Colapso en los consulados por la avalancha de inmigrantes ante la nueva regularizaci¨®n

Miles de inmigrantes sin papeles hacen cola d¨ªa y noche ante los consulados extranjeros en Espa?a para obtener el certificado de antecedentes penales de su pa¨ªs de origen. Este documento es imprescindible para que los empresarios puedan tramitar su regularizaci¨®n en el proceso que comenzar¨¢ el 7 de febrero. Ante el colapso burocr¨¢tico, el Gobierno ha decidido admitir provisionalmente el resguardo de solicitud del certificado para que los empleadores inicien los tr¨¢mites, siempre y cuando aporten el certificado definitivo en un plazo no superior a 15 d¨ªas.

El Reglamento de Extranjer¨ªa abrir¨¢ el 7 de febrero un proceso de regularizaci¨®n para los extranjeros en situaci¨®n irregular que disponen de un contrato de trabajo. Entre los documentos que habr¨¢n de presentar los empresarios para normalizar la situaci¨®n administrativa de las personas que deseen contratar s¨®lo hay dos que deben ser obtenidos por los inmigrantes: un certificado que demuestre que est¨¢n empadronados en Espa?a desde antes del 7 de agosto pasado y un certificado de antecedentes penales de su pa¨ªs de origen. Este ¨²ltimo es expedido por los consulados en Espa?a.

Miles de extranjeros se han dirigido a los consulados para obtener el certificado. Pero las dependencias diplom¨¢ticas no est¨¢n preparadas para asumir la avalancha de demandas. Y ello a pesar de que el Ministerio de Asuntos Exteriores advirti¨® hace dos meses a las embajadas de que el Ministerio de Trabajo exigir¨ªa el documento. El resultado es que los extranjeros se ven obligados a hacer colas que crecen d¨ªa a d¨ªa.

El caso m¨¢s llamativo es el de Ecuador, de donde procede la tercera parte del mill¨®n largo de sin papeles que viven en Espa?a. El embajador de ese pa¨ªs, Francisco Carri¨®n, ha anunciado la llegada de un c¨®nsul general y tres vicec¨®nsules, la contrataci¨®n de 12 administrativos y la ampliaci¨®n del horario de atenci¨®n al p¨²blico. A pesar de ese esfuerzo, las colas son cada vez m¨¢s largas, tanto frente al consulado de Madrid como al de Barcelona, donde por ahora s¨®lo disponen de cuatro funcionarios.

Wilson M., que lleva dos a?os en Espa?a y trabaja como alba?il, tuvo que permanecer 20 horas -desde las once de la noche hasta las siete de la tarde del d¨ªa siguiente- ante el consulado de Ecuador en Madrid para solicitar su certificado. Pero s¨®lo ha sorteado el primer paso de un complicado proceso burocr¨¢tico. El consulado le ha entregado un poder que debe remitir a un familiar en su pa¨ªs. Dicho pariente tendr¨¢ que hacer, a su vez, cola ante el Ministerio de Exteriores en Quito para obtener el certificado. Luego se lo remitir¨¢ a Wilson, que deber¨¢ volver a ponerse a la cola frente al consulado en Madrid para que se lo sellen. S¨®lo entonces el documento tendr¨¢ validez en Espa?a.

Todo el proceso le sale a Wilson por 130 euros. Pero lo de menos es el precio. La cuesti¨®n est¨¢ en saber si el documento estar¨¢ listo antes del 7 de mayo, fecha en la que concluye el plazo establecido por el Reglamento de Extranjer¨ªa para la regularizaci¨®n.

La situaci¨®n en los consulados de Ecuador es extrapolable, con matices, a los de otros pa¨ªses. De los consultados por este peri¨®dico, s¨®lo el de Colombia parece haber tomado en serio la advertencia hecha en su d¨ªa por el Gobierno. Ha reforzado su personal, utiliza el sistema de cita previa y emite directamente los certificados.

El presidente de la Asociaci¨®n de Trabajadores Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (ATIME), Mustaf¨¢ El Mirabet, est¨¢ indignado: "La ley marroqu¨ª dice que el certificado debe ser solicitado en Marruecos por el interesado en persona. Pero como existe gran demanda, algunos consulados, como el de Madrid, lo expiden en Espa?a. Otros s¨®lo emiten poderes autorizando a familiares para que lo recojan en Marruecos. Y all¨ª hay comisar¨ªas que lo dan sin necesidad de poder y otras que lo niegan aun con el poder".

M¨¢s dram¨¢tico es el caso de los inmigrantes venezolanos. Natividad B¨¢ez trabaja desde hace cuatro a?os como empleada de hogar en Madrid. Ha ido a su consulado y le han dicho que lo ¨²nico que est¨¢n autorizados a emitir es una "carta de buena conducta", que el Gobierno espa?ol no reconoce como v¨¢lida. Si quiere el certificado, tiene que viajar a Venezuela y solicitarlo en persona, le ha comunicado la c¨®nsul. "?C¨®mo voy a ir a mi pa¨ªs?", se pregunta Natividad. "Si salgo de Espa?a, no puedo volver a entrar porque no tengo papeles".