"?Qu¨¦ puede hacer el arte? Sanar a la gente"
Pel¨ªculas como Pap¨¢ se fue en viaje de negocios (1985) y la pol¨¦mica Underground (1995), con las que gan¨® dos veces la Palma de Oro del Festival de Cannes, o El tiempo de los gitanos (1989) le han convertido en uno de los cineastas europeos m¨¢s originales. Desde Gato negro, gato blanco, de 1998, s¨®lo hab¨ªa filmado un documental sobre las peripecias de The No Smoking Orchestra, la banda de rock balc¨¢nico en la que toca la guitarra. Con su concierto de ayer en Murcia, termina una gira que Emir Kusturica (Sarajevo, 1954) ha aprovechado para presentar su ¨²ltima pel¨ªcula, La vida es un milagro, que define como una m¨¢s que probable mezcla entre Shakespeare y los hermanos Marx, y que se estrenar¨¢ en Espa?a el pr¨®ximo viernes.
Ambientado en la guerra de los Balcanes, el filme "es una terapia. Los psiquiatras dicen que en las cl¨ªnicas, cuando los pacientes escuchan a Mozart mejora su depresi¨®n. Ante toda esa porquer¨ªa que llena los cines de acci¨®n, estupidez, sinsentidos... ?Qu¨¦ puede hacer el arte? Sanar a la gente", asegura.
Cuando gan¨® su primera Palma de Oro en Cannes, en 1985, asegur¨® que hab¨ªa vuelto a nacer. Diez a?os despu¨¦s, su presencia all¨ª, con Underground, fue menos grata. El fil¨®sofo Alain Finkelkraut le acus¨® de complicidad por omisi¨®n con los cr¨ªmenes de la guerra. "Yo era una muy buena diana. Hoy, la percepci¨®n de lo humanitario forma parte del sistema. Ya no es aquella reacci¨®n espont¨¢nea de humanidad, sino un acto pol¨ªtico. Cuando Finkelkraut se encontr¨® en Par¨ªs con algunos intelectuales bosnios de segunda fila, gritando y llorando en su hombro, vio una ocasi¨®n inmejorable de demostrar lo humano que es. Y aquel hombre honrado escribi¨® sobre una pel¨ªcula que no hab¨ªa visto". Kusturica confiesa que se plante¨® incluso dejar de hacer cine.
Con The No Smoking Orchestra vive la vida del m¨²sico en la carretera, durmiendo poco, comiendo mal y a deshoras. "A veces es dif¨ªcil y duro, pero no s¨¦ c¨®mo podr¨ªa vivir sin ello. Porque tener por objetivo est¨¦ticas y valores elevados es algo que le da sentido. No hay un equipo de marketing y de abogados a mi alrededor. Es una manera muy rom¨¢ntica de ver la vida. Para m¨ª, la cuesti¨®n de la identidad se convierte en la cuesti¨®n esencial de la lucha por el derecho a expresar nuestra visi¨®n del mundo", explica. "La democracia ya no responde a los objetivos que tuvo en el pasado. Estamos entrando en una zona peligrosa, un mundo de grandes corporaciones que dominan la mente de las personas. De tal forma que la gente ya no se haga las preguntas eternas. S¨®lo las relativas a hoy. Se est¨¢ construyendo un nuevo sistema de esclavitud en el que cada tel¨¦fono m¨®vil, cada herramienta tecnol¨®gica personal, es un tipo particular de cadena para trasladarnos a un futuro en el que no se plantear¨¢n asuntos pol¨ªticos. Porque no quieren ciudadanos que se hagan preguntas, quieren ciudadanos que compren".
No ha regresado a Sarajevo tras la guerra. "Pienso de una forma completamente diferente a la que se ha impuesto all¨ª. Creo que esa regi¨®n ha sido sacrificada en aras a ciertas estrategias pol¨ªticas... En torno a Sarajevo, y a los bosnios, serbios y croatas, hay siempre un elemento que se repite en la historia. Aunque las generaciones j¨®venes piensen que es nuevo. Como ya dijo el escritor Ivo Andric, esa gente vivi¨® junta, pero sus amores est¨¢n tan lejos de all¨ª y el odio, tan pr¨®ximo... No nos dimos cuenta de que los serbios miraban hacia Mosc¨²; los musulmanes, a La Meca, y los croatas, al Vaticano".
Dej¨® de trabajar con Goran Bregovic, responsable de la m¨²sica de varias de sus pel¨ªculas, y ni siquiera se hablan. "Me molesta que venga a tu casa, le ense?es una canci¨®n y ma?ana vaya por ah¨ª diciendo que esa canci¨®n es suya. No se puede cuestionar su talento, pero creo que ¨¦l, como tantos que tienen un alto concepto de s¨ª mismos, ha perdido esa especie de patio infantil del que yo a¨²n disfruto".
El f¨²tbol ha sido otra de sus grandes pasiones. "Tuve problemas con mis tobillos, por eso probablemente est¨¦ aqu¨ª sentado hablando y no en el entrenamiento de alg¨²n gran club europeo", dice sonriendo.
Acaba de terminar All the invisible children, una pel¨ªcula de 20 minutos para Unicef, y tiene en mente rodar una sobre Maradona. "He le¨ªdo ese libro que insiste en la parte escandalosa de su vida. Yo quiero hacer una pel¨ªcula sobre ¨¦l como la persona que ¨¦l quer¨ªa ser. Siempre he cre¨ªdo que los deseos de las personas son mucho m¨¢s elevados que su vida cotidiana. Maradona era un artista, el ¨²ltimo bailar¨ªn de ballet. Y forma parte de una cultura cada vez menos presente. Cuando marc¨® el gol contra Inglaterra dijo que no hab¨ªa sido su mano, sino la mano de Dios. Y se torn¨® algo religioso".
Babelia
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