Oportunidad para empeorar
La propuesta de ruptura del Estatuto de Gernika aprobada por el Parlamento vasco el 30 de diciembre no debe ser vista, seg¨²n Ibarretxe, como "un problema", sino una "maravillosa oportunidad". Tras entrevistarse con Zapatero por espacio de casi cuatro horas, el lehendakari repiti¨® ayer, con el aire de quien proclama verdades evidentes de suyo, los t¨®picos acostumbrados, incluyendo falacias manifiestas, a la vez que despachaba las cr¨ªticas que se han dirigido contra su plan como "insultos y descalificaciones". Y volvi¨® a decir que lo aprobado en Vitoria con el respaldo de la mitad m¨¢s dos de los diputados del Parlamento vasco era la voluntad de la sociedad vasca, mientras que su previsto rechazo por el 90% de los diputados del Congreso no ser¨ªa la voluntad de la sociedad espa?ola, sino la "del PP y PSOE".
El acuerdo que dijo perseguir es imposible en tales t¨¦rminos. La voluntad de los vascos se expres¨® en el Estatuto de Gernika: un triple pacto entre vascos nacionalistas y no nacionalistas, entre vascos y el resto de los espa?oles y entre los tres territorios de Euskadi. El resultado de la iniciativa del lehendakari para sustituir ese Estatuto por su proyecto supone la ruptura unilateral de los tres pactos. Resulta un sarcasmo hablar en esas condiciones de propuesta para la convivencia y oportunidad para resolver un problema cuyo origen situ¨® en 1839.
El propio Estatuto de Gernika establece sus v¨ªas de reforma, que contempla, de acuerdo con la l¨®gica de los reg¨ªmenes federales, la intervenci¨®n del Parlamento central. Precisamente para evitar rupturas unilaterales, como la que ahora pretende Ibarretxe. Lo absurdo es afirmar que se sigue el procedimiento de reforma previsto en el art. 46 del Estatuto y adelantar que si la intervenci¨®n de Las Cortes no confirma el texto aprobado en el Parlamento de Vitoria convocar¨¢ un referendum (con ese u otro nombre) para desbloquear la situaci¨®n. Eso no es una reforma, sino la pretensi¨®n de que se d¨¦ v¨ªa libre a un proceso de ruptura. La l¨®gica auton¨®mica implica que el Estado reconoce el derecho al autogobierno a cambio de la renuncia a planteamientos soberanistas o autodeterministas. Ibarretxe pretende que sean los vascos no nacionalistas quienes renuncien a sus derechos e intereses para satisfacer nuevas demandas nacionalistas.
Se percibi¨® un inter¨¦s de Ibarretxe por equiparar su propuesta con la reforma en marcha del Estatuto catal¨¢n. Pregunt¨® por qu¨¦ Zapatero dijo que convalidar¨ªa lo aprobado por el parlamento catal¨¢n y hace lo propio con su proyecto. La respuesta es: porque la reforma catalana se construye desde una voluntad expresa de consenso y de respetar el marco constitucional. Mientras que, como hizo notar la vicepresidenta Fern¨¢ndez de la Vega, la propuesta que Ibarretxe defendi¨® ante Zapatero vulnera la Constituci¨®n espa?ola y la europea, y no s¨®lo no cuenta con un respaldo comparable al del Estatuto que pretende sustituir, sino que divide profundamente a la sociedad vasca.
Tal vez lo m¨¢s penoso de la comparecencia del lehendakari ayer fue la absoluta omisi¨®n de cualquier referencia a los intereses y sentimientos de esa otra mitad de la sociedad vasca. Neg¨® que existiera crispaci¨®n y reiter¨® su mensaje acerca de lo bien que se vive en Euskadi. Lo mismo que dijo en un hospital de San Sebasti¨¢n ante la figura doliente del exconsejero socialista Ram¨®n Recalde, al que acababan de pegar un tiro en la boca, en septiembre de 2000. Tambi¨¦n se le olvid¨® mencionar el hecho de que la mitad de los diputados vascos, as¨ª como los concejales y otros representantes del PP y PSOE, est¨¢n obligados a vivir con escolta permanente.
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