto de nuevo Estatuto fue aprobado por el Gobierno vasco a finales de 2002.

Sin embargo, dicho recurso no qued¨® descartado para el futuro. Hubo unanimidad en considerar que si Ibarretxe, una vez rechazado su plan en el Congreso de los Diputados, previsiblemente en marzo, no asume el resultado y retoma el proyecto, ser¨ªa el momento de plantear el recurso de inconstitucionalidad, porque "entonces el lehendakari incurrir¨ªa en una vulneraci¨®n de la ley", seg¨²n Jordi Sevilla.

En dicha reuni¨®n, ni se consider¨® la posibilidad de aplicar el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, que abre la puerta a la suspensi¨®n de un autogobierno, en este caso el vasco. El ministro de Justicia, Juan Fernando L¨®pez Aguilar, que hace tiempo explor¨® sus posibilidades y plasm¨® las conclusiones en un texto, tampoco lo considera "en esta fase del conflicto existente con el plan Ibarretxe".

Pero en la reuni¨®n del pasado d¨ªa 3, los ministros y dirigentes socialistas se centraron en la respuesta inmediata de rechazo al plan Ibarretxe que los reunidos decidieron por unanimidad materializar en el Parlamento. Acordaron que el plan se debe rechazar en el Congreso de los Diputados, despu¨¦s de un debate en el que cada grupo parlamentario explique su posici¨®n. Para ello, la Mesa del Congreso tiene que admitir la iniciativa para su debate en pleno. "La primera respuesta de rechazo al plan debe ser pol¨ªtica. La respuesta jur¨ªdica debe venir despu¨¦s, si la pol¨ªtica no es suficiente. Es algo que la opini¨®n p¨²blica entiende mejor. No por gritar m¨¢s se es m¨¢s eficaz. Al contrario", sostiene el ministro Jordi Sevilla.

De la reuni¨®n tambi¨¦n sali¨® una previsi¨®n de calendario: la Mesa del Congreso del podr¨ªa dar v¨ªa libre el pr¨®ximo d¨ªa 18 al plan Ibarretxe para que se debata y rechace en el primer pleno de marzo, ya que en febrero el protagonismo pol¨ªtico corresponder¨¢ a la campa?a del refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n europea.

Pero en la reuni¨®n del pasado d¨ªa 3 se decidi¨® algo m¨¢s: la continuidad del proceso de reforma constitucional y estatutarias a la que Zapatero se comprometi¨® en su debate de investidura. "Una vez m¨¢s, se trata de no volver a repetir los errores que cometi¨® Aznar que, en 1998, cuando el PNV y Batasuna, con el respaldo de ETA, firmaron el Pacto de Lizarra, peg¨® carpetazo a su pol¨ªtica territorial y renunci¨® a su prometida reforma del Senado", se?ala Jordi Sevilla.

Los ministros y dirigentes socialistas coincidieron en que, pese a las primeras apariencias, el plan Ibarretxe no ten¨ªa por qu¨¦ influir y radicalizar el proceso de reforma del Estatuto de Catalu?a. "El plan Ibarretxe est¨¢ sirviendo de reflexi¨®n en Catalu?a, porque fija los l¨ªmites a la reforma", explica Sevilla, que recuerda la reacci¨®n del presidente de la Generalitat, el socialista Pasqual Maragall, al declarar: "No vamos a pedir la luna a Zapatero".

El pasado martes, en una reuni¨®n en Madrid entre el ministro de Administraciones P¨²blicas y el conseller de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, decidieron una actuaci¨®n coordinada en el proceso de reforma del Estatuto de Catalu?a. En el Gobierno y el PSOE tambi¨¦n hubo unanimidad en considerar que el PP, previsiblemente, "en vez de apoyar al Ejecutivo, aprovechar¨ªa la situaci¨®n para tratar de desestabilizar a Zapatero".

El presidente del Congreso, Manuel Mar¨ªn, tiene previsto conversar hoy con el presidente del Parlamento vasco, Juan Mar¨ªa Atutxa, a fin de acordar la fecha en que ¨¦ste le entregar¨¢ en persona el texto del proyecto de reforma del Estatuto vasco para que comience su tramitaci¨®n en la C¨¢mara baja.