Alimentar la libido
?Placebo o remedio infalible? Los sex¨®logos no se ponen de acuerdo respecto a los verdaderos efectos de los alimentos a los que se atribuyen cualidades afrodisiacas. Pero todos coinciden en que da?o no hacen y en que combinados con la imaginaci¨®n y una buena puesta en escena pueden estimular la libido.
La b¨²squeda de una sustancia que al ingerirse haga a las personas emanar sensualidad por todos sus poros es tan antigua como el mundo y ha sido compartida por casi todas las culturas y tambi¨¦n por la literatura. Por ejemplo, en la novela En busca del unicornio, el escritor Juan Eslava Gal¨¢n narra las aventuras vividas por un grupo de expedicionarios del siglo XV que persiguen al animal mitol¨®gico para preparar, con su cuerno, una p¨®cima para Enrique IV de Castilla, conocido como El Impotente. Otro animal con cuerno, el rinoceronte, est¨¢ al borde de la extinci¨®n, entre otras razones, porque a su protuberancia ¨®sea se le atribuyen propiedades afrodisiacas, tal vez debido a la duraci¨®n del coito del s¨®lido animal, que puede llegar hasta la hora y media. Hasta nuestros d¨ªas ha llegado la fama de afrodisiacos de varios alimentos, como el marisco, el caviar, los higos, los esp¨¢rragos, el chocolate o la canela.
Estas sustancias que supuestamente estimulan el deseo e intensifican el placer sexual deben su nombre a Afrodita, la diosa griega del amor. Seg¨²n Afrodisia. Una enciclopedia de sabidur¨ªa er¨®tica (Plaza & Jan¨¦s, 1991), los afrodisiacos se dividen en cinco categor¨ªas:
01 Los que tienen forma de genitales: pl¨¢tanos, huevos, mejillones?
02 Los que hist¨®ricamente se han relacionado con actividades er¨®ticas, como la liebre -identificada con la diosa Afrodita- o la almendra -cuyo ¨¢rbol formaba parte de los ritos de fertilidad en Oriente Pr¨®ximo.
03 Los ¨®rganos de otros seres vivos, especialmente aquellos donde supuestamente reside su energ¨ªa, como los test¨ªculos de carnero o el h¨ªgado de oca.
04 Los que estimulan el cuerpo del usuario, bien por ser picantes (mostaza, cebolla), bien por diur¨¦ticos (infusiones).
05 Los alimentos que, al ser nuevos en los mercados, son descritos como afrodisiacos por los propios vendedores. Pas¨® con el tomate, la patata o el aguacate, y recientemente con el kiwi o el maracuy¨¢.
?Qu¨¦ pueden tener en com¨²n alimentos tan dispares? Pues que son sustancias farmacol¨®gicamente inactivas, pero no ineficaces. Como reza el dicho popular: "Si te funcionan, es que funcionan". Lo que s¨ª est¨¢ demostrado cient¨ªficamente es que existen alimentos saludables que dotan de vitalidad a quien los toma y, por tanto, estimulan su organismo, que est¨¢ m¨¢s preparado y predispuesto al sexo. Y otros, aparentemente inocentes, que pueden arruinar una noche perfecta: el caf¨¦ tomado en exceso estimula los nervios; el l¨²pulo -principal ingrediente de la cerveza- baja la libido, y el pepino y la lechuga son anafrodisiacos.
Entre los sex¨®logos existen posiciones encontradas respecto a la efectividad real de estos afrodisiacos naturales. Samuel P¨¦rez Arquellada, del Colectivo de Salud Avansex, es un claro defensor de su eficacia. "Yo s¨ª creo en su capacidad afrodisiaca. Lo hago en la misma medida que en la medicina natural, es decir, que si no tienes el organismo limpio, ni te enteras. Me parece absurdo negar la existencia de afrodisiacos naturales, ya que los llamados farmacol¨®gicos -como viagra- est¨¢n hechos, en ¨²ltima instancia, de productos naturales. Existen, pero no todos estamos en disposici¨®n de captarlos".
Los expertos que se posicionan en contra de estas sustancias aceptan que, en determinadas ocasiones, pueden conseguir los resultados buscados aun careciendo de acci¨®n terap¨¦utica. "No existe ning¨²n producto -natural o artificial- que por s¨ª solo se baste para aumentar la libido. El mejor afrodisiaco es la imaginaci¨®n, de forma que si alguien cree que un determinado alimento tiene propiedades de estimulaci¨®n sexual, ya es suficiente para que ocurra", explica Juan Carlos Atienza, psic¨®logo y sex¨®logo.
El poder de la mente. La periodista y escritora Lorena Berd¨²n resume el sentir general de la comunidad cient¨ªfica respecto al tema con esta explicaci¨®n: "Suena a t¨®pico, pero el mayor afrodisiaco es la mente. Te puedes tomar un arroz con leche con kilos de canela y no te pasa nada, pero si es el postre de una cena ¨ªntima?".
Lo importante es tener la mente predispuesta para el erotismo y, a partir de ah¨ª, seleccionar los ingredientes del men¨² y cuidar la puesta en escena. Es necesario esmerarse en los llamados afrodisiacos sensoriales, los que se perciben. El amor se hace tambi¨¦n con la vista, el o¨ªdo, el olfato y el tacto, afirman. "Un lugar agradable, una cena rom¨¢ntica, lencer¨ªa, unas velas? Todo puede ser afrodisiaco, ya que la imaginaci¨®n es ilimitada", a?ade Atienza.
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