Agust¨ªn Gonz¨¢lez, actor genial
El actor Agust¨ªn Gonz¨¢lez muri¨® ayer en la cl¨ªnica de la Zarzuela de Madrid, donde hab¨ªa estado ingresado varias semanas a causa de una neumon¨ªa. Ten¨ªa 74 a?os. El pasado noviembre hab¨ªa estrenado Tres hombres y un destino, de Luis Lorente, Carlos Asorey y Eduardo Gal¨¢n, junto a Manuel Alexandre y Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez, en el teatro Reina Victoria de Madrid. Juan Jes¨²s Valverde lo sustituy¨® cuando cay¨® enfermo. Anoche, el teatro suspendi¨® la funci¨®n en homenaje a este actor genial, rostro m¨ªtico de la escena, el cine y la televisi¨®n espa?oles de los ¨²ltimos cincuenta a?os.
Agust¨ªn Gonz¨¢lez naci¨® en Madrid en 1930 y debut¨® en el teatro en 1953 con la obra de Alfonso Sastre Escuadra hacia la muerte: hizo Tres sombreros de copa, de Mihura, dirigido por Gustavo P¨¦rez Puig con Juanjo Men¨¦ndez, Fernando Guill¨¦n y Luis Prendes, y, casi inmediatamente, lleg¨® al cine, donde intervino en unas 200 pel¨ªculas, la mayor¨ªa como secundario de lujo.
L¨®pez V¨¢zquez: "Era un hombre especial, rico en ideas, creativo y muy buena persona"
Primero, con Bardem en Felices pascuas, y m¨¢s tarde con todos los directores de carisma, desde Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦ hasta Luis Garc¨ªa Berlanga, con quien comenz¨® en Pl¨¢cido una colaboraci¨®n que durar¨ªa hasta las ¨²ltimas pel¨ªculas del cineasta. Ya en esos momentos, Agust¨ªn Gonz¨¢lez ejerc¨ªa de tipo cenizo y gru?¨®n, con un torrente de voz. Berlanga, que ayer no hizo declaraciones, le ofreci¨®, en la trilog¨ªa de La escopeta nacional, el que ser¨ªa uno de sus personajes de m¨¢s relevancia, el cura fascista y trinc¨®n, de maneras bruscas y verbo rudo que se convertir¨ªa en marca de la casa. Tanto como el otro cura que, a?os despu¨¦s, le ofreci¨® Fernando Trueba en la oscarizada Belle ¨¦poque, un sacerdote libertario. Gonz¨¢lez, que fue hombre de mucho trabajo pero no demasiados premios, tambi¨¦n particip¨® en el Oscar de Volver a empezar, de Jos¨¦ Luis Garci.
Gran estudioso de la guerra civil, apasionado por el siglo XIX y por el flamenco, a Gonz¨¢lez le gustaba llamarse "hispanoesc¨¦ptico", y presum¨ªa de que su pesimismo era "puro realismo". Se defin¨ªa como uno de esos hombres que ven siempre la botella medio vac¨ªa.
En su profesi¨®n ten¨ªa claro el lugar que ocupaba. No era un nombre que levantase pasiones, pero s¨ª enorme respeto. "Yo no he sido nunca una estrella del espect¨¢culo, pero cuando se habla de m¨ª se habla como de un profesional de una calidad bastante notable, con honradez y honestidad muy superlativas", dec¨ªa.
En su vida personal, Agust¨ªn Gonz¨¢lez manten¨ªa las teor¨ªas ut¨®picas de la anarqu¨ªa y propugnaba la "destrucci¨®n sistem¨¢tica del Estado", "una m¨¢quina terrible, asesina, que nos aplastar¨¢ a todos".
Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez recibi¨® ayer la noticia del fallecimiento muy afectado. "Era uno de los grandes actores, un hombre con una sensibilidad especial, muy rico en ideas, muy creativo y muy buena persona", declar¨®.
Manuel Alexandre lo record¨® como "un gran actor y un gran amigo". "Siento su muerte en el alma porque era un gran compa?ero", se?al¨® Mar¨ªa Asquerino. "Nunca fue un gal¨¢n y por eso pod¨ªa hacer cualquier personaje".
Gemma Cuervo cont¨® que era "el amigo m¨¢s cercano" de su familia; "fue un actor eximio, de un enorme talento y un peso espec¨ªfico extraordinario, todo un creador", dijo. Su amigo Fernando Guill¨¦n lo calific¨® como un hermano: "Desde que nos conocimos en la Universidad, la vida nos ha juntado muchas veces, compartimos apartamento, luego vivimos en otra casa pared con pared en Estepona, era como de nuestra familia. Era nuestra familia", recalc¨®. "Es un referente fundamental del teatro y del cine espa?ol", a?adi¨® Guill¨¦n, "con una personalidad muy caracter¨ªstica y un hobby muy especial, tocar la guitarra. El se reclu¨ªa y le bastaba con su guitarra espa?ola. Era muy virtuoso. Ten¨ªa un car¨¢cter peculiar, con sus toses y su aparente mal genio", subray¨®.
Cayetana Guill¨¦n Cuervo, ahijada del fallecido, lo describi¨® como "uno de los grandes de nuestra escena", "con un sentido del humor muy ¨¢cido e inteligente".
Asunci¨®n Balaguer record¨® la amistad "fraternal" que tanto ella como su marido, el actor tambi¨¦n fallecido Francisco Rabal, mantuvieron con Gonz¨¢lez. "Puso toda su vida al servicio de los personajes que le encomendaron", dijo el director Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez.
Jos¨¦ Antonio Campos Borrego, director del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (Inaem), lo defini¨® como "uno de los grandes del teatro contempor¨¢neo espa?ol", informa Rosana Torres. El Ministerio de Cultura ofreci¨® el teatro Mar¨ªa Guerrero para instalar la capilla ardiente, aunque finalmente se abrir¨¢ hoy, a las 12.30, en el teatro Reina Victoria de Madrid. El actor ser¨¢ incinerado ma?ana en el cementerio madrile?o de la Almudena.
Gonz¨¢lez se convirti¨® en una referencia del cine espa?ol en los a?os 60, con pel¨ªculas como Pl¨¢cido (1961), Atraco a las tres (1962), de Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦, o De cuerpo presente (1965), de Antonio Eceiza. En 1970 represent¨® Luces de bohemia, de Valle-Incl¨¢n, junto a Jos¨¦ Mar¨ªa Rodero. La obra viaj¨® por toda Espa?a y fue llevada a televisi¨®n. Esos a?os hizo Tama?o natural (1973), de Berlanga; La Regenta (1974), de Gonzalo Su¨¢rez, y Cinco tenedores (1979), de Fern¨¢n-G¨®mez, entre muchos otros filmes.
En los ochenta, Gonz¨¢lez fue uno de los actores m¨¢s contratados del pa¨ªs. El nido (1980), de Armi?¨¢n; Volver a empezar (1981); La colmena (1982) y Los santos inocentes (1984),
de Mario Camus; Las bicicletas son para el verano (1984), de Jaime Ch¨¢varri, donde interpret¨®, tambi¨¦n en teatro y de manera inolvidable, al padre de la familia protagonista.
Fue adem¨¢s primer actor en Todos eran mis hijos, de Arthur Miller, y El le¨®n en invierno (1990), de James Goldman. En televisi¨®n intervino en series como Cervantes (en el papel de G¨®ngora); Escalera Exterior, Escalera Interior; Los ladrones van a la oficina; 7 vidas; A las once en casa y Hospital central.
El a?o pasado, Gonz¨¢lez obtuvo el premio Max como mejor actor de reparto por su papel en El alcalde de Zalamea.
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